La Justicia santafesina condenó este miércoles al mediodía a prisión perpetua a los cuatro acusados por el asesinato de Carlos Argüelles, un mecánico de 46 años que había sido miembro de la banda del capo narco Esteban Lindor Alvarado, luego declaró como “arrepentido” y terminó acribillado a tiros en su taller el 6 de septiembre de 2021.
Las condenas recayeron sobre Lautaro Nahuel Arena (22), Aldana Victoria Peralta (30), Rodrigo Ramón Varela (47) y Maximiliano Oscar Morel (32).
El fallo fue dado a conocer en el Centro de Justicia Penal por el tribunal integrado por los jueces Rodrigo Santana, Lorena Aronne y Hebe Marcogliese. El fiscal a cargo de la investigación, Luis Schiappa Pietra, aseveró en conferencia de prensa que las condenas “fueron importantes”.
“Son perpetuas en un caso muy sensible, porque había sido la muerte de una persona que había sido imputada y había declarado en la causa de Alvarado. Se pudo probar que el móvil de su homicidio estuvo relacionado con su declaración y lo que había aportado contra Alvarado, lo que había sellado su suerte. Eso, el tribunal lo dio por acreditado. Para nosotros es importante, hace a la calidad de la investigación”, ponderó Schiappa Pietra.
En la causa, de momento, no fue imputado Alvarado como presunto instigador. Ese recluso, actualmente, está alojado en el penal federal de Ezeiza, donde purga la pena de prisión perpetua de la Justicia provincial por el homicidio de un prestamista, balaceras, amenazas y lavado de dinero, y otra condena federal a 15 años de cárcel por un legajo por narcotráfico.
De acuerdo a la investigación, el día del crimen del mecánico los cuatro sospechosos hicieron inteligencia. A las 14, Arena y Peralta fueron a pie hasta el taller de Argüelles, ubicado en Garay y San Nicolás, y pidieron presupuesto para un trabajo de pulido de un Volkswagen Gol Trend negro. Fueron atendidos por Kevin Argüelles, hijo del mecánico, quien les sugirió que volvieran cuando estuviera su padre para hacer esa estimación.
Regresaron a las 16.52, pero en un Volkswagen Fox rojo con vidrios polarizados y no estaban solos. Según los testimonios en los que se basó la acusación, Morel iba al volante, Peralta como acompañante, Arena y Varela en los asientos traseros. Salvo el conductor, los otros bajaron e ingresaron al taller.
Schiappa Pietra señaló que volvieron a pedir un presupuesto, ya ante Argüelles, pero por un choque que tenía supuestamente la puerta trasera izquierda del VW Fox en el que llegaron al lugar. En ese momento, fue Arena el que sacó un arma de su cintura y efectuó los disparos.
Los cuatro involucrados fueron arrestados 23 minutos después del homicidio. En el interior del auto, la Policía de Santa Fe encontró una bomba molotov que, según los investigadores, iba a ser usada para prender fuego el auto.
La organización del crimen habría estado en manos de Aldana Peralta. El fiscal indicó que al momento del ataque estaba en pareja con Dardo Basualdo, un recluso que estaba en el pabellón 4 de la cárcel de Piñero, donde comparte lugar con Alejandro Isaías Núñez, alias “Chucky Monedita”, presunto capo narco que ya fue imputado como instigador de un fallido intento de homicidio de Argüelles, ocurrido en octubre de 2020.
Casualmente, “Chucky Monedita” también fue acusado en este juicio, pero resultó absuelto por el beneficio de la duda. Para él, el fiscal había pedido 14 años de cárcel por haber instigado el fallido intento de asesinato del mecánico en octubre de 2020, que no se concretó porque el sicario de su banda, Jonatan Ribles –ya con una pena a 12 años de prisión–, se quedó dormido el día en el que debía ejecutar la balacera.
Además de “Chucky Monedita”, Arena, Morel, Varela y Peralta hubo otro imputado. Se trata del taxista Jorge Inocencio Ojeda, quien también resultó absuelto. Sobre él, pesaba la sospecha de haber filtrado datos de los movimientos de Argüelles para que Ribles pueda matarlo a tiros en octubre de 2020. De todos modos, seguirá tras las rejas porque cumple una condena a 4 años de prisión por formar parte de la asociación ilícita de Alejandro Núñez.
El presunto jefe narco “Chucky Monedita” fue uno de los nombres más mencionados a nivel nacional en abril pasado, cuando un cuerpo de fiscales del Ministerio Público de la Acusación lo ubicó como presunto instigador de algunos de los crímenes perpetrados en marzo pasado, considerados como “narcoterroristas”, según palabras de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.