El 1° de agosto pasado, el gobierno de la Ciudad denunció al titular de una Ferrari gris GT 456 que realizó una maniobra peligrosa sobre la Avenida Lugones, lo que luego derivó en una investigación en la que el dueño del auto de lujo fue imputado por la Justicia. En el marco de ese expediente, el perito designado por el fiscal Matías de Sanctis, titular de la Fiscalía N°7 porteña, y el que puso el acusado coincidieron en sus conclusiones: no fue responsabilidad del conductor, según pudo saber Infobae de fuentes del caso.
“Con este resultado de la pericia, no se pudo avanzar con el proceso penal contra el acusado y la causa fue archivada”, destacaron las fuentes consultadas.
Como parte de la investigación del fiscal De Sanctis para establecer las responsabilidades del conductor, un empresario de 60 años, se le hizo un pedido al Automóvil Club Argentino (ACA) para que designara a un perito especializado “que pueda constatar el tipo de maniobra que hizo el acusado en ese auto específico”, explicaron a este medio.
Así, desde el ACA le enviaron al fiscal un perito de la Comisión Deportiva Automovilística, mientras que la defensa del empresario acusado puso a un piloto de autos como especialista. “Los dos dijeron lo mismo, coincidieron en que ese tipo de auto no tiene control de tracción”, detallaron las fuentes que tuvieron acceso a esos informes.
Y agregaron que ambos peritos describieron que “en el video se ve que, cuando intenta acelerar, pisa una línea blanca y que, tranquilamente, pudo haber perdido el control del coche porque ese tipo de vehículo no tiene control de tracción”. En esas conclusiones estimaron que la maniobra imprudente no fue voluntaria, sino por un tema técnico de esa Ferrari.
Ya lo había avisado el conductor cuando presentó un descargo ante el fiscal De Sanctis al verse imputado del Artículo 193 bis del Código Penal, que reprime con 6 meses a 3 años de prisión, e inhabilitación especial para conducir por el doble del tiempo de la condena.
“Dijo que el auto se le escapó, porque no tiene control de tracción. Que la maniobra riesgosa fue involuntaria”, fue, palabras más, palabras menos, el texto que presentó el empresario al que ahora le archivaron la causa en su contra. Muchos especialistas habían sido los que consideraron esa posibilidad: que el trompo fue por no saber manejar un auto de esas características.
El empresario enfrentaba, en caso de que la causa prosperara y de que hubiera sido hallado culpable, una pena de 6 meses a 3 años de prisión, e inhabilitación especial para conducir por el doble del tiempo de la condena, ya que el fiscal Sanctis le había endilgado el delito contemplado en “una situación de peligro para la vida o la integridad física de las personas mediante la participación en una prueba de velocidad o de destreza con un vehículo automotor, realizada sin la debida autorización de la autoridad competente”, según reza el CP.
Hay que recordar que si bien el fiscal no pudo corroborar quién iba al volante del coche al inicio del caso, el dueño de la Ferrari se había presentado con su abogado, se había puesto a disposición de la Fiscalía, sin aclarar si conducía él o no.
Mientras tanto, la Ferrari, que según los datos disponibles en la Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad del Automotor se encuentra radicada en la provincia de Santiago del Estero; ha estado todo este tiempo con una faja de seguridad del Ministerio Público Fiscal Porteño. Las llaves y la documentación había sido secuestradas.
Hay que recordar que ese 1° de agosto pasado, la Ferrari 456 GT, modelo 1997, fue filmada cuando realizaba temerarias maniobras por el carril central de la Avenida Lugones, a la altura de la estación Ciudad Universitaria del Ferrocarril Belgrano, en inmediaciones al estadio Monumental, en sentido a capital.
Para ese entonces, esa Ferrari contaba, al menos, con dos multas por alta velocidad en CABA y en la autopista Panamericana. La primera sanción correspondía al 28 de marzo pasado, luego de las 18. Se labró sobre la avenida Cantilo, donde la máxima es de 100 kilómetros por hora. En esa oportunidad, fue registrada a una velocidad media de 139,8 Km/h.
Luego, fue detectada, el último 1° de abril. Fue registrado por las cámaras de la municipalidad de Vicente López sobre la colectora de la autopista Panamericana, donde la máxima es 80 km/h y el velocímetro de la Ferrari superó los 117 km/h. Por esa falta, se emitió una multa de 170 mil pesos.