Condenaron a tres años de prisión en suspenso al empresario millonario que le robó dólares y joyas a su vecino de country

El delito había sido descubierto por la víctima a través de las cámaras de su casa. Le sacó más de 15.000 dólares, 20 millones de pesos y otros objetos de valor que deberá devolver, según resolvió la Justicia

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Las víctimas de los robos registaron al empresario

El empresario millonario detenido semanas atrás por haber robado en reiteradas ocasiones en la casa de uno de sus vecinos del country Altos de la Ribera de la ciudad santafesina de Santo Tomé, en Santa Fe, fue condenado en las últimas horas por la Justicia a tres años de prisión en suspenso y normas de conducta.

La decisión fue tomada por el juez Octavio Silva en el marco de un juicio abreviado que se desarrolló en los tribunales de la capital santafesina, donde juzgaron los hechos adjudicados a Lucas Nasim, acusado de ingresar a la vivienda lindera a su casa cuando no había nadie y sustraer dólares, además de varios objetos de valor.

En pocos meses, el hombre se llevó un total 20 millones de pesos y 15 mil dólares. Una cifra que, de acuerdo a lo dictaminado por el magistrado a cargo de la causa, deberá ser devuelta a la víctima en las próximas horas.

Los robos fueron descubiertos por el propio dueño de la casa afectada, quien colocó una cámara en su domicilio por seguridad. En sus videos quedó registrado el último golpe. Y dicha filmación se convirtió en la prueba clave para el arresto del imputado a principio de este mes, indicaron fuentes del caso a Infobae.

El empresario recorría los rincones
El empresario recorría los rincones de la casa

En la grabación, dada a conocer por El Litoral, se puede observar a Nasim circular por la propiedad y revisar un armario, debajo de dos colchones y prender y apagar las luces, tal como lo haría un ladrón; excepto que el hombre de 45 años, como actividad principal, presta “servicios de centros de estética, spa y similares” y posee baños turcos, saunas, solarios, centros de masajes y adelgazamiento, entre otros.

Por su lado, R.O.G., la víctima, tiene 80 años y también es empresario: es dueño una importante y conocida distribuidora de la zona. Su familia comenzó a sospechar del vecino debido a que, cada vez que se ausentaba de su hogar, notaba que le faltaban dinero, artículos valiosos y vinos finos.

En concreto, según la denuncia, L.N. se habría llevado, en pocos meses, 20 millones de pesos, 15.000 dólares, varios anillos de oro y un reloj del mismo metal. No lo anotaron en la presentación judicial, pero las costosas botellas también están dentro de la nómina de objetos sustraídos.

Cansados de la situación, los hijos de R.O.G. resolvieron instalar cámaras de vigilancia dentro de la propiedad. Al revisar las imágenes vieron a L.N., quien vive en el lote ubicado detrás de su casa, recorrer y hurgar por todos los ambientes. Con ese material, realizaron la denuncia y la fiscal Rosana Marcolín pidió la detención y el allanamiento a la casa del indiscreto vecino.

De acuerdo al sitio Aire de Santa Fe, esta no se trata de la primera vez que Nasim es noticia en el country. El año pasado fue señalado por haber amenazado con un arma de fuego a un vecino en pena vía pública. Por otro lado, en 2021, él había asegurado haber sido víctima de un robo en su domicilio, razón por la que denunció a todos los habitantes del barrio por no brindar en el barrio las medidas de seguridad adecuadas.

“Teníamos al chorro más grande de Santa fe adentro de la casa”

La cámara tomó al empresario
La cámara tomó al empresario revisando una de las habitaciones de la casa de su vecino

En el programa Creo, el hijo de la víctima contó que desde hace más de un mes venían faltando cosas en la casa de su papá, un hombre de 80 años. “Pensábamos que le estaba pasando algo, por su edad. Hasta lo llevamos a un neurólogo, porque le dábamos las cosas y a los tres días ya no estaban. Empezaron a desaparecer cosas y dudábamos de todo. Era una locura lo que nos pasaba por la cabeza”, relató.

Sobre las cámaras, dijo: “Al principio no las revisábamos porque trabajamos todo el día y no teníamos tiempo para hacerlo. Pero seguían faltando cosas. Hasta que revisamos las cámaras y vimos lo que vimos. Nos queríamos morir. Teníamos al choro más grande de Santa Fe adentro de la casa”.

“Se llevaba todo lo que quería, incluso la recaudación de nuestro negocio”, detalló.

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