El ex futbolista Oscar “Junior” Benítez, condenado a más de cinco años de prisión por ejercer violencia y amenazas contra la familia de su ex novia Anabelia Ayala, fue citado a indagatoria por la presunta instigación al suicidio de la joven de 29 años, quien se quitó la vida en Año Nuevo.
El deportista, que pasó por Boca Juniors, Lanús y Benfica de Portugal, prestará declaración el 29 de agosto, desde las 10. La causa llega a esta instancia debido a que el fiscal Juan Manuel Baloira, titular de la UFI N°3 descentralizada de Almirante Brown, considera que hay pruebas suficientes para acreditar la responsabilidad de Benítez en la muerte de Ayala.
“La Justicia intentó cerrar la causa como un simple suicidio y, realmente, venimos excavando y encontrado cada vez más elementos. Hace una semana, el fiscal pudo ver que en la tablet que Anabelia tenía -y con la cual era monitoreada las 24 horas- había un video de Benítez amenazándola, más de 500 capturas de pantalla con geolocalización y una cadena de mails entre ambos reprochándose diversas situaciones”, indicó el abogado de la familia de la víctima, Rodrigo Tripolone.
“Postulamos desde un primer momento que Anabelia no se quitó la vida, sino que fue coaccionada por él. Hay dos hipótesis, la de mínima, la instigación al suicidio y, la de máxima, el femicidio, porque hay algunas declaraciones que indican que ella fue obligada a quitarse la vida, de lo contrario, él iba a tomar represalias contra la familia. Ella jamás lo denunció”, agregó Tripolone.
La Justicia sospecha que Benítez llevó a Ayala, con quien tenía una relación tormentosa desde hacía cinco años, a quitarse la vida después de controlar absolutamente cada movimiento, casi las 24 horas del día, a través, no sólo de llamadas telefónicas, sino también de la conexión permanente por videollamada con una tablet.
“La obligaba a mostrarle a él quién estaba en su casa, si se movía tenía que filmar todo. Eso todo el tiempo”, comentó una fuente judicial.
“Nunca vi algo igual”, resumió a Infobae un investigador del caso.
La hipótesis, ahora sostenida por el fiscal, había sido planteada desde el primer momento por Juan Carlos Ayala, el padre de la víctima, quien también denunció a Benítez en la causa por la que terminó condenado.
“Era una persona que ya no pensaba por sí sola, estaba siendo psicopateada, no tenía poder sobre su vida. Por eso no me cabe ninguna duda que fue una inducción al suicidio. Hay audios de la familia de él que dicen que no pudieron brindar porque veían cómo la piba se colgaba. Mi hija no tomaba sus propias decisiones. Si la hubieran querido salvar, hubiesen llamado al 911, ni siquiera a un vecino”, contó semanas atrás el papá de Anabelia a este medio.
Según las testimoniales, Anabelia trabajaba dentro de su casa como manicura porque Benítez no la dejaba salir. De hecho, ella abandonó dos carreras, una terciaria y otra universitaria. “Ella trabajaba de 9 a 21 y estaba constantemente con la tablet encendida, controlada en forma remota por él”, explicó un investigador, quien consideró que el futbolista le limitó la autonomía de la voluntad y la “despersonificó”.
Anabelia Ayala se quitó la vida la noche de Año Nuevo de 2024. Sus padres golpearon la puerta de su habitación para invitarla a que se sume al brindis de las 12, pero ella no respondió. Un rato después, su hermano forzó el ingreso y logró entrar al cuarto: se encontró con la escena espantosa de la joven colgada del ventilador con una sábana, ya sin vida.