A metros de Tribunales II en Córdoba, efectivos de la Policía de Robos y Hurtos arrestaron a un sospechoso de participar en el asesinato del empresario Gustavo Poletti, ocurrido el 27 de septiembre en La Calera, provincia de Córdoba. Las autoridades lo detuvieron cuando se dirigía al estudio de su abogado defensor para, presuntamente, entregarse a la Justicia.
El detenido está imputado por homicidio en ocasión de robo, mientras los investigadores continúan la búsqueda del resto de los posibles implicados en el caso. El primer arrestado por el hecho se llama a Alejandro Luciano Torres Herrera y tiene 29 años, de acuerdo a lo consignado por La Voz. Poletti, de 59 años, fue encontrado sin vida en una vivienda de la calle Olcese.
Cuando fue hallado, el empresario estaba maniatado, con una media en la boca y una bolsa sobre la cabeza. Según la fiscalía, los primeros indicios sugieren que el hombre falleció por asfixia, derivada de un paro cardíaco, tras haber sido sometido a torturas antes de morir. El hallazgo del cuerpo de Poletti se produjo tras la llamada al 911 de un hombre que conocía a una amiga cercana de la víctima. La preocupación surgió porque la víctima no respondía a sus mensajes desde hacía varias horas.
Al llegar al lugar, la policía notó que la vivienda no presentaba signos de que la puerta principal hubiera sido forzada. Sin embargo, dentro de la casa encontraron un desorden generalizado y un daño en la reja de una ventana trasera, lo que se convirtió en una pista relevante para la investigación. Tal como contó Infobae, la fiscal Jorgelina Gutiez ordenó realizar una autopsia para determinar con precisión las causas de la muerte de Poletti. El informe confirmó que el empresario murió de forma violenta. La autopsia reveló que la víctima tenía signos de tortura, estaba atada de pies y manos, y la causa del deceso fue asfixia, como consecuencia de un paro cardíaco, señalaron desde la fiscalía, según lo informado por Cadena 3.
La investigación se centra en la posibilidad de que el ataque no fue un simple robo. La fiscalía considera que los autores del hecho podrían haber tenido conocimiento previo sobre la presencia de una gran cantidad de dinero en la vivienda de Poletti, lo que refuerza la teoría de un crimen premeditado o por encargo. Las fuentes judiciales postularon que no se descarta que los delincuentes hayan planificado el golpe con anterioridad, dada la metodología empleada.
Poletti formaba parte de varias empresas dedicadas a la construcción y el desarrollo inmobiliario desde 2015. Su actividad principal se concentraba entre México y Argentina, ya que, según una fuente policial, “iba y venía del país” con frecuencia. Su cuerpo fue hallado en su casa en La Calera, en medio de un ambiente desordenado, lo que sugiere que los atacantes habrían buscado algo específico.
El asesinato de Poletti conmocionó a la comunidad de La Calera y generó una exhaustiva investigación centrada no solo en los ejecutores materiales, sino también en la posible participación de autores intelectuales. La fiscalía considera que el conocimiento sobre la rutina del empresario y la precisión del ataque podrían implicar la participación de personas cercanas a su entorno.
Córdoba: una mujer adhirió cocaína y psicofármacos al cuerpo de su hija para ingresarlos a una cárcel
Una mujer de 25 años fue arrestada en Córdoba por intentar ingresar cocaína y psicofármacos a la prisión de Cruz del Eje utilizando a su hija de 8 años, según informó el Ministerio Público Fiscal, que dirigió el operativo junto con el personal del Complejo Carcelario N° 2 Andrés Abregú.
La operación quedó al descubierto tras una minuciosa investigación realizada por una brigada de la Fuerza Policial Antinarcotráfico de la provincia. Recientemente, la mujer fue sorprendida al intentar pasar los controles de la prisión durante las visitas. Creyó que su hija no sería revisada, pero los agentes encontraron 365 dosis de cocaína y 67 comprimidos de psicofármacos escondidos en dos bolsas adheridas al cuerpo de la niña.
Los investigadores afirman que la mujer planeaba entregar las sustancias a su pareja, un interno que cumple una condena por robo calificado. Finalmente, las autoridades trasladaron a la detenida a la sede judicial correspondiente, donde la imputaron por el delito de entrega de estupefacientes a título oneroso, doblemente agravado y en grado de tentativa.