En una comisaría de Rosario hubo cuatro fugas de detenidos en los últimos tres meses. Se trata de la Seccional 5° ubicada en Italia al 2100, en el barrio Abasto. La última ocurrió ayer jueves por la noche, cuando seis reclusos treparon por el techo de uno de los módulos transitorios de detención y desde allí se lanzaron hacia un estacionamiento lindero. Tres de ellos fueron recapturados en distintos operativos policiales.
La evasión tuvo lugar minutos antes de las 23, cuando Ayron Fabián Pereyra, Gustavo Ariel Garay, David Miguel Medina, Lucas Daniel Flores, Cristian Eduardo Flores y Cristian José Antonio forzaron una reja y lograron irse del lugar. El hecho fue advertido por los vecinos ante la Policía provincial, ya que a algunos de ellos los vieron salir corriendo desde el interior de la cochera.
La nueva fuga expuso una vez más la sobrepoblación en celdas policiales, ya que al momento del escape había 55 reclusos en los dos módulos de detención, cuya capacidad total es para 24 personas: todos los evadidos de la jornada de ayer estaban bajo prisión preventiva.
La Policía montó un operativo de búsqueda de los prófugos en toda la zona de barrio Abasto y en las zonas los domicilios registrados de los internos. El Comando Radioeléctrico primero recapturó a Lucas Daniel Flores en boulevar Seguí y las vías del ferrocarril y lo trasladó de nuevo a la Seccional 5ª, adonde había ingresado en junio pasado por una tentativa de robo.
El Comando Radioeléctrico también dio con Ayrton Fabián Pereyra en Castellanos y Virasoro, a quien le incautaron un arma blanca con la que habría intentado agredir a los agentes. El último recapturado fue Cristian Eduardo Flores, que cayó en un procedimiento de identificación que llevó a cabo la Policía de Acción Táctica en 27 de Febrero y Servando Bayo.
Los tres que todavía continúan prófugos son ladrones que habían sido imputados por robo entre mayo y junio pasado. En el caso de Gustavo Garay, por hurto calificado, Cristian Antonio por robo simple y David Medina por robo calificado por el uso de arma de fuego.
La primera fuga de la seccional de la calle Italia al 2100 ocurrió el 19 de mayo pasado, cuando once presos cortaron los barrotes del techo del penal y se evadieron. El hecho, de manera insólita, se descubrió al otro día, cuando uno de los prófugos se presentó en la comisaría acompañado por su madre, que le ordenó que se ponga a derecho. Por esa situación, desde el Ministerio Público de la Acusación se dispusieron medidas para investigar al personal policial.
La segunda evasión fue el 30 de junio, cuando cinco internos llamaron al policía a cargo de la custodia de los módulos, lo redujeron ni bien abrió la puerta, lo golpearon con el palo de una escoba y después treparon las paredes del fondo del edificio.
El tercer episodio tuvo lugar el 5 de julio, cuando un preso que estaba alojado allí seguía una audiencia imputativa por videoconferencia, pidió ir al baño y saltó por el techo. El caso fue alertado a la Policía por las visitas de los reclusos que aguardaban afuera de la comisaría. Rápidamente, fue recapturado a 50 cuadras del lugar.
Por esos tres hechos, desde la Unidad Regional II se dispuso el cambio en la jefatura de la comisaría.