Un alumno robó una bolsa de golosinas en el kiosco de la escuela y su madre devolvió la mercadería

El episodio ocurrió este jueves por la tarde en Las Garcitas, provincia de Chaco. El encargado del negocio debió salir y dejó la puerta sin llave. Al regresar, notó que alguien había ingresado y se había llevado varios productos

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El encargado del kiosco de
El encargado del kiosco de la escuela contó que algo había ocurrido después de que dejara el negocio sin llaves

Un insólito episodio ocurrió este jueves por la tarde en la localidad de Las Garcitas -ubicada a 140 kilómetros al noroeste de la capital chaqueña de Resistencia-, cuando un alumno entró al kiosco de su escuela y se llevó una bolsa llena de golosinas. Tras tomar conocimiento de lo sucedido, su madre entregó la mercadería a la policía local.

Según informaron las fuentes policiales, el hecho tuvo lugar en el Instituto de Educación Superior Maestro Héctor Horacio Dolce, ubicado sobre la avenida Alejandro Costa, alrededor de las 18.

Todo comenzó cuando el empleado del negocio, ubicado dentro del establecimiento, se retiró del lugar y olvidó cerrar con llave la puerta de acceso. De acuerdo a su relato, al regresar, notó que algo extraño había sucedido: alguien había ingresado y había robado una gran cantidad de dulces del lugar.

Ante esta situación, el personal que estaba a cargo del esclarecimiento del robo, logró identificar al presunto autor del hecho. Según precisaron las fuentes, se trató de un adolescente que concurre a la escuela. Posteriormente, las autoridades se trasladaron hacia el domicilio del alumno, situado en el barrio Nueva Esperanza.

La policía local fue quien
La policía local fue quien avisó a la madre del alumno sobre lo que había ocurrido

Una vez que los agentes arribaron al lugar, notaron que el adolescente buscado no se encontraba en su domicilio. Por esta razón, lograron hablar con su madre y comentarle lo que había ocurrido dentro de la institución, detallaron las fuentes.

Tras la noticia, la mujer buscó entre los elementos de su casa y pudo hallar los productos que tenía su hijo. En el interior de una bolsa de tela, estaban todas las golosinas que el alumno había sustraído previamente: tenía caramelos de distintos sabores, chocolates, galletitas, alfajores y una bolsa de maní. De inmediato, la madre entregó la mercadería a la policía local.

Un grupo de menores robó en un almacén de Córdoba y amenazó a la empleada

Hace poco más de un mes, un nene de menos de 10 años entró a robar a un almacén en Córdoba, junto a otros dos menores de edad. Allí, amenazaron a la empleada del local con un arma de juguete, se llevaron mercadería y, finalmente, se dieron a la fuga. Frente a esto, el dueño los persiguió, atrapó a uno de ellos e intentó aconsejarlo, pero la respuesta que recibió lo descolocó por completo. “Dijo que no le gusta estudiar”, contó, atónito.

La zona en la que
La zona en la que sucedió el robo en Córdoba

Todo sucedió, precisamente, el pasado 19 de agosto cuando los menores llegaron con la réplica del arma a un comercio ubicado en las calles Libertad y Roma, en el barrio General Paz. Una vez en el lugar, amenazaron a la empleada y le sustrajeron el dinero que tenía en la caja: eran tan solo mil pesos.

Ante esta situación, la mujer, que se encontraba alterada por lo que acababa de suceder, se comunicó con Daniel, el dueño del local, para contarle que un grupo de chicos la había asaltado. En consecuencia, el hombre se trasladó de inmediato al almacén y decidió perseguir a los niños hasta que pudo dar con uno de ellos.

El hombre logró llegar hasta él. Sin embargo, lejos de intentar reprenderlo, intentó aconsejarlo, tal como contó en conversación con Noticiero Doce. “Cuando lo agarré le hablé, le iba diciendo en el camino que tenía que ir a la escuela, que los amigos con los que robó lo habían dejado solo y que iba a estar siempre solo, que iba a terminar mal”, relató.

Sin embargo, la actitud y la respuesta que arrojó el menor lo sorprendió. “Dijo que no le gusta estudiar”, reveló al medio local. En el mismo sentido, agregó que “ni se inmutaba” y se mostró “muy seguro” de sus respuestas.

Frente a esta secuencia, Daniel se mostró triste y preocupado, y comentó que, de modo contrario, el menor debía estar en la escuela. “Vas a estar solo siempre, andá a estudiar”, le aconsejó.

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