Poco después de la medianoche de hoy viernes, un preso con un diagnóstico de neumonía escapó de un hospital de la capital de Córdoba.
Se trata de Anastasio Saúl Rodríguez, de 31 años, que se encontraba encarcelado en el penal de Bouwer por un hecho de robo calificado. Rodríguez había sido trasladado al Hospital Rawson por un diagnóstico de neumonía, según confirmaron fuentes policiales a Infobae. Internado en la habitación número 1 del lugar, tras zafar de las esposas y la linga que lo ataban y quitarse la sonda de su brazo, Rodríguez saltó por una ventana lateral de la habitación y comenzó a correr. El hecho fue reportado a la Policía de Córdoba por personal del Servicio Penitenciario de la provincia.
Rodríguez, según las mismas fuentes, había sido derivado del hospital de la cárcel de Bouwer menos de dos días antes por la complejidad de su situación médica. Tras su fuga, comenzó un operativo para encontrarlo en el Barrio Mueller, en las inmediaciones de su domicilio y los de su familia, con un seguimiento de cámaras de seguridad municipales.
Al momento de huir, el prófugo “vestía short y remera rojos”, asegura un reporte policial. Rodríguez mide 1,70 de alto, es de contextura física delgada, pelo corto de color negro, tez morena. También posee una pieza dental metálica.
Una idéntica fuga fue protagonizada en 2010 por Martín “Banana” Espiasse, uno de los delincuentes más célebres del mundo del hampa pesada, protagonista del libro “El Trueno En La Sangre”, publicado por la editorial Rara Avis. Ocurrió en el Hospital Central de Mendoza, donde Espiasse había sido trasladado para un estudio por una supuesta afección en los riñones.
En el lugar, Espiasse se quitó la sonda, golpeó a los penitenciarios que lo vigilaban y corrió a través de la capital mendocina al menos seis cuadras a través de la capital mendocina con el brazo ensangrentado. Todo, con sus manos esposadas. Así, se arrojó a un canal de hormigón armado que se encontraba vacío para escapar de la Policía de Mendoza que lo cercaba. Cayó más de tres metros al vacío. No sufrió lesiones significativas.
Espiasse se encontraba preso en la provincia por un asalto con ametralladoras a una fábrica de camperas en Godoy Cruz, un hecho por el cual fue condenado. Insólitamente, lo condenaron por un nombre falso que había dado, Matías Lago González, con el que logró un DNI número 62 millones. “Banana”, oriundo de Chubut, logró burlar a todo el sistema penal mendocino con un nombre falso. Sus huellas dactilares, al parecer, nunca fueron cruzadas. Preso en penales mendocinos con su nombre trucho, lideró motines y se convirtió en un capanga de su pabellón.
Al ser rescatado del canal de hormigón por los bomberos de Mendoza, el fotógrafo Orlando Pelichotti del diario Los Andes le tomó una foto, que llegó a la portada del periódico. La Justicia de Chubut, al ver la edición, levantó el teléfono: buscaban a Espiasse por un asalto al Ministerio de Economía de la provincia en Rawson, ocurrido en 2007, un ataque que terminó con dos policías asesinados a tiros con una ametralladora soviética.