El robo de rieles ferroviarios creció de forma exponencial durante los últimos meses en la provincia de Salta, y en este contexto la Policía provincial montó diversos operativos para recuperar los cargamentos de vías en distintas rutas y caminos rurales. Ante esta preocupante realidad, la Justicia Federal se encuentra tras los pasos de una banda transnacional, que presuntamente estaría detrás del desguace de los tendidos ferroviarios que representan pérdidas millonarias.
El robo de vías en la provincia de Salta afecta principalmente a los ramales C25 y C15 del Ferrocarril Belgrano. El primero de ellos cuenta con 105 kilómetros de rieles entre el pequeño poblado de Padre Lozano, en el departamento San Martín, y Morillo, la localidad cabecera de Rivadavia Banda Norte. En los últimos meses, ese tramo de la línea ferroviaria que conecta a Embarcación con la capital formoseña fue desguazado casi en su totalidad, y parte de los cargamentos fueron recuperados en distintos procedimientos policiales realizados en distintas rutas y caminos rurales.
El pasado 16 de agosto, efectivos dependientes de las Unidades Regionales N° 4 y 14 de la Policía de Salta secuestraron alrededor de mil metros lineales de rieles. Por los hechos, tres hombres fueron puestos a disposición de la Justicia Federal.
En la localidad de Dragones, efectivos policiales hallaron abandonado un camión en Ruta Nacional N° 81 y al verificar la zona de carga hallaron 90 rieles de 3 metros cada uno y 20 bolsas de carbón vegetal. Por otra parte, en una zona rural de General Ballivián se secuestraron 72 segmentos de vías férreas de diferentes tamaños, que se encontraban acopiados en diferentes sectores, como así también 4 bolsas conteniendo tornillos y clavos.
Otra intervención se registró en Tartagal, cuando personal de la División Seguridad Urbana recorría la Ruta Nacional N° 86 y divisaron un camión de gran porte con tres ocupantes. Al consultar al conductor por los elementos que transportaba, el hombre se tornó nervioso y aportó datos contradictorios. Rápidos de reflejos, los agentes fiscalizaron el cargamento, y descubrieron 53 rieles de 10 metros cada uno. Los sospechosos, de 35, 26 y 25 años, fueron demorados.
Unos días antes, y también en el norte provincial, efectivos de la Unidad Regional N° 14 incautaron dos cargamentos con rieles de ferrocarril que habían sido sustraídos. Por los hechos, cuatro personas fueron puestas a disposición de la Justicia Federal.
El primero de los hechos se registró el sábado 3 de agosto, cuando uniformados del puesto policial Pluma de Pato realizaban un recorrido preventivo por la ex ruta nacional N° 81, a la altura del kilómetro 1.760, y observaron tramos de rieles esparcidos en un rango de 15 kilómetros. Cerca del botín se encontraba un camión de gran porte, donde varias personas se ocupaban de cargar el millonario botín. Al advertir la presencia policial, los delincuentes huyeron del lugar en diferentes direcciones. Los investigadores procedieron al secuestro de 513 segmentos de rieles, equivalentes a más de 2 mil metros lineales, y demoró a dos hombres de 30 y 50 años.
Al día siguiente, personal dependiente del Destacamento Policial Fortín Dragones, abocado a control vehicular en la misma ruta, a la altura del kilómetro 1.800 detuvieron la marcha de un camión. Al verificar la zona de carga, encontraron más de 90 segmentos de rieles ferroviarios y aproximadamente 3 toneladas de pernos de vía y clavos. En consecuencia, los uniformados secuestraron el cargamento y demoraron a dos hombres de 20 y 63 años.
Lejos de tratarse de robos aislados, como tantos que se denunciaron en el ramal C15, que se extiende desde Perico (Jujuy) hasta Salvador Mazza, los saqueos de vías que se vienen registrando en el chaco salteño formarían parte de un plan de desguace que una banda transnacional de contrabando llevaría adelante desde hace varios meses.
De acuerdo a una investigación realizada por el diario El Tribuno, de Salta, cientos de toneladas de vías y piezas ferroviarias se filtraron hacia Bolivia por las alarmantes fallas en los controles de seguridad fronterizos.
Según fuentes del vecino país consultadas por el citado medio salteño, cada tonelada de vía se vende en Bolivia a 250 dólares.
La red organizada que opera a ambos lados de la frontera no solo se encarga de contrabandear vías, sino que también cruza a Bolivia material rodante y otras piezas ferroviarias que representarían otros $1.500 millones a precio de chatarra.