Una denuncia por violencia de género en la provincia de San Luis derivó recientemente en la captura del principal sospechoso del femicidio de Pamela Elizabeth Cuello, la mujer de 38 años cuyo cuerpo fue hallado quemado y descuartizado en la provincia de Mendoza, a fines de agosto pasado.
Se trata de Eduardo Casanova, de 35 años. Efectivos de la Unidad Regional de Orden Público N°2 (UROP) lo detuvieron días atrás en la ciudad de Villa Mercedes, tras una denuncia realizada por su pareja, quien lo acusó de agresión física. El hecho, de acuerdo con el relato de la víctima, ocurrió el 17 de septiembre en la vivienda que compartían con sus tres hijos. Según el medio El Chorrillero, la familia se había instalado en Villa Mercedes aproximadamente una semana antes de esa detención.
A Casanova se le formularon cargos por lesiones leves doblemente calificadas por el vínculo y por mediar violencia de género. En el marco de esta causa tramitada en la ciudad puntana y encabezada por el fiscal Leandro Estrada, el juez Matías Farinazzo Tempestini, del Juzgado de Garantías N°2 de la Segunda Circunscripción Judicial, dispuso la libertad del imputado.
No obstante, el hombre no fue liberado debido a que, durante el procedimiento policial, las autoridades constataron que tenía un pedido de captura vigente en Mendoza. En consecuencia, se activaron los mecanismos judiciales correspondientes para su extradición inmediata a la provincia vecina, que se efectuó ayer.
Una comisión de la División Homicidios de Mendoza se encargó del traslado del acusado a esa jurisdicción. Allí, quedó a disposición de la Justicia, que lo investiga por el asesinato de Cuello, cuyo cuerpo fue encontrado en un descampado de Las Heras el 26 de agosto.
El hallazgo del cuerpo de Cuello conmocionó a la comunidad de Las Heras. Fue un vecino quien descubrió los restos humanos mientras caminaba por un baldío en la intersección de las calles Martín Zapata y Pascual Segura. Alertado por la escena, el testigo contactó de inmediato a las autoridades a través del servicio de emergencias 911, lo que dio inicio a una investigación que aún continúa en curso.
Cuando los efectivos de la División Homicidios y la Policía Científica arribaron al lugar, encontraron el torso quemado de una persona, junto con una mano y una pierna esparcidas por la zona. La identificación del cuerpo fue posible gracias a dos anillos que no se habían consumido por el fuego: uno plateado en el dedo medio y otro dorado en el anular. A metros de los restos, los investigadores también hallaron una rueda incendiada, la cual se cree que fue utilizada para incinerar el cadáver.
La fiscal de Homicidios de Mendoza, Claudia Ríos, confirmó al día siguiente que los restos pertenecían a la mujer de 38 años cuya desaparición había sido denunciada por su familia días antes del macabro descubrimiento. El cuerpo presentaba quemaduras extremas. Se cree que la dispersión de sus restos, que dificultó la labor de las fuerzas policiales y forenses en la escena, posiblemente fue ocasionada por perros del lugar.
La investigación preliminar apunta a que el asesino habría incinerado el cuerpo de Cuello usando la rueda de auto para intensificar el fuego, una práctica utilizada para dificultar la identificación de la víctima. Sin embargo, los expertos pudieron confirmar que el cadáver correspondía a la mujer mediante las joyas encontradas, así como a un examen más detallado de los restos no afectados por el fuego.
A partir de este hallazgo, se comenzó a indagar sobre posibles vínculos sentimentales de la víctima, lo que llevó a las autoridades a centrar su búsqueda en el hombre que finalmente fue detenido en Villa Mercedes.
Ahora, Casanova está preso en Mendoza, mientras la fiscalía de Mendoza que lleva adelante la investigación, sigue adelante con la recolección de pruebas adicionales que permitan esclarecer los hechos y confirmar o descartar su participación en el femicidio.