Extorsiones, cumbia y atentados: así opera la barra de Newell’s bajo el mando de Los Monos

Desde la cárcel de Ezeiza y de forma periódica, uno de los laderos de “Guille” Cantero le exigía al presidente del club sumas millonarias y entradas de protocolo a los partidos

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El video de la bandera
El video de la bandera de Los Monos en la despedida de Maxi Rodríguez

Leandro “Pollo” Vinardi, histórico ladero de Ariel Máximo “Guille” Cantero, líder de Los Monos, fue imputado este miércoles por haber extorsionado y amenazado al presidente de Newell’s, Ignacio Astore, con la exigencia de entradas de protocolo y dinero. Según la investigación, Vinardi llevó a cabo estos delitos desde la cárcel de Ezeiza, donde permanece encerrado por homicidio y narcotráfico.

Junto a él se sentaron en el banquillo de los acusados –de manera virtual, porque todos estaban por videoconferencia– su pareja, Ivana Sabrina Barrías; su hijastro, Emir Rodríguez y su hombre de confianza en el paraavalanchas rojinegro, Luciano “Lucho” Gallardo.

La información se conoce después de que este martes dos sicarios en moto realizaran un disparo al aire en la puerta del estadio, y en la previa al tradicional banderazo que se hará en la cancha por el clásico ante Rosario Central, que se disputará el próximo sábado en el Gigante de Arroyito.

En la audiencia imputativa ante el juez Hernán Postma, el fiscal Franco Carbone le atribuyó a Vinardi varias intimidaciones al presidente de Newell’s, que habrían comenzado años atrás.

El "Pollo" Vinardi (der.) es
El "Pollo" Vinardi (der.) es uno de los principales laderos de "Guille" Cantero (izq.)

En primer término, indicó que, periódicamente, el club le paga un millón y medio de pesos a la barra brava leprosa, que se desembolsa en efectivo en las jornadas previas o posteriores a cada partido. Y quien suele cobrar ese dinero es Gallardo, generalmente, a través del jefe de seguridad de la institución.

“Astore y las personas entrevistadas bajo identidad reservada dijeron que desde que asumieron son obligados por partido de local a entregar entradas de protocolo, que en la actualidad son 1.700, dinero en efectivo, que actualmente es un millón y medio de pesos, y entre 15 y 25 camisetas”, precisó Carbone.

De acuerdo a la explicación del fiscal, la acusación tiene lugar en medio de una violenta disputa entre la facción liderada por Vinardi y Gallardo contra la disidente, encabezada por Alejandro “Rengo” Ficcadenti. Ese barra fue acusado, el viernes pasado, de haber ordenado las intimidaciones que sufrió la familia de Ángel Di María, con el objetivo de que el jugador no regrese a Rosario Central.

Entre las situaciones violentas, Carbone recordó que hace tres semanas balearon en la cabeza al hijastro de Gallardo y este domingo le dieron un tiro en el tórax al hijastro de Vinardi, ambos hechos cometidos en Villa Gobernador Gálvez. Y subrayó la posibilidad de que en este contexto haya ocurrido el disparo al aire que se efectuó desde una moto este martes en la puerta del Coloso Marcelo Bielsa.

En ese marco, Carbone señaló que una intimidación realizada al club se dio el 22 de julio pasado, cuando Astore le entregó a la facción de Ficcadenti 1.700 entradas de protocolo para el encuentro que se jugó días después en el Coloso ante Independiente de Rivadavia.

Hubo disparos en inmediaciones del
Hubo disparos en inmediaciones del Coloso en la previa a la imputación del capo de la barra brava de Newell’s vinculado a Los Monos

Ante el enojo de la barra “oficial”, Ficcadenti devolvió las entradas y las autoridades del club se las dieron a la gente de Vinardi y Gallardo. Sin embargo, el enojo de la gente del “Pollo” persistió y se hizo notorio cuando terminó el partido entre Newell’s e Independiente de Rivadavia, cuando desde la popular arrojaron bombas de estruendo hacia el plantel visitante y la Policía que lo custodiaba.

Para Carbone, quien estuvo detrás de la pirotecnia, una vez finalizado el encuentro, fue Emir Rodríguez por encargo de Vinardi y de Barrías.

El fiscal amplió que después de ese mensaje hacia la dirigencia, el malestar continuó y se lo hicieron saber al club con un ataque a tiros que fue perpetrado el 26 de julio pasado contra la casa de una vocal que integra la comisión directiva, que después del hecho pidió licencia.

En ese caso, desde un Clio gris dispararon ocho balas calibre 9 milímetros. Como consecuencia de esa balacera, el presidente de Newell’s entregó un millón y medio de pesos a “Lucho” Gallardo a través del jefe de seguridad de la institución.

La barra regenteada por Vinardi, Barrías, Rodríguez y Gallardo también fue acusada de haber gestionado un recital del cantante de cumbia Sergio Torres para inaugurar el 8 de julio pasado un sector de parrilleros en el predio donde está el Coloso Marcelo Bielsa.

Como Astore al enterarse del evento, lo prohibió porque consideraba que no estaban dadas las condiciones, hecho que fue comunicado por la vocal cuya casa después fue baleada. Entonces, la barra brava exigió el pago de 8.000.000 de pesos al presidente leproso. La dirigencia, finalmente, pagó, pero 3 millones, a “Lucho” Gallardo a través del jefe de seguridad leproso el pasado 30 de julio en el interior del club.

A su vez, el fiscal recordó que, en agosto de 2022, la barra brava del club abordó al plantel en el Coloso Marcelo Bielsa luego de perder 2 a 1 ante Godoy Cruz, hecho en el que le robaron a un integrante del cuerpo técnico de Javier Sanguinetti y, además, increparon a los jugadores.

Según expresó Carbone, a raíz de esa situación, Astore decidió no entregar el medio millón de pesos que recibía la barra brava leprosa la semana posterior a cada partido que jugara el equipo. Actualmente, el monto es el triple, detalló.

Esa determinación derivó en comunicaciones telefónicas de Vinardi al jefe de Seguridad de Newell’s, que datan del 23 de septiembre de 2022 y del 27 de octubre de ese año, donde el ladero de “Guille” Cantero le pide hacerle saber al presidente leproso que, con su decisión, estaba haciendo “renegar a los pibes”.

El fiscal añadió que tras esas llamadas, el 12 de diciembre de 2022, un auto negro frenó frente al Hospital Privado de Rosario –donde trabaja el presidente de Newell’s–, y sus ocupantes escribieron con aerosol en la pared “Doctor Astore no traicione. Te metemos balas”. Acto seguido, arrojaron un piedrazo que ocasionó una rotura en el vidrio del frente del edificio.

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