A última hora de la tarde del lunes, un hombre de 40 años fue detenido en su domicilio en el barrio Felipe Botta de la localidad cordobesa de Villa María, luego de atrincherarse, armado con un cuchillo y rociarse con combustible, negándose a entregarse a la Policía de Córdoba.
El operativo policial, que comenzó cuando las autoridades intentaron arrestarlo por un incidente anterior en el que disparó a otro hombre, se prolongó durante varias horas y requirió la intervención del grupo táctico Eter y los Bomberos Voluntarios de Villa María.
El incidente que llevó a esta situación tuvo lugar el último domingo 25 de agosto, cuando un hombre de 48 años fue herido de bala en la pierna y sufrió cortes en el cuero cabelludo durante una discusión en una casa ubicada en la calle Sucre al 2800. La víctima fue atendida en el Hospital Regional Pasteur, donde se le diagnosticaron lesiones leves y quedó fuera de peligro.
Según informó el diario La Voz, la mañana de ayer lunes, como parte de la investigación del caso, la División Investigaciones llevó a cabo un allanamiento en el mismo barrio y detuvo a un joven de 20 años, acusado del mismo delito. Sin embargo, el operativo tomó un giro más complejo cuando los agentes acudieron a arrestar al hombre de 40 años.
De acuerdo con la información proporcionada por la Departamental San Martín, al notar la presencia policial, el sujeto se atrincheró en su vivienda, provocando un despliegue masivo de efectivos policiales y recursos de bomberos.
El hombre amenazó con prenderse fuego, lo que llevó a la intervención del equipo especializado del Eter que después de un período de negociaciones, y ante la negativa del individuo a rendirse, se tomó la decisión de proceder con una “resolución táctica”, según informaron las autoridades, que culminó en su detención inmediata.
Juliana Companys, fiscal de Instrucción de Segundo Turno, imputó al detenido por lesiones leves agravadas por el uso de arma de fuego. El operativo fue supervisado por el subdirector general de Departamentales Sur, comisario mayor Cristhian Murialdo, y el director de la Departamental General San Martín, comisario mayor Maximiliano Funes.
Y en otro caso de un hombre atrincherado pero con un desenlace más trágico, ocurrió a fines del mes de enero de este año en la zona de Lanús Este, más precisamente en el cruce de Guidi y Sitio de Montevideo.
El vecino, identificado con las iniciales R.E.T, de 50 años, se encontraba solo en su hogar y realizando una videollamada con su novia, habitante de Hurlingham. Fue durante esa conversación que el hombre -que padecía un cuadro depresivo- le manifestó su preocupación por los problemas económicos que estaba atravesando y deslizó tener la intención de herirse físicamente.
En un momento de la llamada, este le mostró una pistola calibre .22 a la mujer. Y unos minutos más tarde, ella logró escuchar “entre tres y cuatro disparos”. En consecuencia, su pareja procedió a cortar la comunicación y llamar al 911, que movilizó las patrullas al lugar. Eran cerca de las 12 del mediodía cuando se montó un operativo en la zona para reducirlo, el cual incluyó un corte de tránsito en las inmediaciones por precaución.
Cerca de las 14 horas, agentes del Grupo Halcón llegaron al domicilio y se sumaron al despliegue policial junto a la Brigada de Investigaciones, la división Motorizada de la Policía Bonaerense y el SAME. En este contexto, los oficiales se entrevistaron con la vecina directa del atrincherado, quien logró comunicarse con él por teléfono y calmarlo por unos minutos.
Sin embargo, cuando intentó pasarle el teléfono a alguno de los policías en el lugar, este se mostró desesperado y cortó la llamada. Poco después se escuchó un último disparo, a partir del cual se solicitó una orden de ingreso a la vivienda que se concretó apenas un rato más tarde. Según fuentes consultadas por este medio, la irrupción al domicilio demoró dado que se desconocía en qué estado de alteración se encontraba la persona.
Desde aquel último ruido, se dejaron de escuchar sonidos provenientes de la casa. Tampoco a él, lo cual alertó aún más a los agentes. Cuando finalmente recibieron la confirmación para entrar -la única manera era derribando la puerta- el personal del Grupo Halcón ingresó y visualizó a la víctima, quien ya se encontraba sin vida.
Al momento del hallazgo, el cuerpo del hombre contaba con al menos tres heridas de bala en la zona del tórax y una en la cabeza que le produjo la muerte. Según informaron, las primeras son las lesiones que se había provocado mientras aún estaba en contacto con su mujer, las cuales no le provocaron el fallecimiento inmediato dado que se trataba de una persona con una contextura física grande.
La causa quedó en manos del fiscal Martín Darío Rodríguez, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción 6 de Avellaneda-Lanús. El operativo demoró algunas horas en levantarse por completo, mientras los investigadores continuaban realizando tareas en el lugar.