La Justicia condenó este martes a 16 años de prisión a Guillermo Martín Moncayo Von Hase, un abogado de San Isidro que fue encontrado culpable de haber abusado sexualmente durante 10 años de sus dos hijas. Los ataques comenzaron cuando las menores tenían 4 y 6 años, y una de ellas tiene síndrome de Down.
El juez Pablo Rolón, integrante del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°5 de San Isidro dio a conocer la sentencia, luego de que un jurado popular declarara culpable por unanimidad al acusado.
El delito que se le atribuye al abogado de 58 años, respecto de una de las víctimas, es el de abuso sexual con acceso carnal en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante, reiterados y agravados por resultar un grave daño en la salud física o mental de la víctima y por haber sido cometidos por un ascendente. En cuanto a la otra víctima, la condena fue por abuso sexual con acceso carnal en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante, reiterados y agravados por haber sido cometidos por un ascendente.
La pena fue menor a la solicitada por el fiscal Diego Callegari, quien había pedido una condena a 25 años, y por Manuela Fontela Vázquez, abogada de las víctimas, quien pidió 40 años de prisión.
Fuentes judiciales destacaron en diálogo con Infobae “el compromiso del jurado popular, la seriedad con que se tomaron el trabajo y que, sin ser profesionales, hayan escuchado todos los testimonios con máxima atención”.
Desde la defensa del condenado anticiparon que van a recurrir el fallo y no descartan solicitar la nulidad del juicio y del veredicto.
Martín Moncayo Von Hase es un abogado de la zona norte del conurbano bonaerense, con estudios en la Universidad de Buenos Aires y en instituciones de Alemania. A fines de marzo de 2022 fue detenido por policías de la DDI de San Isidro, acusado de abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual con acceso carnal agravado tras una denuncia que hizo su ex esposa luego de haber escuchado el testimonio de sus dos hijas menores de edad, una de ellas con síndrome de Down. Esos ataques sucedieron en reiteradas oportunidades durante una década, tanto en los domicilios que compartieron como durante las vacaciones que pasaron juntos.
“La fiscalía presentó pruebas contundentes. Todos sabemos que es culpable”, le había asegurado a Infobae antes de la condena Elcha Triep, la denunciante.
La mujer se enteró de que su exesposo abusaba de sus hijas por el testimonio de una de ellas. Fue en diciembre de 2019, cuando la víctima le confesó a su madre que había sufrido abusos sexuales desde los 6 años, aunque en ese momento no quiso identificar al agresor.
“Fue solo un año después, durante una sesión con una psicóloga, que finalmente reveló que el abusador era su padre”, recordó.
El principal problema que tuvo que enfrentar Elcha es que su hija no quería denunciarlo. “Ella estaba en una situación de gran vulnerabilidad emocional y psicológica, habiendo experimentado tres intentos de suicidio debido al trauma sufrido. La gravedad de su estado mental y el miedo a enfrentar las consecuencias legales y emocionales de una denuncia hicieron que ella prefiriera no avanzar en ese momento”, enfatizó,
Además, la víctima se encontraba extremadamente inestable y no estaba preparada para revivir los detalles del abuso en un entorno judicial. “Fue recién en febrero de 2022 que, después de un largo proceso de reflexión y preparación, decidimos formalizar la denuncia. Ella pudo contar todo lo que vivió y los abusos que sufrió su hermana menor los relaté yo, debido a que tiene síndrome de Down”, señaló.
Tras la denuncia, el fiscal Marcelo Fuenzalida, de la UFI especializada en Violencia de Género del distrito, instruyo la investigación que incluyó declaraciones de las víctimas y de psicólogos que participaron en las sesiones de Cámara Gesell. Los testimonios de las chicas, que hoy tienen 19 y 21 años, fueron determinantes para solicitar la detención del abogado.
Los hechos denunciados ocurrieron entre 2009 y 2019 en, al menos, dos domicilios: uno en la localidad de Boulogne y otro en la localidad de La Horqueta, aunque se sospecha que podrían haber sucedido en otros sitios.
“Estas cosas pasaron cuando todavía estaba en pareja con él, cuando las nenas eran chiquitas y vivíamos juntos. Y después siguieron pasando cuando nos separamos y él se fue a vivir a otro lugar”, especificó Elcha. Las víctimas tenían 4 y 6 años al inicio de los abusos. El expediente judicial detalla actos de “tocamientos, masturbación y acceso carnal”.
Las “terribles experiencias” relatadas por la mayor de las víctimas permitieron que se avanzara en la investigación, sumados a los testimonios recabados en la Cámara Gesell contra Moncayo Von Hase. “Mi hija me contó que había momentos en que el papá abusaba de las dos juntas”, dijo Elcha.
Antes de su detención, Moncayo Von Hase trabajaba como abogado en varias firmas argentinas, incluso en una de ellas se encargaba de mercados en Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia. El abogado fue arrestado hace más de dos años y medio en Emilio Mitre al 300, en la localidad de Martínez.
El abogado va a apelar
La defensa de Moncayo von Hase anticipó que va a recurrir y solicitar la nulidad del juicio y del veredicto, porque consideran que están “plagados de graves vicios procesales que afectaron severamente las garantías constitucionales del debido proceso y la defensa en juicio”.
“No fue un juicio justo ni razonable. Se realizaron maniobras aptas para presionar al jurado popular de manera virtual y de manera física, con la presencia durante todo el juicio de seguidores convocados a través de una cuenta de Instagram abierta especialmente para el juicio”, dijeron los letrados que representan a Von Hase.
Asimismo, indicaron que “se denegaron o ignoraron pruebas esenciales” y que “nunca se escuchó ni permitió declarar a la menor de las hijas con síndrome down y se rechazaron pruebas fundamentales ofrecidas por la defensa tales como el testimonio de dos terapeutas que trataron oportunamente a las dos hijas y que consideraron que no había indicador alguno de abuso sexual”, entre otras irregularidades.
En ese sentido, subrayaron que se sumó que “el Fiscal agregó ante el jurado imputaciones de manera informal que estaban fuera del objeto acusación resultante de la investigación preliminar, es decir, fuera del objeto del juicio oral, acto con capacidad para influir sobre el jurado en forma arbitraria e irregular al momento de decidir la situación penal de Martín Moncayo”.
“Consideramos que el Tribunal de Casación va a remediar las injusticias cometidas pero, si es necesario, vamos a llegar a la Suprema Corte provincial, a la Corte Suprema y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, enfatizaron.
El testimonio de la hija que declaró en el juicio “fue contradictorio en el relato de los hechos con la denuncia que dio origen a la causa y fue desmentido por prueba documental no cuestionada por nadie. Fue cambiando su relato con el tiempo”, dijeron.
Por lo demás, “todos los exámenes psicológicos y psiquiátricos practicados al acusado han descartado cualquier rasgo compatible con la comisión de delitos como los que han sido objeto del juicio”, agregaron. Por eso, la pena impuesta también será recurrida y seguramente revocada junto con el veredicto condenatorio.