Luis Mario Vitette, el mítico hombre del traje gris que fue parte de la banda que protagonizó el robo al Banco Río de Acassuso en enero de 2006, se refirió al túnel hallado en San Isidro. El boquete fue descubierto este miércoles en la calle Chacabuco, un túnel de 150 metros de largo, una obra de ingeniería civil con paredes encofradas y tendido eléctrico.
“Solo voy a decir que es más parecido al robo al Nación de la calle Cabildo que al del Banco Río de Acassuso, solo que un dato revelador los une. Fin”, escribió Vitette en la red social X.
El asalto al que hace referencia el uruguayo fue, en realidad, al Banco Provincia de Belgrano, en 2011. En esa oportunidad, fueron vulneradas entre 130 y 140 cajas de seguridad, al que accedieron los ladrones por un boquete con alfombras en las paredes y en el piso y un sistema de iluminación y ventilación.
La vía subterránea fue realizada desde una casa ubicada a 30 metros de la entidad bancaria, donde fueron encontradas herramientas utilizadas para violentar las cajas de seguridad. Estiman que la construcción llevó seis meses. Esta vez, la construcción en San Isidro comenzó en un galpón.
A la vez, Vitette hizo referencia a la responsabilidad penal que podría caberles a los responsables del golpe frustrado en San Isidro. “Los actos preparatorios son acciones que se llevan a cabo antes de la ejecución de un delito y que están destinadas a facilitarlo. En principio, los actos preparatorios no son punibles, salvo cuando constituyen un delito por sí mismos”, escribió.
Por último, dejó una pregunta enigmática: “Los investigadores tienen un dato revelador e indicador ¿Cuál es?”.
Luego de pasar varios años preso, Vitette se estableció en San José, Uruguay, donde maneja una joyería llamada Verde Esmeralda. Dice haber dejado atrás su vida delictiva y ahora se dedica a su familia y a escribir.
Los viejos cómplices de Vitette: quién es quién en “robo del siglo”
El 13 de enero de 2006, ocurrió uno robos más audaces de la historia criminal argentina: el llamado “Robo del Siglo”. Ese día un grupo de delincuentes, con una meticulosa planificación previa, llevó a cabo el impactante asalto a la sucursal del Banco Río en Acassuso, en la provincia de Buenos Aires.
El robo comenzó con una toma de rehenes en la planta baja del banco, lo que mantuvo ocupada a la policía mientras los ladrones desplegaban la verdadera operación en el subsuelo.
El plan se desarrolló de manera sorprendentemente quirúrgica. Mientras la policía negociaba en la planta baja, los asaltantes vaciaban 146 cajas de seguridad en el subsuelo. Para evitar levantar sospechas, utilizaron armas de juguete y dejaron una nota memorable en la bóveda: “En barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es solo plata y no amores”. Esta frase no solo demostró su ingenio, sino que también se convirtió en símbolo del golpe perfecto que estaban llevando a cabo.
Sin embargo, el verdadero golpe maestro consistió en la fuga. A través de un boquete, los delincuentes accedieron a un túnel de desagüe fluvial por el que escaparon en dos gomones inflables. Esta ruta de escape subterránea burló a los más de 300 policías que habían rodeado la manzana e hizo posible que los ladrones desaparecieran sin dejar rastro. Durante horas, lograron mantener la atención de los medios y la policía en la fachada del robo mientras ya se encontraban a kilómetros de distancia.
La ejecución del robo fue tan meticulosa y precisa que dejó a toda una nación estupefacta. Publicaciones de todo el mundo cubrieron el evento y destacaban tanto la destreza como la audacia de los ladrones. El “Robo del Siglo” no sólo significó una pérdida millonaria, calculada inicialmente en 19 millones de dólares y 80 kilos de joyas, sino que también demostró la vulnerabilidad de los sistemas de seguridad del momento, llevando a una reevaluación generalizada de las medidas de protección bancaria.