Ayer domingo, Aimara Neuquén, una joven de 19 años, fue hallada muerta por su pareja, ahorcada en el baño de la casilla donde vivía en la zona de la megatoma de Los Hornos. Tras bajar el cuerpo, que pendía de un tirante en el techo, su pareja, un hombre de 31, reportó la muerte a la Policía Bonaerense, con un llamado al 911.
Así, un patrullero llegó al lugar. Para los agentes no pasó desapercibido que el hombre tenía rasguños en codo; varios de los vecinos que se agolparon en el lugar, indignados, hablaron de las constantes peleas de la pareja y remarcaron que, justamente, esta madrugada habían escuchado a la chica gritar.
Así, el hombre quedó retenido por las autoridades en una causa por averiguación de causales de muerte a cargo del fiscal Martín Almirón, de la UFI N°8 de La Plata.
“Está claro que había agresiones recíprocas y que era una relación enmarcada en un contexto de violencia de género, pero será la autopsia lo que explique cómo murió la chica”, explicaron las fuentes consultadas por ayer por Infobae.
Hoy por la mañana, el fiscal Almirón pidió la liberación del detenido tras recibir los resultados del estudio al cuerpo. “La autopsia indica un fallecimiento por suicidio, con una ausencia de lesiones y de signos de defensa”, afirmó un investigador clave en el expediente.
Considerada la mayor del territorio bonaerense, los terrenos de la megatoma comenzaron a ser copados al inicio de la pandemia por COVID-19 por familias del conurbano. Luego, se transformaron en un campo de batalla de 160 hectáreas que enfrentaba a punteros políticos, desocupados, familias sin vivienda y vendedores de parcelas usurpadas por Internet.
La diáspora llevó a que el gobierno bonaerense anunciara un proyecto de urbanización y a que la municipalidad de La Plata solicitara el desalojo. El juez Alejo Ramos Padilla archivó la causa luego de concluir que no había delito. En los últimos tiempos, en esa zona los hechos de inseguridad se repiten
Un hombre murió apuñalado en la zona a fines de julio. Tras enterarse de lo sucedido, familiares y vecinos incendiaron la casa del presunto asesino. La autopsia reveló que la víctima, de 34 años, recibió cinco heridas de arma blanca: dos en el pecho y tres en el cuello. Se creyó en un primer momento que había seis personas involucradas en el hecho, producto de una aparente riña en el marco de una fiesta de consumo de drogas.