Brutal travesticidio en Ensenada: qué reveló la autopsia

El agresor, identificado como Jhonatan Quintana, fue detenido por la Policía Bonaerense a bordo de un camión a 15 metros del cuerpo. El fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta lo imputó por femicidio

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Quintana, el sospechoso, tras ser detenido
Quintana, el sospechoso, tras ser detenido

Un brutal crimen ocurrió a las 2:30 de ayer jueves en la zona de Camino Regatas de Ensenada. Florencia Luna Reinaldi, una travesti, trabajadora sexual, fue asesinada a golpes por un posible cliente. Su cadáver fue descubierto luego de un llamado al 911 en medio de un pastizal, precedido por marcas de arrastre en el pavimento, un paso de sangre en el piso.

A 15 metros de sus restos, la Policía Bonaerense encontró a su presunto asesino: Jhonathan Ariel Quintana, un hombre de 34 años oriundo de Punta Lara, ex empleado de una empresa de seguridad privada, temblaba nervioso en la cabina de un camión Mercedes Benz blanco. Lo arrestaron de inmediato. Sobre la caja del camión encontraron el arma que le dio muerte a Florencia Luna: un caño de hierro de 60 centímetros de largo.

El expediente para esclarecer el hecho está a cargo del fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta. Se descubrió que Quintana ya tenía una historia de violencia; había sido acusado en una causa por lesiones y amenazas agravadas a fines de septiembre último. A comienzos de la noche de ayer, Condomí Alcorta lo imputó por femicidio y ordenó que quede detenido, en una causa instruida en tiempo récord. Tomó testimonios. El hombre que convivía con Florencia, que la vio irse a su muerte, declaró que presenció cómo la víctima fue abordada por Quintana el miércoles a las 21:30 en la esquina de 1 y 63 en La Plata, para llevarla en el Mercedes Benz blanco a un hotel en la calle 115.

También, está el resultado de la autopsia.

El caño empleado para cometer el crimen
El caño empleado para cometer el crimen

El estudio, según documentos de la causa, reveló que Florencia fue asesinada a golpes en el cráneo. Se encontró “una herida cortante en la región temporal izquierda de 2 centímetros”. Lo que le causó la muerte inmediata, precisamente, fue la fractura del hueso parieto temporal bilateral. Antes de matarla, le rompió la nariz. Para matar a Florencia, según la acusación en su contra, el ex vigilador no solo usó un caño de hierro. Había cortes en las manos de la víctima, provocados por una tijera.

“De acuerdo a las características del hecho y en virtud de la conducta del imputado, existen indicios ciertos, graves y concordantes para presumir que el imputado intentara obstaculizar la justicia, ello así, ya que la naturaleza del hecho, coloca a las partes en una situación de desigualdad con base en la posición dominante de quien ejerce el poder a través de la violencia”, razonó Condomí Alcorta en su pedido de arresto.

A fines de agosto, otro asesinato ocurrió en un domicilio de la calle 531 en la zona de La Unión, también en la jurisdicción de La Plata. Allí, un hombre identificado como Emanuel Salomón, de 31 años, fue detenido por matar a golpes a su amigo, llamado Diego Martín Torti.

Un patrullero de la subcomisaría zonal de la Policía Bonaerense fue enviado al lugar tras un llamado al 911. Al llegar, los policías se encontraron con otro efectivo de la misma fuerza, que aseguraba que su hermano y dos sujetos más habían comenzado una pelea. En ese momento, Salomón escapó de la casa e intentó evitar a los policías. Así, corrieron tras él y lo capturaron a 200 metros del lugar del hecho. Allí, Salomón aseguró, según la versión policial, que mató a Torti.

Entonces, tras arrestarlo, los policías se dirigieron de vuelta a la casa: el cadáver de Torti yacía en la cocina, con la cabeza ensangrentada por varios golpes y un cortafierro oxidado de 30 centímetros de largo, el arma con la que se posiblemente se cometió el crimen.

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