Dalma T., con domicilio en Villa Tranquila, zona de Dock Sud, cumplió 18 años este 10 de julio. Sin embargo, su carrera criminal ya es al menos intensa. A un mes de cumplir la mayoría de edad, según la acusación en su contra, convirtió en una viuda negra para asaltar a dos hombres que había captado a través de un match de Tinder. Entre un asalto y el otro pasaron apenas cuatro días. A una de sus víctimas le robó ocho mil dólares en efectivo. A otro, tras drogarle el trago, lo golpeó junto a tres cómplices hasta dejarlo inconsciente.
Ayer jueves, la DDI de La Plata de la Policía Bonaerense la capturó tras varias semanas de investigación. La encontraron en la casa de Dock Sud, en el domicilio que había fijado, acusada por la fiscal Ana Medina de los delitos de robo agravado.
La primera víctima relató cómo conoció a Dalma en Tinder. Luego, el juego de seducción continuó por WhatsApp. Pactaron un encuentro en el domicilio porteño del hombre. Así, Dalma llegó y comenzó la cita. El hombre bebió su trago, del que se había separado por un instante. Sus ojos se volvieron borrosos, hasta que comenzó, de a poco, a desvanecerse.
Sin embargo, el trago no fue suficiente. Poco después, tres hampones que aparecieron en su departamento lo golpearon hasta desmayarlo. Cuando despertó, herido y ensangrentado, notó que le faltaban sus seis relojes, sus perfumes importados, sus tarjetas de crédito y débito y su DNI.
Apenas cuatro días después, sucedió otro hecho muy similar. El 22 de agosto, otro hombre denunció que fue asaltado con la misma modalidad. El hecho fue menos violento, pero el botín fue mucho más grande
Otra vez, hubo un match en Tinder, con otro juego de seducción por chat. Acordaron, esta vez, reunirse en el departamento del hombre en La Plata. Allí, Dalma, según la denuncia en su contra, sirvió otro trago. No hizo falta golpear a nadie esta vez. El hombre durmió, y luego despertó.
De inmediato, notó todo lo que faltaba: su camioneta Nissan Frontier, 8 mil dólares en efectivo, su billetera, tarjetas de crédito y débito, un celular y una notebook.
Los ataques de viudas negras, usualmente protagonizados por mujeres apenas mayores de edad provenientes de asentamientos de la Ciudad de Buenos Aires o el conurbano, se convirtieron en un fenómeno creciente a lo largo de la crisis económica de los últimos 18 meses.
La Villa Zavaleta de Barracas se convirtió en una nueva zona caliente, con una larga lista de mujeres jóvenes arrestadas por drogar con psicofármacos y desvalijar a hombres mayores en falsas citas. “No puede ser que no se conozcan. Son un montón”, decía a fines de 2023 un prominente juez de instrucción porteño, acostumbrado a la problemática.
A mediados de junio, ocurrió un caso notable, similar al de Dalma T.: el Departamento Inteligencia Contra el Crimen Organizado de la PFA entró de vuelta a la Zavaleta tras una investigación a cargo del juez Alejandro Ferro y el fiscal Marcelo Retes. Allí, se llevaron detenidas a Kiara G. de 18 años y a su amiga Eunice L., de 22, nacida en Paraguay, acusadas de robarle a un hombre en Belgrano R el 5 de diciembre pasado.
Según la causa en su contra, drogaron a un hombre de más de 50 años que conocieron a través de una app de citas. Le quitaron doce mil dólares. También, todo su pequeño arsenal: ocho pistolas de diferentes calibres y 750 balas. Para un par de viudas negras de la Zavaleta, acostumbradas a botines menores, realmente fue un golpe.