“La abusaron y la asfixiaron”: la reconstrucción del femicidio de una adolescente de 17 años que conmocionó a San Luis

Zoe Pérez fue asesinada en febrero pasado. Por el hecho están detenidos Adrián Rodríguez (34) y Leandro Oses (25). La Justicia puntana amplió la imputación contra ambos en las últimas horas

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Zoe Pérez, la víctima del femicidio
Zoe Pérez, la víctima del femicidio

La Justicia de San Luis amplió la imputación contra los detenidos por el femicidio de Zoe Pérez (17), ocurrido el 20 de febrero pasado en la localidad de La Toma. A partir de nuevas pruebas incorporadas al expediente, Ricardo “El Gringo” Adrián Rodríguez (34) y Leandro Joel Oses (25) ahora enfrentan cargos como coautores del delito de abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte.

Este martes, en la Sala de Oralidad N°1 de la capital puntana, las fiscales María del Valle Durán y Antonella Romagnoli, de la Fiscalía de Instrucción N°4, presentaron nuevas evidencias que justifican el cambio de calificación y que sugieren que los acusados abusaron sexualmente de Zoe, le causaron numerosas heridas y finalmente la asfixiaron.

Entre esas pruebas expuestas ante la jueza de Garantía N°4, Natalia Lazarte Otero, está el informe de la médica forense del Poder Judicial, que detalló que la víctima presentaba signos macroscópicos de asfixia en órganos internos, infiltrado hemático en el corazón, lesiones en los genitales compatibles con una agresión sexual y lesiones externas en los miembros superiores, consideradas como signos de defensa. Estos estudios complementarios se llevaron a cabo luego de que la autopsia inicial arrojara un resultado “no concluyente”.

Además, durante la investigación también se constató que tanto Oses como Rodríguez presentaban escoriaciones y otras lesiones en sus cuerpos, según los informes médicos y pericias fotográficas. Las fiscales señalaron que la chica llegó a lesionar a sus agresores mientras trataba de defenderse.

La magistrada aceptó el pedido de la fiscalía para la ampliación de la imputación. Mediante su resolución rechazó un planteo de nulidad presentado por el abogado de Oses, Miguel Ángel Orozco, quien argumentó que no hay pruebas concluyentes de acceso carnal. Los defensores de Rodríguez, Santiago Carballo y Valentina Oro, también se opusieron a la acusación: señalaron que no se encontró material genético de su defendido en el cuerpo de la víctima.

El crimen causó la indignación de los habitantes de La Toma, quienes exigieron justicia por Zoe

Durante la audiencia, la fiscal Romagnoli reconstruyó las últimas horas de vida de Zoe. Indicó que la noche del 19 de febrero, la adolescente se encontraba en el Club Pringles de La Toma con los acusados. Estuvieron allí tomando mate, mientras miraban un partido de vóley. A las 22.40 se retiraron junto a una amiga. Los cuatro fueron hasta una plaza. Luego, la víctima y los dos acusados se dirigieron a la casa de Rodríguez, donde estuvieron tomando bebidas alcohólicas y jugando videojuegos.

En esa vivienda, ubicada en la calle Inti Huasi, del barrio Barrancas de La Toma, se sacaron fotos e hicieron videos con el celular de Oses. Una de esas filmaciones muestra que, en un momento dado de la noche, Rodríguez amenazó a Zoe: “A mí no me incentives el demonio porque está todo mal. Es un consejo, no me provoques porque el demonio sale”, le dijo.

De las imágenes surge que las tres personas estuvieron en la cama de Rodríguez hasta por lo menos a las 4.30 de la madrugada. Minutos después sucedió el ataque: “Entre las 5 y las 7 de la mañana aproximadamente, los imputados sometieron sexualmente a la adolescente”, afirmó la fiscal Romagnoli, y relató que, durante el forcejeo, Zoe intentó escapar, pero fue alcanzada por los acusados, quienes continuaron el ataque sexual y la asfixiaron en el espacio entre la heladera y la mesa del comedor. La fiscal explicó que Oses estaba sobre ella y la tomaba del cuello con un cordón mientras Rodríguez la inmovilizaba, lo que resultó en la muerte de la joven por asfixia por compresión extrínseca.

Tras el crimen, los imputados no fueron a trabajar y permanecieron en el lugar planeando sus coartadas, según la acusación. De acuerdo a la reconstrucción de los investigadores, a las 8.50, Oses salió del domicilio llevando una mochila, mientras Rodríguez trasladó el cuerpo de Zoe a la cama de la habitación.

Alrededor de las 10 de la mañana, llegó al domicilio el hermano de Zoe, a quien Rodríguez le dijo que la menor ya se había retirado. Una amiga de la víctima recibió la misma respuesta. Una hora después, el profesor del gimnasio donde asistía la víctima recibió un mensaje de Rodríguez pidiéndole que fuera urgente a su casa. El testigo llegó a la vivienda y el propietario le dijo: “‘Vení a ver a Zoe que está en la cama. Antes estaba en el piso, pero yo la levanté. No sé qué le pasa’. En ese momento, el profesor constató que la chica estaba sin vida. Le pregunto qué habían hecho y Rodríguez no contestó. Entonces fue y buscó a la policía”, contaron las fiscales.

La Justicia de San Luis agravó la imputación de los detenidos por el femicidio de Zoe Pérez
La Justicia de San Luis agravó la imputación de los detenidos por el femicidio de Zoe Pérez

Los imputados dieron sus versiones ante las autoridades. “Estábamos en el gimnasio y nos organizamos para ir al Club Pringles a ver unos partidos de vóley. Después fuimos a la plaza a tomar mate y como a la 1.30 nos fuimos a la casa de Adrián (Rodríguez), a tomar unos tragos y jugar a la play. Se nos hizo la mañana y como vimos que íbamos a llegar tarde al trabajo decidimos no ir. Y para que no me echaran me quise justificar que no estaba en La Toma”, dijo Oses.

En su relato, agregó que, alrededor de las 7 del martes 20 de febrero, él junto a la víctima decidieron irse de la casa de Rodríguez. Sin embargo, tras caminar una cuadra y media, la adolescente le dijo que quería volver, por lo que él siguió camino hacia su casa.

“Llegué a mi casa, habrá pasado media hora y me escribe el hermano de Zoe preguntando por ella. Yo le dije que la había acompañado, pero que después se había vuelto. Después me volvió a escribir y me dijo que fue hasta el Gringo Rodríguez, pero le había dicho que no estaba”, declaró el acusado. Luego, aseguró que “El Gringo” le pidió insistentemente que fuera hasta su domicilio, dado que había encontrado a Zoe “toda tajeada”.

Rodríguez, por su parte, contó que cuando se fueron la joven y Oses, él se acostó a dormir. “Estuvimos toda la noche tomando algo y jugando. Como se me hizo de día decidimos no ir a trabajar porque el patrón a los que llegan tarde los hace pegar la vuelta. Me acosté y en el transcurso de la mañana fue el hermano de Zoe y le dije que no estaba. Luego cayó una amiga, la hice pasar para que viera que no estaba”, dijo.

Después, añadió que cuando estaba por salir de su casa para ir a lo de su madre, vio a la víctima tirada en el piso. “Cuando estaba por salir de mi casa, yo en la puerta de mi casa no tengo pasador, no tengo nada, me la cruzo a la Zoe tirada en el piso. De la desesperación le tiré aire, le hablaba, y la levanté y la llevé a la cama. Llamé al profesor de kick boxing para que me ayudara y llamara a la policía. Veo que hablan de homicidio, pero nunca hubo sangre ni nada. Tampoco creo que haya sido un suicidio”.

Ambos continuarán detenidos mientras la causa se encamina hacia el juicio.

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