Lo primero que sintieron los policías que llegaron a la dirección indicada fue un fuerte olor a podrido. Luego, vieron sangre correr por las hendijas de la casa ubicada en la localidad bonaerense de Berazategui. De inmediato, dieron aviso al fiscal Christian Granados, quien ordenó un allanamiento de urgencia, con previo aviso al juez de Garantías.
Al entrar, los agentes se toparon con una escena dantesca que parecía extraída de una película de terror: vieron el cuerpo de un caballo colgado de un gancho, montones de vísceras esparcidas por el suelo, huesos con restos de carne todavía adherida, cabezas de caballo y hasta un perro muerto sobre una bolsa de residuos. En grandes tachos azules, había pedazos de animales carneados listos para despachar.
La entrada de los policías también sorprendió a las ocho personas que faenaban, en ese mismo momento, un equino que había sido robado de un campo del partido de San Vicente con hachas, machetes, motosierras y grandes cuchillas. Tenían, además, la ropa manchada con sangre.
En otro sector del amplio patio de la propiedad ubicada en la calle 160, entre 30 y 29, había tres carneros, un toro y aves. Aún estaban vivos, pero en muy mal estado. La banda, además, acumulaba autopartes. Los detuvieron a todos. El titular de la UFI N°2 los indagó este jueves por asociación ilícita, encubrimiento agravado y maltrato animal.
Una fuente del caso describió al sitio allanado como “un frigorífico casero y clandestino a cielo abierto”. Sospechan que las partes de los animales eran comercializadas, aunque aún no pudieron determinar a quién o quiénes se vendían los cortes. Al mismo tiempo, investigan si el grupo también se dedicaba al robo de los animales. Algunos de ellos tendrían antecedentes por abigeato.
“Encontramos una camioneta Toyota Hilux con un trailer de color naranja y amarillo con los que creemos que trasladaban los caballos robados, pero todavía esta información no se pudo constatar”, explicó la fuente del caso.
La organización fue desmantelada tras la denuncia del influencer Fundación Planeta Vivo Argentina, Fernando Pieroni, quien dio avisó a la Justicia de un mensaje que le llegó y que dio cuenta de la actividad que se desarrollaba en ese punto del sur del conurbano bonaerense.
Al mismo tiempo, la Policía Bonaerense buscaba un caballo judicializado que había sido robado a Zoonosis de Quilmes.
“En los años que vengo luchando por los derechos de los animales, nunca viví algo así, lo cual reafirmó mi creencia de que para algunos seres humanos no existen límites en su capacidad de hacer el mal”, escribió Pieroni en su último posteo en Instagram luego de asistir al lugar.
“Las herramientas para asesinar en el suelo, cuchillos oxidados, hachas, machetes, sierras, el agua estancada mezclada con sangre, sentir escalofríos en todo el cuerpo, no poder sacarme el olor a muerte, mucho menos las miradas penetrantes de los que durante, vaya a saber cuántos días, veían como asesinaban a otros esperando lo inevitable, sin poder hacer nada”, describió.
“Los animales rescatados fueron trasladados para recibir atención y rehabilitación, mientras que los responsables fueron procesados y quedaron detenidos”, indicó en la publicación y cerró: “Lo que se vio en este domicilio sucede con millones de animales en todo el mundo dentro de los mataderos, la única diferencia es que no se ve, solo eso…”.