El doble disco de platino entregado a María Becerra por la discográfica de la cantante, Warner Music, por las ventas de su álbum “Corazón Vacío” podría ser decomisado y destruido por la Justicia. Sucede que, desde abril pasado, el galardón permanece en el depósito de una fiscalía, luego de ser recuperado de las manos de una pareja que supuestamente lo hurtó en el aeropuerto de Ezeiza y tras un importante procedimiento llevado adelante por la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
La investigación de la PSA para recuperar la placa implicó análisis de cámaras, seguimientos y una investigación que llevó a los agentes hasta el hogar de los arrebatadores.
¿Por qué tendría este destino el premio? Porque nadie lo reclamó ni fue a buscarlo a la UFI N°1 Descentralizada de Ezeiza, a cargo de Florencia Belloc.
La fiscal, junto al secretario Federico Ricart, debe definir qué hacer con el premio y con los imputados del caso: una pareja de Villa Urquiza que se llevó el cuadro luego de encontrarlo en un carrito del aeropuerto, donde se lo olvidó un productor de la cantante argentina. Por el momento, no fueron indagados.
Belloc tiene la opción de avanzar con la causa por el delito de apropiación de cosa perdida, archivar la causa y decomisar el disco por no haberse presentado la víctima. Se entiende por decomiso la privación con carácter definitivo de bienes por decisión de un tribunal o de otra autoridad competente.
Fuentes del caso indicaron a Infobae que, en caso de inclinarse por la segunda alternativa, el doble disco de platino de Becerra será destruido. La funcionaria del Ministerio Público Fiscal tomará la determinación en los próximos días.
El caso
Un productor de la cantante, que regresó al país desde Italia el 22 de abril pasado, lo había dejado en un carrito para valijas, en uno de los estacionamientos del aeropuerto y una pareja de Villa Urquiza la tomó. Envuelto en un papel verde, lo pasearon por la terminal y se lo llevaron a su casa del barrio porteño. Toda esa secuencia fue registrada por cámaras de seguridad, a las que accedió Infobae.
Tras la denuncia, la fiscal Belloc ordenó medidas a la Policía de Seguridad Aeroportuaria para dar con la valiosa distinción y tras un seguimiento a través de las cámaras de seguridad, logró llegar hasta los arrebatadores.
Los agentes pudieron observar que un hombre, identificado luego como Marcelo M. tomó el cuadro de 65 centímetros de alto, por 40 de ancho, aproximadamente, y lo guardó en un Toyota Corolla. A través de la patente del vehículo, los investigadores pudieron llegar al domicilio del sospechoso, ubicado en la calle Franklin D. Roosevelt del barrio porteño de Villa Urquiza.
De acuerdo a su perfil de LinkedIn, Marcelo M. es analista de sistemas en la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) dependiente de la de la Jefatura de Gabinete. El dato coincide con sus antecedentes comerciales.
Días después, los agentes llegaron a su departamento con una orden de allanamiento. Marcelo M. no se encontraba. Sí estaba su esposa quien, en un primer momento, desconfío de la Policía y se negó a abrir la puerta.
Una vez adentro de la vivienda, la mujer entendió qué buscaban. “De forma espontánea dijo que lo tenían ahí porque querían que el cuadro llegue a la artista, que no querían que lo agarre cualquiera y que estaban esperando que alguien los llame”, contó un investigador presente en el momento.
Diez minutos más tarde, llegó su marido con ramos de flores en las manos. “Él preguntó: “¿Qué pasó?””, y ella le explicó: “Vinieron por lo del cuadro””.
A diferencia de su pareja, Marcelo M. optó por el silencio, mientras los efectivos sacaban el cuadro de su escondite: detrás de un rack para televisión.