Martín Santiago Del Rio, acusado de asesinar a sus padres el 24 de agosto del 2022 en la mansión familiar en Vicente López, tendrá su juicio oral el próximo 9 de septiembre. La modalidad elegida por el acusado es la de juicio por jurados.
Del Rio, patrocinado por la doctora Mónica Chirivín, está alojado en un penal de San Martín a la espera del debate oral. Parte de las personas que declararán como testigos son sus familiares. Todos ellos están convencidos de que el acusado es el asesino. Principalmente su hermano Diego y su ex esposa, Cecilia.
José Enrique del Río (75) y su esposa María Mercedes Alonso (72) fueron muertos a tiros -él de tres balazos y ella de uno- el pasado 25 de agosto en el interior de su auto en el garaje de su casona de la calle Melo al 1100.
Si bien la empleada de la pareja, María Ninfa “Nina” Aquino fue la primera detenida, el juez de la causa la liberó por falta de pruebas, aunque sigue investigada. El 7 de septiembre de ese año, Martín Del Rio fue detenido por el hecho. Según cree la Justicia, el móvil fue económico.
Del Río cumple prisión preventiva por el delito doble homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por el uso de arma de fuego y por ser criminis causa. Si la calificación no se modifica en el proceso, la pena en expectativa es la de prisión perpetua.
Para los fiscales, según documentos de la causa, “el día 24 de agosto de 2022 entre las 17.33 y las 18.30 aproximadamente, Martín Santiago Del Río, se hizo presente a pie en el domicilio de sus progenitores y, en base al plan que previamente había diagramado, ingresó a la vivienda por sus propios medios a través del garaje. Una vez dentro, decidió, en base al plan estipulado, quitarles la vida, de manera clara e inequívoca”.
Así, consideraron que Martín Santiago tenía “la información necesaria sobre la logística y movimientos propios de la vivienda”. Los fiscales apuntaron a 15 contradicciones que encontraron en las dos declaraciones indagatorias que brindó. Las más notorias están relacionadas a la utilización de su celular en el momento del crimen y al control remoto del garaje de sus padres, que fue encontrado escondido en su camioneta.
En su primera declaración como acusado, Del Rio aseguró que, en el horario en que mataron a sus padres, se había quedado en su camioneta en Núñez “contestando mensajes de WhatsApp y respondiendo algún mail”. Sin embargo, un informe que consta en el expediente habla de que en esa franja horaria, su celular no tuvo prácticamente movimiento.
En cuanto al control remoto, según los investigadores, existían cuatro aparato que podían abrir el portón de la casa de Vicente López. Dos estaban en poder de las víctimas, otro lo tenía Martín y un cuarto estaba en poder de Diego, el hermano mayor. Sin embargo, al momento del crimen desapareció uno de los controles pertenecientes al matrimonio asesinado.
Ese dispositivo fue hallado debajo de la rueda de auxilio de la camioneta en la que se movía Martín Santiago al momento de su detención. El acusado declaró que en realidad ese control pertenecía a una alarma y que no abría el portón de sus padres. Se comprobó que mentía.