En la tarde del último lunes, una situación de emergencia movilizó a oficiales de la Policía de la Ciudad que efectuaban un patrullaje rutinario por el barrio porteño de Núñez. Mientras estaban apostados en un control vehicular sobre la avenida Crámer, a la altura del cruce con José Pascual Tamborini, un coche frenó detrás de ellos y una mujer descendió del mismo solicitando desesperadamente ayuda para su bebé de tres meses que llevaba en brazos.
Fuentes policiales informaron que el menor sufría una crisis respiratoria. Ante ello, los efectivos de la Comisaría Vecinal 13 B realizaron maniobras de primeros auxilios en el lugar. De esa manera lograron estabilizar al pequeño, quien mostraba claros signos de ahogo, lo que preocupaba profundamente a la mujer y a otro hombre que la acompañaba.
La intervención quedó registrada por una cámara de seguridad de la zona. Las imágenes reflejan la desesperación de los familiares del chiquito y el rápido accionar de los uniformados.
Dada la urgencia del caso, los agentes utilizaron el móvil policial para trasladar rápidamente al bebé y a su madre al Hospital Pirovano. Allí, el personal médico diagnosticó que el pequeño presentaba un “catarro en vía superior”, pero se encontraba en estado estable.
Este tipo de intervenciones por parte de los cuerpos de seguridad resalta la importancia de la capacitación en primeros auxilios, especialmente en escenarios donde cada segundo es crucial para salvar una vida.
El caso sucedió 24 horas después de que una bombera asistiera a un bebé que había sido abandonado en Esteban Echeverría. Al niño lo hallaron el domingo por la mañana vecinos del barrio San Carlos la localidad de 9 de Abril y enseguida dieron aviso a la Policía Bonaerense. Estaba envuelto en una campera rosa, tirado sobre el pasto mojado por la lluvia que había caído durante la noche. Luego se supo que había nacido el día anterior en una casa ubicada a 12 cuadras de allí, en la calle Emilio Zola.
Cuando los policías llegaron al lugar del hallazgo se encontraran con una vecina que se identificó como personal de Bomberos. “La mujer se encontraba en el interior de un Chevrolet Corsa gris que manejaba su hermano, con el bebé en brazos”, explicaron las fuentes del caso.
La bombero, llamada Romina, contó luego: “Me enteré por un grupo de WhatsApp, donde unos vecinos decían que habían abandonado a un bebé a unas cuadras de la estación. Al parecer un vecino salió a comprar y lo vio en un pasillo. No lloraba, sino que movía un bracito”.
“Cuando llegué, lo tenía un vecino y se lo pedí para subirlo al auto para ponerlo con la calefacción porque hacía mucho frío. Estaba mojado porque había llovido toda la noche. No tenía el pañal y no tenía el cordón umbilical cortado. Lo tenía tapado con una bolsa”, amplió en declaraciones a TN.
El niño fue trasladado en condición estable al Hospital Santamarina, donde fue sometido a estudios. Por el hecho se inició una causa con intervención de la Unidad Fiscal de Instrucción y Juicio N°3 Especializada en violencia familiar y de género, abusos sexuales y delitos conexos a la trata de personas descentralizada Esteban Echeverría, a cargo de Vanesa González.
Horas más tarde, la mamá del bebé de apenas un día fue detenida por el delito de abandono de persona: la entregó su madre, la abuela del chiquito. Sin embargo, la joven parturienta no quedó presa, sino que se solicitó que la asistan tanto ginecológica como psiquiátricamente en el hospital, ya que dio a luz en una casa particular.
El delito de abandono de persona agravado prevé una pena de 2 y 8 meses a 8 años de prisión, según el artículo 106 y 107 del Código Penal.