El dramático momento en que un repartidor cayó muerto tras recibir dos tiros durante un robo en Pilar

La víctima trabajaba con su moto cuando fue abordada por los delincuentes. Le dispararon en una mano y luego le dieron un balazo por la espalda. Hay un sospechoso identificado

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El momento en que el repartidor cayó muerto

Se llamaba Sergio, tenía 28 años y era empleado de una aplicación de viajes. Este martes por la noche, el joven fue asesinado en el partido bonaerense de Pilar tras recibir dos tiros mientras trabajaba, en el marco de un robo. “Uno de los disparos se lo dieron por la espalda, cuando estaba huyendo”, confiaron fuentes del caso a Infobae.

Según pudo saber este medio, Sergio fue abordado por delincuentes armados que quisieron robarle la moto. En este contexto, los ladrones le efectuaron un disparo en la mano y otro en la espalda, en la zona del omóplato. Luego, escaparon con el vehículo del delivery.

El hecho ocurrió poco después de las 21.30, cuando la víctima circulaba sobre la calle Yrigoyen, entre Santa Ana y Santa Isabel, en la localidad de Manuel Alberti, a unos 200 metros de la estación del ferrocarril Belgrano Norte. De acuerdo con los primeros datos que trascendieron, el joven estaba a bordo de una moto marca Zanella, de 110 cc, de color oscuro, que le había prestado su hermana porque el auto se le había descompuesto.

Según se observa en un video registrado por una cámara de seguridad, el repartidor dobló en su motocicleta por una esquina y desapareció de la escena. Algunos segundos después, a Sergio nuevamente se lo observa ya a pie hasta que, de un momento a otro, cayó desvanecido, con el casco todavía puesto. Falleció a los pocos minutos.

Otra filmación, que ya está en manos del fiscal de la UFI N°3 de Pilar, Germán Camafreita, registró lo que pasó antes de que la víctima se desplomara. En esta grabación, según indicaron fuentes con acceso a la causa, se escucha que eran tres los ladrones que aparecieron en escena inicialmente, pero uno luego se va. Los otros dos restantes son los que se acercan a Sergio. Y aunque no se llega a ver, se escucha que le dijero: “Bajate, bajate”. Para que descienda de su moto.

La respuesta de la víctima fue un simple “pará”. Sin embargo, no alcanzó para frenar el accionar de la dupla de delincuentes, quienes lo interceptaron de todos modos, le dieron un disparo en la mano y, mientras huían, le efectuaron otro más por la espalda, provocando su muerte.

La investigación para determinar lo sucedido se basa en el análisis del teléfono de la víctima y tiene como principal objetivo identificar al usuario que pidió su servicio en la aplicación de viajes.

Para esto hubo cuatro allanamientos en los que se logró dar con una persona sospechosa. Por este motivo, ya dispusieron medidas para definir la situación del único identificado, en el marco de la causa caratulada como homicidio crimins causa y robo calificado por la portación de arma de fuego calibre .22.

La versión de los vecinos y la familia de la víctima

Vecinos del barrio Carumbé, lugar donde pasó todo, aseguraron que se escucharon dos disparos.

La familia de Sergio hipotetizó esta mañana en diálogo con Telefé que el repartidor podría haber sufrido un ataque de asma en medio de la lógica agitación que le produjo el robo. “Se quedó sin aire porque no se pudo sacar el casco y ahí le agarró un ataque de asma. Nadie lo ayudó y se ahogó, porque el casco te aprieta y lo primero que querés hacer es desabrocharte, salir y poder respirar”, señaló Sofía, la hermana de la víctima. Por entonces nada se sabía del balazo por la espalda.

Además, la chica se quejó que la ambulancia tardó en llegar para auxiliar a su hermano. “Una hora tardó. La calle llena de gente, la comisaría a dos cuadras, lleno de cámaras. Nos dijeron que cámaras no había. Vinimos por cuenta propia y nos dijeron que hay un montón”, agregó Sofía.

La familiar contó, además, que su hermano vivía en su casa y que era padre de un nene de siete años. Además, dijo que “salía a trabajar todos los días” y que ella le había prestado la moto porque se le había roto su auto: “Era una moto gris, color oscuro, con franjas rojas”.

“Lo que más le gustaba era estar el fin de semana con su hijo. Merendaban y comían juntos, él le compraba caramelos. Después salía a trabajar, era sano”, agregó la hermana de la víctima.

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