En sus tiempos de bonanzas, el lugar alojaba pasajeros y turistas. Luego, se convirtió en un conventillo y, actualmente, había sido rebautizado el “Hotel de la droga”. En las últimas horas, llegó a su fin. El Ministerio Público Fiscal porteño y la Policía de la Ciudad allanó y clausuró ese edificio y otro aledaño que funcionaban como búnkeres en el barrio de Constitución.
Los procedimientos se llevaron a cabo en el marco de una investigación iniciada hace cinco meses, encabezada por la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Delitos vinculados a Estupefacientes (UFEIDE), a cargo de Cecilia Amil Martín y dependiente del Ministerio Público Fiscal conducido por Juan Bautista Mahiques, junto con la División Investigaciones Antidrogas Zona IV de la fuerza porteña.
El lugar allanado era un antiguo hotel convertido en conventillo donde se fraccionaban, guardaban y comercializaban drogas. Se encuentra ubicado en la calle Santiago del Estero al 1400, una zona bien conocida por los investigadores y que suele ser foco de denuncias por narcotráfico.
En esa cuadra, por ejemplo, a mediados del año pasado fue detenido un ciudadano peruano de 27 años, apodado “Gyan”, acusado de ser uno de los responsables del narcomenudeo. El sospechoso fue capturado con cientos de envoltorios de cocaína, marihuana y un arma de fuego calibre .45 con 6 municiones en su cargador, además de 50 municiones sueltas de 9 mm. El domicilio donde lo encontraron fue tapiado.
Por otra parte, los mismos edificios clausurados esta semana habían sido registrados a principios de febrero de este año, junto con otros objetivos en Luis Sáenz Peña al 1700 y la Avenida San Juan al 1200. En total, se realizaron 12 allanamientos en inmuebles que albergaban habitaciones utilizadas como vivienda, así como otros espacios usados como depósitos y para el fraccionamiento de sustancias, después de 28 denuncias al 134.
Esos operativos resultaron en la detención de seis sospechosos de nacionalidad dominicana, cinco jóvenes varones y una mujer de 62 años. Además, se incautó más de 1 kilo de droga, distribuido en más de 100 envoltorios plásticos, así como balanzas de precisión y otros elementos de corte y fraccionamiento de sustancias.
Sin embargo, la actividad delictiva resurgió al poco tiempo, y las autoridades volvieron a poner el foco en la cuadra a raíz de nuevas denuncias por venta de drogas. La nueva investigación comenzó en marzo y, gracias a las tareas de campo realizadas por los oficiales, se pudo individualizar e identificar a cada uno de los acusados.
A partir de las pruebas obtenidas, la fiscal solicitó al Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N°28, a cargo de la jueza María Julia Correa, las órdenes de allanamiento para los domicilios contiguos que conformaban el complejo habitacional. Los procedimientos se realizaron de manera simultánea.
Durante los allanamientos, se secuestraron 183 envoltorios con cocaína con un peso total de 55,69 gramos y otro con una piedra de la misma sustancia, que pesaba 5,5 gramos.
En uno de los operativos, un sospechoso intentó escapar por los techos, pero fue hallado escondido dentro de un tanque de agua. Al ser descubierto, declaró que se había ocultado por el miedo que le provocó la situación. “Vino un policía a apuntarme”, comentó mientras salía del tanque, a lo que uno de los efectivos le respondió que debía quedarse quieto. “Revisame, no tengo nada encima”, les manifestó luego a los uniformados.
Tanto él como los demás implicados fueron notificados y puestos en libertad por orden de la Justicia.
Como parte de las acciones desplegadas, el Gobierno de la Ciudad intervino para desocupar la totalidad del lugar. Los edificios fueron tapiados para evitar nuevos ingresos.