Los videos y la denuncia que Lucila Cassiau presentó contra Néstor Ortigoza por violencia de género fueron suficientes para que el pasado 22 de agosto la Justicia dictara una orden de restricción perimetral contra el dirigente de San Lorenzo. Sin embargo, el ex futbolista tardó menos de un mes en incumplir la medida cautelar y acercarse a su ex pareja. Y debido a reiterados episodios similares que tuvieron lugar en las últimas semanas, los abogados de la víctima ya pidieron su detención.
El hecho principal que alertó a la denunciante y su entorno ocurrió el pasado 13 de septiembre, a 26 días de que se le prohibiera al ex jugador de el Ciclón circular a menos de 300 metros de la mujer o acercarse a su vivienda. Según confiaron fuentes del caso a Infobae, se trató de un momento violento y de suma tensión que transcurrió en horas de la tarde e incluyó contacto físico.
La violación de la perimetral fue denunciada a la inmediatez en la UFI N°3 de Ezeiza, a cargo de la fiscal Lorena González, quien lleva adelante la causa en la que Ortigoza está acusado por daño en contexto de violencia de género. No obstante, no se dispusieron mayores medidas para reforzar la protección de Cassiau, que también cuenta con un botón antipánico y dice tener miedo por la seguridad de sus hijos, los dos menores de edad.
Tras esa secuencia, la ex pareja del jugador cambió su representación legal y la dejó en manos de los abogados Roberto Herrera y Mariano Di Giuseppe, quienes volvieron sobre ese episodio e hicieron una presentación judicial para solicitar la aprehensión de quien aún se desempeña como vocal de San Lorenzo, a pesar de la intención de la Comisión Directiva de que deje su cargo.
En el escrito al que accedió este medio, los letrados señalaron que lo sucedido “representa un riesgo concreto y actual para la seguridad de Lucila Cassiau” y especificaron que el incumplimiento de una medida cautelar, como lo es la prohibición de acercamiento, constituye el delito tipificado en el artículo 239 del Código Penal, que sanciona la desobediencia a órdenes judiciales.
“No se puede soslayar que, la denunciante efectivamente ha demostrado ser víctima de violencia por parte de su pareja, hechos que dieran origen, a las medidas de protección dispuestas, resulta imperante otorgar un marco de seguridad aun cuando la misma encuentra naturalizada la violencia, y más en el supuesto, en que existan niños, víctimas directas o colaterales del círculo de la violencia, siendo el interés superior del niño de orden público”, refirieron en el documento.
Y solicitaron: “La conducta del denunciado ha demostrado una clara intención de ignorar las medidas impuestas por el tribunal, lo que hace que la detención sea la única medida eficaz para garantizar el cumplimiento de la orden judicial y la protección de mi representado/a”.
Los abogados de Cassiau aún no obtuvieron respuesta de la Justicia ante esta petición. En diálogo con Infobae, Herrera admitió que dudan de que se vaya a hacer lugar a la solicitud. “Entendemos que si tenés un antecedente penal, deberían hacerlo igual. Porque vos, cuando tenés un antecedente, el segundo delito que cometas es a cumplir. Si son dos días, serán dos días. Si son cinco días, serán cinco días. Pero es a cumplir”, explicó.
Si bien todavía no hay precisiones con respecto a qué ocurrirá con el pedido de detención, el letrado adelantó a este medio que este jueves realizarán una nueva denuncia por otro hecho ocurrido en los últimos días, el cual también tiene que ver con un incumplimiento a la perimetral.
El episodio en cuestión ocurrió el lunes 7 de octubre, cuando la ex pareja de Ortigoza salió a hacer unas compras con sus hijos. Al regresar, notó que su camioneta tenía una goma pinchada. Cassiau no le dio demasiada importancia y simplemente acudió a una gomería para resolver el problema. Sin embargo, el especialista le advirtió que no se trataba de una rotura normal, sino que evidentemente había sido cometida a propósito.
“Estaba apuñalada”, confirmó su abogado tras analizar la abertura, que parece haber sido hecha con un arma blanca. “Lo que ella tardó en volver de hacer las compras le dio tiempo a que la rueda se desinflara, pero hubiera sido un peligro si manejaba con la goma en ese estado o si se iba a la ruta”, advirtió Herrera al respecto.
Más allá de las sospechas, no hay ningún elemento sólido para comprobar que el hecho haya sido cometido por Ortigoza o alguien de su entorno. No quedó grabado por ninguna cámara de seguridad y hasta el momento tampoco hay testigos que puedan constatarlo.
Sin embargo, debido al contexto que atraviesa la víctima en el marco de la causa por violencia de género, y teniendo en cuenta otros episodios previos, se realizará una presentación para reforzar las constantes situaciones de peligro que rodean a Lucila.