Luego de que la estudiante de Medicina de 21 años fuera detenida por haber abandonado a su bebé recién nacido en predio descampado ubicado en el barrio Ludueña, al norte del centro de Rosario, la Justicia resolvió liberarla por presentar complicaciones en la salud mental. No obstante, el caso será analizado por una junta médica.
A raíz de los resultados que arrojaron los exámenes médicos y psiquiátricos a los que fue sometida la detenida, el fiscal Adrián Spelta solicitó al juez Hernán Postma que la joven fuera liberada y continuara con su internación en una institución médica que sea idónea para tratar su estado de salud mental.
“La Fiscalía solicitó en base a la evaluación de nuevos exámenes médicos y psiquiátricos una medida cautelar no privativa de la libertad que consiste en el sometimiento de la imputada al cuidado del padre de la misma”, informaron desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) al hacer referencia a la imputación por el delito de abandono de persona seguido de muerte que recayó sobre la mujer.
Al mismo tiempo que las autoridades determinaron que la joven continúe con un tratamiento psiquiátrico, también se le prohibió la salida del país, pues la imputación no fue removida. Según la información publicada por Rosario3, se espera que una junta médica evalúe la situación y que se realice la entrega de informes periódicos a la Fiscalía.
El hecho se conoció el sábado pasado, cuando un vecino de la zona encontró al bebé dentro de la caja de cartón. El pequeño se encontraba con pocos signos vitales, sin ropa y con el cordón umbilical cortado, por lo que fue trasladado por dos suboficiales del Comando Radioeléctrico hasta el Hospital de Niños de Rosario.
Una vez que fue ingresado en el hospital, el bebé fue llevado a la unidad de terapia intensiva con un paro cardiorrespiratorio e hipotermia. Allí, se le hicieron maniobras de RCP y se le suministró asistencia mecánica respiratoria. Después de unos minutos, mientras se evaluaba la posibilidad de trasladarlo hasta la unidad Neonatal del Hospital Provincial, que está más equipado para ese tipo de cuadros, el recién nacido dejó de responder a los estímulos y fue declarado muerto.
Después de que se constatara la muerte del menor de edad, los agentes policiales secuestraron la caja y, durante el análisis de la escena, encontraron rastros de sangre. Para sorpresa de los investigadores, el camino que habían formado terminaba justo en la puerta de la casa de la madre.
Frente a esto, los efectivos consultaron con los dueños de la propiedad, quienes desconocieron la existencia de un bebé o un embarazo, pero confirmaron que su hija había sido hospitalizada por haber sufrido una supuesta hemorragia. Ante esta sospecha, la joven fue indagada por el fiscal, pero en todo momento negó el embarazo y el parto.
Luego de que ampliara la ronda de testigos, Spelta reconstruyó gracias a los testimonios brindados por los padres y las amigas de la joven que en las horas previas a parir, se había juntado a cenar con ellas. Sin embargo, comenzó a sentirse mal y se retiró.
“Ella sabía de su embarazo de 39 semanas y se retiró. Pasó por un lugar por donde estaba su madre para buscar una llave. La mamá le preguntó si necesitaba asistencia porque no la vio bien, pero ella se negó”, indicó el funcionario judicial. A partir de ahí, se estipula que regresó al departamento, dio a luz y se deshizo del bebé en una plaza que está a solo 30 metros.
De esta manera, el fiscal comprobó que nadie de su círculo cercano estaba enterado del embarazo y desconocen quién podría ser el padre de la criatura. “Sí, hubo sospechas por alteraciones en su cuerpo, pero ella lo negaba”, aseguró al indicar que se descartaría que el bebé haya sido producto de un abuso.