“Yo sé quién sos, y yo no te voy a venir a vender fruta, y menos voy a venir a hablar con alguien de tu tamaño, de tu clase, ¿Me entendés? Sos una persona poderosa y poner en riesgo mi pellejo, ¿de qué me vale? ¿De qué vale perder mi tiempo y poner en riesgo mi vida?”. Darío Monges pronunció esas palabras, quizás, para intentar torcer su destino. Sentado junto a él, en una larga mesa de sillas vacías, lo escuchaba el temible narco Cristian “El Gringo” Palavecino que, en ese momento, estaba prófugo de la Justicia.
Poco después de ese encuentro, en algún punto de Orán, Monges, que se desempeñaba como asesor político en Salta, apareció muerto. Ocurrió el 3 de septiembre de 2022, cuando su cuerpo fue hallado dentro de su Ford Eco Sport con cinco balazos en la cabeza.
El video, al que tuvo acceso Infobae y que fue extraído del teléfono del “jefe de sicarios” por Gendarmería, impacta por su crudeza: en una primera secuencia, se puede ver a dos hombres, fuertemente armados, requisar a Monges. Llevan barbijo y guantes negros.
En la siguiente escena, aparece “El Gringo”, con una escenográfica presencia: abre la puerta con ímpetu, lleva camisa y sombrero texanos. Los pasos de sus botas retumban mientras camina y saluda a cada uno de los soldados apostados en el lugar. “Patrón”, lo llaman al tiempo que le estrechan las manos. La visita, por su lado, se levanta de su asiento y espera su turno, como si estuviera en presencia de una persona de una eminencia. Cuando el narco llega a su lado, le sonríe tímidamente.
Lo que sigue es una charla en la que tocan temas variados, pero se detienen en los supuestos contactos políticos de Monges y en el rol de enlace con funcionarios que dice cumplir para el narco. “Vos me has pedido el primer coso y yo fui y te lo cumplí ¿Me entendés? Lo que yo hice, que por ahí se malinterpretó todo que, no va al caso, pero yo lo único que hice fue cumplirle a esta persona para que vean que vos cumpliste, que ahí les interesaban, que ellos vean que cumpliste y que sos una persona seria”, le aclara.
“Como yo también tengo un montón de contactos allá de gente localista, ya lo llamé a él, te doy el nombre Ángel. Con uno, que maneja el mercado de allá, le dije: “Mira, necesito tanto” ¿para qué hora? En un ratito le digo, fui y le dejé la moto, le dejé los papeles y le llevé la plata ¿Me entendés? Claro, me cobra los intereses, no me importa, me hago cargo yo. Yo no te lo estoy pidiendo a vos, yo tengo que cumplir por vos porque yo te dije, yo estoy empezando a trabajar con vos y vos me has dicho, yo quiero que trabajemos, que me dabas un sueldo, que me pagabas un sueldo. Yo te dije, te estoy demostrando cómo trabajo yo. A mí me gusta dar soluciones, no problemas, yo creo que eso es lo mejor porque cuando vos digas: che Darío, ¿podrías solucionar algo en Córdoba?, o a donde se te plantee el problema, yo me voy a ir lo que sea, y me voy a resolverte el problema porque gracias a Dios… Nosotros hemos hecho convenios con el gobernador de Córdoba, cubre en todos lados ¿Me entendés? Gracias a Dios estamos bien. Yo no te voy a venir a mentir nada”, intenta convencerlo.
Desde fines de julio de este año, los jueces Marta Liliana Snopek, Federico Santiago Díaz y Mario Marcelo Juárez Almaraz del Tribunal Oral Federal N° 1 de Salta escuchan testigos y peritos con el fin de esclarecer el crimen de Monges, quien participó en campañas y llegó a cumplir tareas en la secretaría de Gobierno de la Municipalidad de Salta.
En el debate, están siendo juzgados Roberto Catalino Bejarano y sus hijos Santiago Ismael y Roberto David, sindicados por la fiscalía como los sicarios que ejecutaron al colaborador político.
Esta semana, se proyectaron los videos que fueron extraídos por Gendermería del teléfono de Palavecino, secuestrado en el marco de otra causa por la que fue capturado, en octubre de 2023.
El material que se ventiló en la sala, también mensajes y audios, prueba el vínculo entre la víctima y funcionarios, contactos de los que Monges hace gala y se jacta en la charla. Entre ellos, el de Benjamín Cruz, ex secretario del Ministerio de Seguridad y Justicia de Salta.
Los chats ponen de manifiesto la gestión que le permitió a Monges ingresar, en junio de 2022, a la Unidad Carcelaria 3 de Orán, como abogado de esa cartera (aunque no lo era) para visitar, fuera del horario establecido, a Alejandro “Cabezón” Díaz, un asesino a sueldo, muy cercano a Palavecino.
Fuentes de la investigación indicaron a este medio que Monges prometió mejoras en las condiciones de encierro del sicario. Por el contrario, el interno fue trasladado a una prisión con mayores restricciones. Una de las hipótesis indica que ese traspié fue su sentencia de muerte.
En un video que el narco difundió, en enero de 2023, para exigir la liberación de su hijo, buscó torcer la voluntad de los investigadores con la promesa de que guardaba material que comprometía a las esferas del poder salteño. En un fragmento de la grabación, se puede escuchar la voz de Monges, a modo de ejemplo del tipo de grabaciones que tenía en su poder.
Días atrás, Palavecino pasó a integrar el listado de los presos más peligrosos del país al ser trasladado a un pabellón de alto perfil del Servicio Penitenciario Federal. En el anuncio, la ministra Patricia Bulrrich, en redes, lo denominó “amo y señor de la criminalidad en Orán, Salta”. Además, lo responsabilizó de las amenazas de muerte al procurador de Salta.
“Desde la cárcel provincial tenía un plan de conspiración contra el procurador de Salta, Pedro García Castiella, y toda su familia, y planeaba fugarse. Ya no podrá hacer nada de lo planeado. Ahora va a estar aislado bajo el Sistema para Presos de Alto Riesgo. Se le acabó la joda. Las cárceles no son más refugio de delincuentes, amenazadores y asesinos”, cerró la Ministra en “X”.