El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, recibió un paquete con material explosivo, indicaron fuentes policiales a Infobae. Al abrirlo, se produjo una pequeña explosión: el material no tenía metralla y no se registraron heridos de gravedad.
Casi al mismo tiempo había llegado otra encomienda dirigida a Marcos Pereda Born, vicepresidente de la entidad. Por lo ocurrido, se lo relacionó con el anterior.
Sin embargo, el segundo paquete llevaba un decodificador que había sido comprado y era esperado por Pereda Born, de acuerdo pudo comprobar el personal especializado de la Brigada de Explosivos de la Policía de la Ciudad, al detonarlo.
Tras la alerta, los policías acudieron hasta el predio de la Sede Social de la SRA en Palermo, sobre la calle Juncal, donde continúan las tareas y se desplegó un gran operativo. En tanto, cuatro personas fueron trasladadas al hospital Fernández por el SAME, todas ilesas a simple vista.
En la nómina figura Pino y su secretaria, Pamela Sousa. La mujer manipuló el envío que estalló en uno de los escritorios de las oficinas de la Sociedad Rural.
La escena fue retratada en una foto que muestra un polvo negro desparramado, principalmente, sobre el monitor y el teclado de una computadora, el mouse, un teléfono, algunos papeles, un termo y un mate. Aún no pudieron determinar si se trataba de pólvora o de alguna sustancia no identificada.
En un principio, trascendió que Sousa, había sufrido un hematoma. Más tarde, ese dato fue desmentido. Fuentes del caso indicaron que la mujer no tiene lesiones. “Sólo aspiró el humo que produjo el artefacto”, detallaron.
De todos modos, Sousa fue derivada al sanatorio, junto a Pino, Marcelo Narváez y Juan Harilaos. Todo el grupo quedó en observación, por precaución.
“Pino no está herido, él estaba en el lugar, pero recién se acercó cuándo vio que había humo”, indicaron fuentes de la Sociedad Rural Argentina a Infobae. “Esto es muy raro, nunca llegaron amenazas a esta oficina. Nunca vimos algo parecido, por suerte no pasó nada”, destacaron.
Los investigadores, ahora, buscan conocer cómo fue confeccionado el paquete y qué químicos provocaron el estallido. De esta manera, investigan si detrás del artefacto hay una “mano experta” y si el objetivo fue lastimar a quien lo abriera o, bien, que funcionara como una amenaza o advertencia.
En cuanto al QR estampado en la etiqueta del sobre, lleva a un número que podría ser de seguimiento (tracking).
La causa quedó a cargo de Daniel Rafecas, que subroga a Sebastián Casanello en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 7.
Rafecas ya ordenó medidas. Investigadores que trabajan en el caso, precisaron que fue “un delivery” quien dejó la encomienda para el titular de la entidad. En ese sentido, tratan de establecer si se trata del empleado de alguna empresa de mensajería y solicitaron las cámaras de seguridad de la zona.
Al mismo tiempo, el juez le tomará declaración testimonial a Pino y a su secretaria. Quiere saber si recibieron amenazas en las últimas horas.
En tanto, el organismo emitió un comunicado en el que se refirió al episodio. “Hemos recibido un paquete que, al abrirlo, generó humo activando el protocolo de seguridad del edificio. Cabe aclarar que nadie resultó lastimado y que las personas que estuvieron en contacto con el humo fueron derivadas a un centro asistencial para el debido control”, indica el documento que fue publicado en redes sociales.
“Ante esta situación, dimos alerta a las fuerzas públicas que están realizando el operativo correspondiente en todo el edificio y realizando la investigación pertinente”, amplía la comunicación.
Por último, el comunicado subraya: “Queremos transmitir tranquilidad a las familias, de las autoridades y del equipo de trabajo, a los socios y a la ciudadanía, de que todos nos encontramos en perfectas condiciones”.
Al lugar se trasladaron el Ministro de Seguridad de la Ciudad, Waldo Wolff, y el Secretario, Diego Kravetz. Ambos funcionarios se pusieron al frente del procedimiento.