Hoy lunes al mediodía, el fiscal Patricio Ventricelli, a cargo de esclarecer la muerte de Daniel Carías, “La Tota Santillán”, el popular animador y cara durante años del programa Pasión de Sábado, recibió los resultados preliminares de la autopsia al cuerpo.
Según confirmaron fuentes del caso, el estudio determinó que “La Tota” falleció por asfixia, una falta de oxígeno que era consumido por las llamas, lo que volvía imposible respirar. El 90% de su cadáver estaba quemado. No se encontró ningún signo compatible con una maniobra de defensa. El cuerpo del animador fue hallado ayer por la noche en su casa de Castelar Norte por personal de la Comisaría 7° de Morón de la Policía Bonaerense, luego de un llamado al 911 que alertaba de la situación: sus familiares y amigos lo habían llamado durante varios días, sin obtener respuesta.
Al entrar a la casa, vieron rápidamente el cuerpo, rodeado de fósforos. En el lugar también se encontró una botella con líquido inflamable. Ventricelli ordenó varias medidas de prueba, como pericias de bomberos en el lugar. También, incautó el celular del animador, que será analizado en el expediente, bajo la calificación de averiguación de causales de muerte.
La principal hipótesis, por lo pronto, es la de un suicidio: Santillán se habría bañado en combustible para prenderse fuego. Familiares y amigos que se congregaron en la puerta de la casa de Carías ante la falta de respuesta aseguraron que “La Tota” se encontraba “muy depresivo por problemas económicos y por la condena que había recibido por violencia de género a mediados de 2023.
Afirmaron, incluso, que había intentando quitarse la vida dos años atrás.
En junio de 2023, el animador, padre de cuatro hijos, había sido condenado a 5 años y 6 meses de prisión por el Tribunal Oral en lo Criminal N°7, por ejercer violencia de género contra su ex pareja y madre de dos de sus hijas, una pena que superó a la pedida por el fiscal Oscar Ciruzzi. Según la denuncia en su contra, además de golpear a la mujer también fue acusado de amenazar a su ex suegro y a una antigua empleada doméstica. Así, fue condenado en primera instancia por los delitos de amenazas agravadas por el uso de armas, privación ilegítima de la libertad agravada por ser cónyuge y lesiones leves agravadas por haberse cometido en el marco de la pareja.
Sin embargo, “La Tota” se encontraba libre al momento de su muerte. El Tribunal N°7 dictaminó que solo iría a prisión cuando su condena quedara firme.