El caso de los primos Lucas Cabrera (32) y Pablo Girodetti (44), que eran buscados por sus familiares tras haber cobrado 9 millones de pesos de la venta de la camioneta en Microcentro y fueron encontrados en una comisaría de San Isidro acusados por un robo, sumó otro capítulo en los últimos días. Lucas fue liberado tras probar que estaba en otro lado al momento en que se cometió el asalto del que se lo acusaban.
“Estuvo tres semanas arrestado en la comisaria 10ª de Martínez. No le entregaron sus efectos personales aún, como tampoco los 11.660.000 de pesos que tenía de la venta de la camioneta”, contó a Infobae la abogada de Cabrera, Lorena Dadino. Y dijo que, durante la investigación, la esposa de su defendido, quien tiene un niño de 7 meses, sufrió “un allanamiento violento, donde ingresaron a la fuerza, por no estar en el domicilio”.
También comentó Dadino que mientras estuvo detenido, Cabrera, que es mecánico, “ha perdido caudal trabajo, siendo es el único sostén de familia”, lo que le causó “un gravamen irreparable tanto económico como en su psiquis; el sufrimiento de su núcleo familiar y debió someterse al escarnio público”.
La abogada reiteró la inocencia de su cliente y se quejó por el tiempo que estuvo detenido: “La prisión preventiva debe ser la última ratio... Es larguísima la duración”. Y opinó sobre “la simple presunción del agente policial que, en este caso, asume que ir en un auto es sinónimo de delincuencia, y que un trabajador no pueda ser el hacedor dicho monto de su trabajo digno, clara estigmatización clasista”.
Mientras tanto, desde la Fiscalía de Martínez, subrogada por el fiscal general adjunto del departamento judicial de San Isidro Patricio Ferrari, se informó que fue el viernes pasado que se le solicitó con criterio objetivo al juez de garantías, Ricardo Costa, la liberación de Cabrera y del tercer detenido. No así del primo de Lucas, quien quedó tras las rejas.
“Los tres continúan bajo investigación aun sin una resolución desvinculatoria definitiva, pero en el caso de Giorgetti, aún preso, se profundizan las tareas para ver si ha tenido intervención en otros despojos ocurridos en Vicente López”, explicaron las fuentes del caso consultadas. La abogada de Cabrera aclaró que ya pidió el sobreseimiento de su cliente.
De desaparecidos a presos
Hay que recordar que el caso salió a la luz el 22 de agosto pasado, cuando los familiares de Cabrero hicieron pública la búsqueda de los primos. Justamente, 24 horas antes, Girodetti había acompañado como apoyo a Cabrera porque un amigo le había prestado la cuenta bancaria para cobrar los 9 millones de pesos de la venta de una camioneta y le iba a entregar esa plata.
Lo último que supieron los familiares era que los dos se habían subido a un Ford Ka rojo y frenaron frente a la sucursal de calle Pellegrini, entre avenida Corrientes y Lavalle. La cita fue a las 14.30 del 21 de agosto. El amigo de Cabrera que le facilitó la cuenta para la transferencia, retiró el dinero del banco y le dio la plata a su verdadero dueño. Girodetti estaba a su lado. Luego, ambos se fueron de la zona del centro porteño.
Hasta ahí todo lo que sabían los familiares de los primos. Porque luego se esfumaron. Sus WhatsApp dejaron de moverse a las 15.05. ¿Qué pasó después? Fuentes del caso dijeron que ese mismo miércoles, alrededor de las 15, media hora después de que los primos se hicieran del dinero, la lectora de patentes tomó la placa del Ford Ka en San Isidro. Y la Policía Bonaerense, que tenía fichada la matrícula, el modelo y la marca del auto porque sospechaban que había participado de un robo ocurrido el 15 de agosto pasado, salió a la caza del vehículo y, sobre todo, de los sospechosos que iban en él.
Los policías, en el marco de una causa que investiga la fiscalía de Martínez, detuvieron a los primos. Cuando revisaron el coche había 10.660.000 en efectivo, aunque la abogada de Cabrera habla de 11.660.000 de pesos. También encontraron 7 celulares. Además, apresaron a un tercer sospechoso, ya libre porque pudo probar también que el día del asalto en cuestión estaba en otro lado.
Después de pasar la noche en la comisaría 4ª, los tres fueron indagados por el fiscal. Sólo Cabrera habló y dijo que era inocente. Le preguntaron qué hacían en San Isidro con 9 millones de pesos si son del barrio porteño de Mataderos. “Dijo que iba a cambiar la plata por dólares a una cueva que les hacía precio por la zona Norte del conurbano”, relataron las fuentes del caso lo que explicó en su defensa el menor de los detenidos y lo que repite su abogada.
También dijeron los investigadores que les relató que la plata que les secuestraron en el coche era de la venta de la camioneta, y que la habían retirado de un banco de Microcentro. Justamente, por eso los familiares estaban tan desesperados cuando no supieron nada más de los primos el día que cobraron.
El robo en cuestión
El robo del 15 de agosto pasado que les endilgaron a los primos ocurrió sobre la avenida Del Libertador al 13.400, en la localidad de Martínez. Ese día, a las 15.35, un número indeterminado de sospechosos a bordo de un Fiat Siena, un Ford Ka rojo y una moto marca KTM, modelo Duke, le robaron a punta de pistola a un hombre de 48 años cuando llegaba a un edificio de esa cuadra de avenida Del Libertador.
“Fue el acompañante de la moto quien se bajó y le apuntó a la víctima para sustraerle una mochila que contenía documentación de un Mercedes Benz, una MacBook de Apple y USD 1.500″, se detalla la información oficial.
Con el botín, el delincuente volvió a la moto donde lo espera su cómplice, mientras, según la investigación, los otros dos autos les daban apoyo, según la investigación. Uno de esos autos fue sindicado por los detectives como el mismo Ford Ka rojo que usaron Cabrera y su primo Girodetti para retirar el dinero de la venta de la camioneta minutos antes de esfumarse y alarmar a sus familiares.
La abogada de Cabrera alegó que no es de su cliente ese coche y que tranquilamente el primo podía estar en ese lugar de paso. Lo cierto es que Giordetti sigue en la mira de los investigadores, también por un robo que sucedió ocurrió el 19 de agosto pasado, sobre la avenida Del Libertador al 100, cuando el gerente de Kansas se dirigió hacia un banco que queda a escasos metros del restaurante, en la playa de estacionamiento de un hipermercado y fue asaltado.