Luego de haber protagonizado una persecución policial, un delincuente de 16 años fue detenido por la Policía bonaerense en La Plata. Una vez que el menor de edad fue reducido, se confirmó que se encontraba armado y que llevaba consigo una gran cantidad de celulares que habían sido robados.
El hecho ocurrió el jueves por la noche, cuando un escuadrón policial atrapó a un joven que intentaba evadir a la Justicia a bordo de una motocicleta a toda velocidad. Sin embargo, el escape fue frustrado en la zona de 66 y 141, en el barrio de Los Hornos, cuando los oficiales lograron esposarlo y secuestrarle una serie de elementos incriminatorios.
Según informaron las fuentes policiales, el menor de edad cargaba consigo una pistola calibre 22, una vaina servida y varios celulares que habrían formado parte del botín. Al mismo tiempo que indicaron que la motocicleta se trataba de una Zanella ZR, en colores rojo y negro, se comprobó que el vehículo había sido robado y contaba con un pedido de captura.
A pesar de que no se confirmó si el detenido fue identificado, este quedaría a disposición de la Justicia. No obstante, la Fiscalía a cargo de la investigación no informó si el menor será imputado, ni cual sería la carátula que le correspondería al caso.
La captura del ladrón menor de edad sucedió días más tarde de que el comerciante que había sido imputado por haber asesinado a un delincuente de 16 años que había intentado robar en su distribuidora de Tolosa fuera sobreseído por el juez Eduardo Silva Pelossi.
“Sobreseer por petición del Ministerio Público Fiscal en orden al delito de homicidio calificado por el uso de arma de fuego, en relación a los delitos acontecidos el 19 de abril de este año en la ciudad de La Plata”, indicaba la resolución publicada por el medio local El Día. El sobreseimiento había sido pedido por el fiscal Álvaro Garganta al argumentar que se había tratado de un acto en legítima defensa.
El hecho sucedió en la distribuidora “Don Otto”, donde estaban el dueño, dos empleadas y algunos clientes, cuando el delincuente asesinado y su cómplice habían intentado asaltarlos. Ante esa situación, el propietario fue a buscar un arma de fuego y cuando regresó vio que los delincuentes tenían en el suelo a las víctimas.
Durante un diálogo con la prensa, el abogado del comerciante, Marcelo Mazzeo, aseguró que el ladrón abatido había intentado dispararle a su cliente, pero que la bala no salió del cañón. “Su arma tenía una munición percutada”, apuntó Garganta, al explicar: “Mi cliente respondió cuando escuchó gatillar el revólver del delincuente”. Fue así como los disparos provocaron la muerte instantánea del joven, mientras que el segundo delincuente escapó del lugar.
Según precisó el informe de la necropsia practicada en la Morgue Judicial de La Plata, el ladrón recibió cinco disparos, de los cuales tres ingresaron por la espalda cuando había intentado escapar del negocio. Por este motivo, establecieron que el menor de edad murió producto de un “shock hipovolémico, secundario a lesión pulmonar, cardíaca y de los grandes vasos, producidas por herida de proyectil de arma de fuego”.
En línea con esto, describieron que el asaltante contaba con “múltiples lesiones por pasaje de proyectil, de arma de fuego en tórax, región escapular, inguinal, sacra y glúteo derecho”, por lo que concluyeron que las heridas de bala provocaron “lesiones de órganos vitales como pulmones, ruptura cardiaca y grandes vasos, produciendo un hemotórax masivo bilateral, hemopericardio y sangrado en retroperitoneo, que conduce a un shock hipovolémico, siendo esto la causa del fallecimiento”.
De esta manera, los peritos señalaron que una de las tres heridas ingresó por un músculo ubicado en la zona del hombro y realizó una “trayectoria de abajo hacia arriba y de derecha a izquierda, a modo de sedal, sin ingresar a cavidad torácica, con salida por orificio a nivel escapular izquierdo”.
Por su parte, otro de los disparos que recibió el delincuente entró “a nivel de región dorsal derecha de tórax, con trayectoria de atrás a adelante, de derecha a izquierda y de abajo hacia arriba”. En este caso, la bala sí ingresó a la cavidad torácica.
Mientras que la tercera bala ingresó por la zona del sacro con trayectoria horizontal, de atrás hacia adelante ligeramente hacia arriba, el cual generó “lesión ósea, y compromiso de estructuras vasculares de retroperitoneo”, el cuarto disparo fue en el glúteo derecho. Por último, el quinto balazo dañó la región inguinal izquierda.