Fue el 1° de agosto cuando el gobierno de la Ciudad denunció al titular una Ferrari gris GT 456 que realizó una maniobra peligrosísima en plena Avenida Lugones. Así, se inició una investigación para intentar determinar quién fue el conductor. Según quedó registrado en un video, el auto de lujo realizó un trompo que no provocó un accidente por la pericia del resto de los automovilistas que transitaban por la zona. Veinte días después, el dueño del auto de lujo fue imputado por la Justicia porteña.
Se trata del empresario Eduardo Juan Manuel Peña, de 60 años, quien respondió con un descargo cuando el fiscal Matías de Sanctis, titular de la Fiscalía N°7 de la Ciudad de Buenos Aires, le imputó el Artículo 193 bis del Código Penal, que reprime con 6 meses a 3 años de prisión, e inhabilitación especial para conducir por el doble del tiempo de la condena. Es excarcelable.
El fiscal Sanctis le endilgó el delito contemplado en “una situación de peligro para la vida o la integridad física de las personas mediante la participación en una prueba de velocidad o de destreza con un vehículo automotor, realizada sin la debida autorización de la autoridad competente”, según reza el CP.
Lo complejo del caso es que el funcionario judicial no tenía forma de comprobar quién estaba manejando la Ferrari ese 1° de agosto que hizo trompos en la avenida Lugones. “Como el dueño del auto se había presentado con el abogado, se había puesto a disposición de la Fiscalía, sin aclarar si manejaba o no, directamente se lo intimó y se lo imputó”, explicaron fuentes del caso a Infobae.
Y agregaron que “nada hacía creer que fuera otra persona quien manejaba ese día”.
Sin embargo, luego de que la Ferrari quedara fajada con precintos por el Ministerio Público Fiscal Porteño y se secuestraran las llaves y documentación, Peña presentó un descargo ante el fiscal. ¿Qué decía? Básicamente, confesó: “Dijo que el auto se le escapó, porque no tiene control de tracción. Que la maniobra riesgosa fue involuntaria”.
Muchos especialistas fueron los que consideraron esa posibilidad: que la maniobra peligrosa fue por no saber manejar un auto de esas características. Y eso alegó Peña en su defensa.
Lo concreto es que ese día la Ferrari 456 GT, modelo 1997, fue filmada cuando realizaba temerarias maniobras por Avenida Lugones, a la altura de la estación Ciudad Universitaria del Ferrocarril Belgrano, en inmediaciones al estadio Monumental, en sentido a capital.
El vehículo de lujo, que viajaba por uno de los carriles centrales, figura a nombre del empresario Peña y, según los datos disponibles en la Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad del Automotor, el auto se encuentra radicado en la provincia de Santiago del Estero.
Justamente, esa Ferrari ya cuenta, al menos, con dos multas por alta velocidad en CABA y en la autopista Panamericana. La primera sanción corresponde al 28 de marzo pasado, luego de las 18. Se labró sobre la avenida Cantilo, donde la máxima es de 100 kilómetros por hora. En esa oportunidad, fue registrada a una velocidad media de 139,8 Km/h.
Luego, fue detectada, el último 1° de abril. Fue registrado por las cámaras de la municipalidad de Vicente López sobre la colectora de la autopista Panamericana, donde la máxima es 80 km/h y el velocímetro de la Ferrari superó los 117 km/h. Por esa falta, se emitió una multa de 170 mil pesos.
No es la primera vez que el empresario de 60 años aparece en los medios. En septiembre de 2018, su nombre se mencionó tras la captura de Oscar Thomas, el ex director de la Entidad Binacional Yacyretá, detenido en la denominada causa “Cuadernos”. El ex funcionario fue arrestado en un departamento de la calle Uriburu, en el barrio porteño de Recoleta, el mismo en el que Peña fijó domicilio fiscal.