En las últimas horas, tras una intensa investigación que duró cuatro meses e importantes operativos, la Policía de la Ciudad detuvo a dos viudas negras que habían seducido a un hombre en un boliche de Palermo hace más de tres meses y luego lo drogaron y le robaron en su departamento. Para dar con las delincuentes, a las que les encontraron más de 50 teléfonos celulares, entre otras cosas, fueron claves sus tatuajes.
La historia de seducción, traición y robo comenzó en marzo, cuando en un local bailable un hombre de 57 años conoció a las jóvenes, de 21 y 23 años, y accedió a continuar la noche con ellas en su departamento. Una vez allí, tomó unas cervezas y rápidamente se quedó dormido.
Al despertar, varias horas más tarde, descubrió el engaño. En su hogar no solo faltaban las dos atractivas mujeres, sino también varias pertenencias y objetos de valor.
Una vez radicada la denuncia, Javier Sánchez Sarmiento, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Número 48, le solicitó a la División Investigaciones Comunales 14 de la Policía de la Ciudad que llevara adelante la investigación.
De esta manera, se comenzó con el relevamiento de las cámaras de seguridad del edificio y de la zona. Gracias a esas imágenes, en las que se pudo visualizar a las ladronas, se pudieron apreciar nítidamente varios tatuajes en distintas partes de sus cuerpos que más tarde sirvieron para identificarlas.
Además, la víctima aportó información mediante la cual se pudieron constatar varios movimientos de dinero realizados a través de la plataforma Mercado Pago, con lo que se pudieron obtener los datos de otras tres mujeres involucradas que fueron notificadas en la causa tras haber registrado movimientos de plata en la cuenta que estaba siendo investigada.
Con todos los datos recabados se libraron tres órdenes de allanamiento, una en Flores y las otras dos en Saavedra, con el fin de dar con las viudas negras y en busca de los objetos que le sustrajeron al hombre asaltado: un teléfono celular, auriculares, cámaras fotográficas, documentación personal, dinero en efectivo y prendas de vestir.
Pero fue mucho más lo secuestrado por los oficiales que intervinieron en los procedimientos, ya que se llevaron en total nueve carteras de diferentes colores y materiales; un par de zapatos; una campera con un águila en la espalda; cinco billeteras; cinco cámaras digitales; 54 teléfonos celulares; cuatro pares de lentes; 38 pastillas de Clonazepam; 10 pastillas de Atorvastatina; 118.500 pesos; nueve notebooks; once tablets; siete chips de teléfono; un sobre con 6 gramos de marihuana; un proyectil calibre 9mm; un auricular; tres pendrives; y ocho memorias.
Una viuda negra adolescente de la Villa Zavaleta le robó un arsenal a un hombre de Belgrano R
A mediados de junio, el Departamento Inteligencia Contra el Crimen Organizado de la PFA entró a la Villa Zavaleta, zona caliente para las viudas negras en la Ciudad de Buenos Aires, tras una investigación a cargo del juez Alejandro Ferro y el fiscal Marcelo Retes. Se llevaron detenidas a Kiara G. de 18 años y a su amiga Eunice L., de 22, nacida en Paraguay, acusadas de robarle a un hombre en Belgrano R el 5 de diciembre pasado.
El hijo de la víctima descubrió a su padre en el piso de su departamento de la calle Vidal tras horas de llamar y no recibir respuesta. Lo vio dopado, casi sin poder moverse, con una fuerte dosis de benzodiazepinas en la sangre.
Allí, la víctima le aseguró a su hijo que había tenido una cita la noche anterior, una chica jovencita que había conocido por Tinder. Pudo recordar su alias, “Nicole21″. Poco después, luego de una visita del SAME, cuando pudo ponerse de pie, descubrió todo lo que faltaba: tres notebooks, doce mil dólares, 300 mil pesos argentinos, un reloj y los guantes Harley Davidson para andar su moto.
También, todo su pequeño arsenal: ocho pistolas de diferentes calibres y 750 balas. Para un par de viudas negras de la Zavaleta, acostumbradas a botines menores, realmente fue un golpe.
Tras combinar análisis telefónicos con tareas de campo, la Federal determinó que “Nicole21″ era Kiara G. Las huellas de Eunise fueron encontradas en la escena: se cree que ingresó luego de que su amiga drogó a su víctima. Así, la PFA fue por ellas.
Se determinó que dos hombres supuestamente las ayudaron a transportar el botín. Ariel Damasio Rotela R. y Damasio Rotela F., de 44 y 68 años respectivamente, ambos nacidos en Paraguay, fueron identificados en la causa y arrestados en la causa. Los allanaron en su casa de la manzana 5, donde les encontraron una pistola y un viejo revolver Colt, una caja de balas y cuatro celulares.
A Kiara le incautaron su teléfono celular, que podrá ser peritado. Eunise cayó con bastante más: le encontraron un blister de psicofármacos, varias balas, una picana eléctrica tipo taser, 200 mil pesos, 263 dólares, pesos cubanos, mexicanos, euros y guaraníes.