A tres meses del crimen de Catalina Gutiérrez en Córdoba, la causa contra el principal acusado y homicida confeso Néstor Aguilar Soto continúa su curso. En este contexto, se conoció la declaración del novio de la influencer, en la que contó cómo actuó el joven luego de asesinarla.
Gutiérrez fue brutalmente asesinada la noche del 17 de julio, cuando salió de su casa porque tenía previsto encontrarse con sus amigas, pero nunca llegó. Según se cree, se dirigió a la casa del imputado, que dentro de su propiedad cometió el crimen y luego intentó desechar el cuerpo. La desaparición de la joven fue denunciada por su familia, alertada por no tener noticias de la estudiante.
Finalmente, encontraron su cuerpo en la madrugada del día siguiente, en un descampado de la capital cordobesa. El cadáver estaba dentro de un Renault Clio que estaba estacionado sobre la calle Pedro Echagüe 3900, en el barrio Ampliación Kennedy. Al poco tiempo, Néstor Aguilar Soto confesó el crimen y luego aceptó su culpabilidad ante la Justicia.
En este contexto, se conoció la declaración del novio de Catalina, Ezequiel, horas después del crimen. De acuerdo con el expediente —al que tuvo acceso el programa Arriba Córdoba—, Ezequiel relató que esa noche estaba previsto que la joven se reúna con unos amigos, entre los que se encontraba Aguilar Soto. Sin embargo, como no tuvo noticias de ella, él le envió un mensaje 22:27 horas, pero no obtuvo respuesta. Volvió a intentar sin éxito a las 23:02. Por esto mismo, llamó ocho veces a su novia en el lapso de 15 minutos.
Sin noticias de ella, se comunicó con Aguilar Soto, quien le dijo que Catalina “no había dejado planteado de vuelta”. “Me dijo que había ido al Olmos y la estuvo esperando ahí pero como no apareció se volvió a su casa”, recordó Ezequiel. Por esto mismo, llamó a la madre de la joven y las alarmas se encendieron en la familia. Luego, volvió a hablar con el amigo de la influencer, pero el ahora detenido continuaba diciendo que no había visto a su amiga.
El novio comenzó a sospechar del acusado después de percatarse de que la ubicación del celular de Catalina la situaba “hacía 25 minutos en la casa de Néstor”. Así, volvió a llamarlo para pedirle que revise los alrededores de su domicilio. “Él no me dio respuesta, no recuerdo exactamente qué me dijo pero como que se hizo el desentendido, como que él no sabía nada”, mencionó, por lo que se dirigió hasta el lugar y ahí fue donde se encontró con el asesino de su novia.
Una vez en la casa de Aguilar Soto, Ezequiel recordó: “Me contestó que no tenía idea, me volvió a decir que la había esperado en el Olmos y como ella no llegó, se volvió a su casa”. De esta manera, decidieron ir a buscar juntos a la joven. Con respecto a cómo se actuaba el asesino en ese momento, el novio de la víctima dijo que “estaba súper tranquilo, en ningún momento se mostró nervioso ni alterado”.
Siempre en línea con el relato del joven, a los pocos minutos, la hermana de Catalina llamó a Ezequiel y el que atendió fue Néstor. “Él dijo ‘uuuhhh’ y me pidió que estacionara. Lo hice y me pasó mi teléfono, ahí su hermana me confirmó que Cata estaba muerta”, lamentó y señaló que el mismo asesino “dijo que no lo podía creer”
El imputado se mantuvo en esa actitud durante toda esa noche. Incluso, fue hasta la comisaría con la familia y declaró no haber visto a la víctima. Sin embargo, todo cambió cuando la Policía comenzó a indagar aún más sobre lo que pasó esa noche.
En ese momento, las inconsistencias comenzaron a hacerse notorias. Cuando le consultaron sobre cómo regresó hasta su casa desde Olmos, el imputado “empezó a notarse nervioso, se quedó en silencio y tildado sin poder dar respuesta del horario en el que regresó a su casa”, tal como dijo el oficial que lo entrevistó y quedó asentado en el expediente. Frente a la presión de los agentes, terminó por confesar.
En este momento, se encuentra detenido en la cárcel de Bouwer a la espera de que se realice el juicio luego de que Mana concluyera la investigación preparatoria y presentara la solicitud para iniciar el proceso en su contra.
“La defensa -a cargo del abogado Gastón Schönfeld- no realizo ningún planteo y se pidió la elevación con la calificación que sostuvimos desde un principio: homicidio doblemente calificado por violencia de género y alevosía”, explicó el fiscal del caso en diálogo con este Infobae. Aguilar Soto aceptó la acusación en su contra: esto evitó que se dilataran los tiempos de la investigación. Ahora, deberá repetirlo en un juicio oral.