Los diez ex alumnos que denunciaron haber sido abusados sexualmente en el Colegio del Salvador de la Ciudad de Buenos Aires entre 2000 y 2003 recurrieron a la Corte Suprema de Justicia para evitar que prescriba la causa contra César Fretes, el tutor del establecimiento, y otras autoridades de esa entidad educativa.
El reclamo ocurrió tras un fallo de la Cámara Nacional de Casación Penal, que declaró extinguidos los plazos.
Al mismo tiempo, los camaristas resolvieron que las víctimas tenían derecho al denominado juicio por la verdad. Se trata de un proceso al que se puede recurrir cuando la causa está prescrita y que tiene como objetivo que se pueda conocer, a partir de los relatos de las partes, qué fue lo que sucedió. Se realiza de manera oral y no tiene consecuencias penales
Tras la resolución, en un recurso extraordinario presentado al máximo tribunal y al que tuvo acceso Infobae, el abogado Pablo Mayer, que representa a los ex alumnos, reclamó que el proceso penal continúe. Como argumento principal, mencionó artículos de la Convención sobre los Derechos del Niño, la Convención de Belém do Pará, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el Pacto de San José de Costa Rica y las Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia de Personas en Situación de Vulnerabilidad.
El abogado remarcó que esos tratados internacionales, a los que se encuentra adherida la Argentina, “tornan imprescriptibles los delitos de abuso sexual perpetrados sobre menores”.
La imputación alcanzó a Rafael Velasco, ex rector de la institución en el periodo denunciado, y a su vice, Ricardo Moscato, entre otras autoridades. Sus defensas apelaron la resolución de la Cámara en cuanto a la realización de un juicio por la verdad.
En marzo del año pasado, se llevó a cabo el allanamiento del colegio de los jesuitas con el objetivo del secuestro de documentación vinculada al expediente, en el que intervienen Alfredo Godoy, a cargo del Juzgado en lo Criminal y Correccional N°59 y el fiscal Santiago Vismara.
En un comunicado, tras el procedimiento, el Colegio aseguró que Fretes “no era más religioso de la Compañía por haberlo dimitido mediante el decreto del 20 de junio de 2007″, y que se le notificó dos días después. También detallaron que “fue separado de inmediato de sus funciones en el Colegio del Salvador al conocerse la primera denuncia hacia finales del año 2003″.
El caso
En julio de 2022, dos ex alumnos denunciaron públicamente que habían sufrido abusos por parte de Fretes. Tras esas declaraciones en medios de comunicación, se sumaron otras víctimas y en la actualidad son más de 30 las personas que aseguraron haber sido abusadas por el religioso, que murió en 2015.
La difusión del caso llevó a unas diez ex estudiantes a iniciar acciones legales contra las autoridades del Colegio del Salvador y la Compañía de Jesús, por considerarlos partícipes necesarios de los delitos de abuso sexual, corrupción de menores y encubrimiento agravado.
“A lo largo de sus años como tutor, así como acompañante en retiros espirituales y campamentos, Fretes abusó sexualmente de, al menos, 42 alumnos de la institución, que –para la época de los acontecimientos- tenían entre 10 y 12 años”, indicó la denuncia.
Pablo Mayer explicó: “Entre el 2000 y 2003, Fretes era el tutor de los alumnos de sexto grado. Había sido designado para que los estudiantes se adapten al nuevo paso escolar: el secundario”.
“Lo curioso es que, en 1999, Velasco ya había recibido denuncias de los padres de tres alumnos abusados. De haber hecho algo al respecto se habrían evitado más de 40 víctimas”, consideró el abogado en diálogo con este medio.
“Como patrón común, Fretes construía un vínculo de confianza con los niños, quienes veían en él una figura de acompañante por su rol de tutor, además de que era el encargado de impartir la “Educación para el amor”, una suerte de educación sexual que lo habilitaba para indagar en cuestiones relativas al desarrollo y la sexualidad de los estudiantes”, detalló la denuncia.