El principal sospechoso del asesinato de Marcela Mónica Vedda (54) ocurrido el pasado 11 de octubre en un albergue transitorio de Tandil, fue hallado muerto en una celda de la Comisaria 1° de dicha localidad. en donde se encontraba detenido.
Según informaron fuentes de la seccional policial a medios locales, Mariano Wanderkauven de 42 años, quien fuera pareja de Vedda, se habría quitado la vida este martes en su celda. Por la muerte, la Justicia ordenó la realización de una autopsia para confirmar la sospecha de suicidio por ahorcamiento.
El pasado 12 de octubre el cuerpo de la mujer marplatense fue hallado sin vida dentro de una habitación de un hotel de la ciudad cercana a las sierras, como producto de una asfixia. Por el brutal femicidio se encontraba privado de libertad su pareja, Mariano Wanderkauven, con quien mantenía una relación desde hacía cinco años y que en 2020 habían decidido dar un paso adelante a través del compromiso.
La mujer de 54 años trabajaba como repartidora para una aplicación de delivery en la ciudad de Mar del Plata y tenía dos hijos, un joven de 24 años y una chica de 20, producto de una relación anterior.
El hombre había sido arrestado horas después del asesinato, tras presentarse en una comisaría para reportar la pérdida de un documento. Fue en ese momento que las autoridades policiales se dieron cuenta que se trataba del sospechoso del homicidio de Vedda, por lo que procedieron a detenerlo antes que pudiera escapar. El imputado se había negado a declarar ante el fiscal del caso, Guillermo Vaticano.
Según los resultados de la autopsia, la mujer marplatense de 54 años había fallecido a causa de una falla neurológica aguda provocada por una asfixia mecánica. En tanto, la investigación siguió su curso y la UFI N°21 caratuló la causa como “femicidio”.
Los antecedentes
Esta no había sido la única vez que Mariano Wanderkauven actuaba con violencia sobre Marcela. Según fuentes judiciales consultadas por Infobae la pareja atravesaba etapas de enamoramiento seguidas por episodios de violencia, rupturas temporales y posteriores reconciliaciones. Este ciclo tóxico derivó en el femicidio que conmocionó a toda la comunidad de Tandil.
Al momento de la investigación se supo que la mujer en septiembre pasado había sido victima de un ataque perpetrado por parte del único detenido por el caso, en condiciones similares a este último suceso. En dicha oportunidad el brutal acto se había dado en otro hotel alojamiento de Mar del Plata a tan solo un mes del femicidio.
Según la denuncia presentada en ese momento, Wanderkauven la golpeó salvajemente, propinándole un cabezazo y sujetándola fuertemente del cuello. También le rompió el celular, un indicio del control que ejercía sobre ella. Por ese hecho, fue imputado por lesiones leves agravadas por el vínculo y daños, y esa causa seguía en trámite, con una requisitoria de elevación a juicio, de acuerdo a lo que pudo saber este medio.
Desde el entorno de Vedda también dejaron trascender que el imputado golpeaba a la víctima y le robaba el celular para que no se comunicara con su familia. A través de las redes sociales una mujer, que se identificó como la ex pareja del ahora fallecido, trató al hombre de violento describiéndolo como “súper agresivo” que solía maltratarla frecuentemente, motivo por la cual había decidido dejarlo.
Vedda y Wanderkauven se habían comprometido hacía casi cuatro años atrás y para celebrar dicho acontecimiento el femicida había subido un posteo a su perfil de Facebook con una dedicatoria que decía: “Hoy, felizmente y juntos, unimos nuestros corazones en compromiso y juramos amarnos con respeto. Dios nos bendiga”.