José Alberto Mana, titular de la Fiscalía de instrucción del Distrito I, turno 3, del Ministerio Público Fiscal de la provincia de Córdoba, pidió elevar a juicio este martes a Néstor Aguilar Soto, el principal acusado de asesinar el pasado 17 de julio a la influencer Catalina Gutiérrez, con quien mantenía una amistad y eran compañeros de facultad.
El requerimiento de elevación a a juicio de Aguilar Soto fue confirmado hoy miércoles a Infobae por el propio Mana, quien en menos de tres meses concluyó la investigación penal preparatoria de la causa y presentó la solicitud para iniciar el proceso contra el imputado.
“La defensa -a cargo del abogado Gastón Schönfeld- no realizo ningún planteo y se pidió la elevación con la calificación que sostuvimos desde un principio: homicidio doblemente calificado por violencia de género y alevosía”, explicó el fiscal del caso en diálogo con este medio. Aguilar Soto aceptó la acusación en su contra: esto evitó que se dilataran los tiempos de la investigación. Ahora, deberá repetirlo en un juicio oral.
Dada la calificación, la pena máxima en expectativa es la de prisión perpetua.
El crimen
El 17 de julio pasado, Catalina tenía previsto encontrarse con sus amigas, pero nunca llegó. Según se cree, se dirigió a la casa del imputado, que dentro de su propiedad cometió el crimen y luego intentó desechar el cuerpo.
La desaparición de la joven fue denunciada por su familia cerca de las 21, alertados por no tener noticias de la estudiante.
Finalmente, Catalina fue encontrada muerta a la madrugada siguiente, en un descampado de la capital cordobesa. Su cuerpo estaba dentro de un Renault Clio que estaba estacionado sobre la calle Pedro Echagüe 3900, en el barrio Ampliación Kennedy.
Horas después del hallazgo, personal de la policía provincial detuvo a Aguilar Soto, un amigo cercano de Gutiérrez y con quien estudiaba en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Córdoba. El joven, de 21 años y oriundo de Bariloche, provincia de Río Negro, se presentó ante la Justicia un día después del crimen para declarar como un conocido y terminó confesando el crimen.
“Era el amor de mi vida”, indicó.
Según precisó el informe preliminar de la autopsia, Catalina murió a causa de una asfixia por estrangulamiento tras haber sido brutalmente golpeada.
Durante los allanamientos realizados en la casa de Aguilar Soto, los investigadores encontraron un anillo de la víctima, pelos rubios y ropa húmeda dentro del lavarropas, lo que dio la pauta de que el joven intentaba borrar elementos en su contra. Estas pruebas se suman a las de las cámaras de seguridad ubicadas frente a su domicilio, que lo captaron cuando cargaba el cuerpo sin vida de la joven y lo escondía en el asiento trasero del Renault Clio.
Un mes después del brutal femicidio, el padre de Catalina, Marcelo Gutiérrez, recordó a su hija y manifestó el dolor que sufren él y toda su familia. “No solamente le truncó la vida a Catalina, de 21 años, con un futuro, con una carrera, sino a nuestra familia; a la familia de mi mujer, a mi familia, a mis amigos y a la sociedad”, dijo sobre Soto.
En diálogo con Radio Mitre Córdoba, agregó: “Creo que ni un animal hace eso. Ojalá sufra tres veces más lo que sufrimos nosotros y que no salga nunca más de la cárcel. Lo único que queremos nosotros es que se resuelva rápido, porque estar todo el tiempo con eso en la cabeza... Seguro algunas cosas cuando lo vea le voy a decir”.