El capo de la barra brava disidente de Newell’s, Alejandro “Rengo” Ficcadenti (30) y su ladero Sergio Gabriel “Bebe” Di Vanni (43), fueron imputados este martes como los presuntos instigadores de la amenaza que recibió la hermana de Ángel Di Maria el pasado 25 de marzo en su inmobiliaria del centro de Rosario. En ese hecho, un cadete entregó en el edificio una caja que contenía un mensaje para el futbolista -que en ese momento se rumoreaba que podía regresar a Rosario Central- y la cabeza de un cerdo con una bala incrustada.
Ficcadenti y Di Vanni están presos hace un mes y medio porque el fiscal Socca los acusó el 2 de agosto de haber instigado la otra intimidación que sufrió la familia de “Fideo” el pasado 25 de marzo, cuando ocupantes de un Renault Megane gris realizaron disparos al aire contra el country Funes Hills donde vivían. Allí, arrojaron un cartel que decía: “Decile a tu hijo Ángel que a Rosario no vuelva más. Porque si no le matamos cagando un Familiar. Ni Pullaro te va a salvar. Nosotros no tiramos papelitos, plomo y muertos tiramos”.
Por los tiros al aire y el papel intimidatorio ya fueron imputados en abril pasado Pablo Ezequiel Acotto (35) y Sara Belén Gutiérrez (23), quienes fueron señalados como los ocupantes del Megane gris.
El caso de la cabeza del cerdo no había sido denunciado por la familia ante la Justicia. Sí lo dio a conocer Ángel Di María en una entrevista con Rosario3, donde contó que no optar por no hacer una presentación judicial por miedo a represalias. No obstante, Socca actuó de oficio y este martes afirmó que quien redactó de puño y letra los carteles arrojados en Funes y en la inmobiliaria céntrica fue Sergio Di Vanni.
De acuerdo a la teoría del fiscal, quien instigó las dos intimidaciones del 25 de marzo fue “El Rengo” Ficcadenti. “Bebe” habría sido quien diseñó un “plan macabro” para entregar la cabeza del cerdo en Santa Fe al 1700, un edificio de oficinas.
La cabeza del animal fue puesta en una caja de archivo plástica de color verde con el rótulo de “inmobiliaria”, donde también se colocó un papel que decía: “Si vol’b’és la próxima (cabeza) que recibas es la de..., tu hija. No vengas. Hacé caso, nosotros no tiramos papelitos. Tiramos tiros y muertos. Ni Pullaro te zafa. Pullaro-Bullrich… Levanten el circo y vayansé HDP”.
El paquete, según explicó Socca, fue trasladado por un delivery que llegó al edificio y se lo entregó a una mujer que ingresaba a la torre. Luego, el seguridad privada se lo entregó a una mujer que trabaja en una escribanía del piso 11 y tiene de vecino a una oficina de una inmobiliaria.
Quienes recibieron la caja rápidamente se dieron cuenta de que no era para ellos, sino para la inmobiliaria de la hermana de Di María, que está en el piso 12.
Para Socca, Ficcadenti y Di Vanni intimidaron a la familia del futbolista para que él no regrese a Rosario Central, club del que surgió de las divisiones inferiores. Incluso, “Rengo” se jactó de haber sido el instigador meses después de las amenazas. Puntualmente, el 15 de julio le escribió el siguiente mensaje de texto de Whatsapp a un contacto suyo: “Yo siempre cumplo lo que prometo, gracias a mí no viene Fideo”.
El fiscal agregó que los dos hechos fueron pensados por Ficcadenti para ganar consenso entre sus seguidores para luego asumir como único líder de la barra brava de Newell’s, corriendo así a Luciano “Lucho” Gallardo, que luego cayó detenido por otra causa.