En los primeros seis meses del año, 9.659 fueron detenidas y alojadas en una comisaría o alcaidía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El dato representa un incremento en comparación al último semestre de 2023, y se mantiene la tendencia respecto a las zonas donde se producen más aprehensiones: las comunas 1, 3, 4 y 7.
La información surge a partir del informe semestral que publicó este jueves la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN), a través de su Departamento de Investigaciones. El organismo autárquico revisa el cumplimiento de los derechos humanos de los internos dentro el Régimen Penitenciario Federal y elabora estadísticas en ese ámbito.
El centro y el sur de la Ciudad fueron una vez más las zonas con mayor índice de detenciones. En la comuna 1 hubo 2.342, en la 3 fueron 1.083, en tercer lugar quedó la 7 con 846, y detrás la siguió la número 4, con 831 aprehendidos. La de menos incidencias fue la comuna 10, compuesta por los barrios de Villa Real, Monte Castro, Versalles, Floresta, Vélez Sarsfield y Villa Luro, con apenas 294 casos.
Así como se mantuvo la tendencia en el mapa del crimen, lo mismo ocurrió con los tipos de delitos que derivaron en detenciones. El 63,3% fueron delitos contra la propiedad (robos y hurtos, en su mayoría), el 9% delitos contra las personas, 8,6% fueron casos de resistencia a la autoridad y 5,3% delitos contra la administración pública.
Las infracciones a la Ley N° 23.737, de tenencia y tráfico de estupefacientes, representaron un 4,6% de las detenciones, mientras que solo un 2,8% de los aprehendidos fue imputado por violencia de género.
Características de las personas detenidas en la Ciudad
De los 9.659 presos en el primer semestre, 87,5% eran hombres, 11,8% mujeres y 0,6% travesti-trans. Además, el 67,2% del total tienen residencia en la Ciudad, mientras que el 28,1% vive en la Provincia de Buenos Aires. Por otra parte, la Procuración destacó que 1.489 personas se encontraban en situación de calle al momento de la detención, lo que representa un 15,4% del total.
En cuanto a la nacionalidad de los detenidos, revelaron que el 84,2% eran argentinos, 4,4% peruanos, 2,9% paraguayos, 2,6% chilenos y 2,1% colombianos.
El rango etario de 21 a 30 años volvió a ser el que más detenidos envuelve, con 3.628 casos, es decir el 46,1%. Los sigue la franja de 31 a 40, y en tercer lugar están quienes tienen entre 41 y 60 años.
Situación procesal de los detenidos
Durante el primer semestre de 2024, el 9,9% de los detenidos (960 personas) permanecían en comisarías o alcaidías luego de haber sido condenados. En tanto, el 72,2% esperaba resolución judicial respecto a su situación, y el 17,9% cumplían prisión preventiva.
Sobrepoblación y cupos máximos
Desde los cambios de disposiciones que hubo durante la pandemia para el alojamiento de presos, la cantidad de detenidos en dependencias de la Ciudad no dejó de crecer y esa tendencia se mantuvo en la primera mitad de este año.
La PPN destacó que al cierre del informe se encontraban habilitadas 35 alcaidías y el Centro de Contraventores, lo que brinda un cupo de 783 plazas. En tanto 19 comisarías vecinales se seguían usando para alojamiento, con una capacidad máxima para 243 personas.
La Ciudad comenzó el año con un total de 1.814 presos (entre comisarías y alcaidías), y a fines de junio se tocó un pico de 2.106 detenidos. Esto implica que, en ese momento, se excedió la capacidad al doble de lo estipulado: hubo 1.080 personas privadas de su libertad por encima del máximo establecido. El incremento se dio progresivamente y de forma sostenida a lo largo del semestre.
En cuanto a los privados de la libertad en calabozos de comisarías vecinales, la cantidad de detenidos fluctuó entre 445 y 503 durante todo el semestre. El informe destaca que aquellos que están “en espera de alojamiento” son quienes “padecen las más gravosas condiciones materiales, ya que permanecen esposados por periodos que pueden extenderse varios días, en “oficinas”, “quinchos”, “depósitos”, “lactarios”, “subsuelos”, “guardias internas”, entre otros, hasta tanto se resuelva su incorporación a un calabozo” de estas dependencias.
El relevamiento de la Procuración Penitenciaria de la Nación también hizo foco sobre el tiempo que permanecen detenidas las personas. Para las alcaidías, el promedio es de 137 días, pero detectaron un caso en el que el alojamiento se extendió hasta 2 años y tres meses.
En las comisarías vecinales el promedio baja a los 60 días, con 1 año y 5 meses con el máximo tiempo registrado este semestre. Además, el 4,7% del total se encontraban alojados en dependencias policiales de la Ciudad desde hacía más de un año.
“Las personas detenidas que se alojan en estas dependencias permanecen en condiciones de confinamiento constante en celda o pabellón, sin instancias de recreación, en pésimas condiciones materiales, recibiendo una escasa y deficiente alimentación, sin acceso a la asistencia a la salud y padeciendo desvinculación familiar y social debido a la falta de espacio para la realización de visitas, entre otras vulneraciones”, resaltó el reporte entre sus conclusiones.
“El alojamiento en estos espacios no permite garantizar los derechos básicos establecidos en la Ley 24.660 de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad para las personas detenidas. Así, aquellas personas que están procesadas y condenadas no acceden al tratamiento penitenciario –no existe instancias de trabajo o educación en las dependencias policiales– y su correspondiente régimen de progresividad”, completaron desde la Procuración.