El juez Luis Alberto Schelgel, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº31, resolvió aceptar la solicitud de la defensa de Francisco Sáenz Valiente, a cargo de Rafael Cúneo Libarona. El pedido del letrado buscaba aliviar las condiciones de control de la libertad del empresario. Así, el magistrado le retiró la tobillera electrónica al imputado por el homicidio culposo de Emmily Rodrigues, la joven brasileña que falleció tras caer desde el sexto piso tras una fiesta de consumo de drogas en el departamento del barrio porteño de Retiro del acusado.
Sin embargo, según pudo saber Infobae, el juez Luis Schelgel sí mantuvo en pie otras restricciones que debe cumplir Sáenz Valiente, tales como la prohibición de salida del país, evitar la cercanía a los familiares de las víctimas y a los testigos, y tiene la obligación de comparecer ante las autoridades cada 15 días.
Para lograr que le quiten la tobillera al acusado, la defensa de Sáenz Valiente, representada también por Facundo Orazi, argumentó que el uso continuado del dispositivo electrónico de rastreo carecía de justificación dado que el empresario había cumplido todas las medidas restrictivas impuestas durante 395 días.
Según pudo saber este medio, los abogados destacaron también que las restricciones originales fueron implementadas por los magistrados de la Sala VI de la Cámara de Apelaciones y que, desde entonces, no había señales de riesgo de fuga.
La querella, representada por Raquel Hermida Leyenda, apoderada del padre de Emmily, Arístides Da Silva Gomes; y el fiscal Santiago Vismara, se opusieron a la solicitud de la defensa, ya que consideraron que el dispositivo “era un reaseguro indispensable” para el éxito del proceso judicial y “para evitar el contacto entre las partes involucradas”.
El juez Schelgel, al revisar los argumentos, concluyó que el monitoreo continuo de 24 horas por la tobillera no era eficiente debido a problemas de señal en zonas rurales donde Sáenz Valiente se desplaza por razones laborales.
“Entiendo que la implementación de dicha tobillera (o su permanencia) perdería su sentido”, señaló en su resolución el magistrado. Además, se apuntó que las faltas de comunicación que generaban alertas se habían normalizado, sugiriendo problemas técnicos más que deliberados.
El caso
La muerte de Rodrigues ocurrió en la mañana del 30 de marzo de 2023. La modelo brasileña cayó seis pisos al vacío en el pulmón del edificio de Sáenz Valiente en la calle Libertad en el barrio porteño de Retiro, tras ser invitada a una fiesta de consumo de drogas.
Los análisis posteriores encontraron una variedad de estupefacientes en su sistema: cocaína, ketamina y marihuana. La autopsia realizada en la Morgue Judicial determinó que la muerte fue causada por las heridas que sufrió al caer.
Justamente, en abril de 2023, ante el fiscal Santiago Vismara, Héctor Di Salvo, el forense que hizo la autopsia, ratificó las conclusiones de su informe: afirmó que todas estas heridas eran compatibles con la caída que sufrió, “por el choque con o contra superficies duras”, aseveró. No se hallaron, por ejemplo, lesiones compatibles con abuso en sus genitales, tampoco con maniobras defensivas ante un ataque. Ninguno de sus dichos incriminaron a Sáenz Valiente.
Los estudios toxicológicos, practicados por el Cuerpo Médico Forense, revelaron que, efectivamente, la joven tenía rastros de cocaína, marihuana, alcohol, ketamina y MDMA. Estos dos últimos elementos podrían ser parte de la tusi que, según testigos, Rodrigues aspiró.
Por otra parte, los hisopados al cuerpo de Emmily en busca de fluidos sexuales dieron negativo. En su apelación, los fiscales insistieron que fue asesinada en una escena “sexualizada”, entre lencería y juguetes eróticos. Se encontraron dos preservativos en el lugar, que fueron peritados por un laboratorio de la Policía de la Ciudad. Tampoco se halló sangre o semen en ellos.