Insólito: simularon una obra pública en San Martín para romper la vereda y robar cables de alta tensión

Ocurrió ayer lunes. Tras el hecho, once sospechosos fueron arrestados por la DDI de San Martín de la Policía Bonaerense La nueva era del negocio: del cirujeo al crimen organizado

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Seis de los once detenidos
Seis de los once detenidos

Ayer por la tarde, la DDI de San Martín arrestó a once sospechosos que, literalmente, montaron una falsa obra pública en el centro del municipio para romper la vereda y cavar dos pozos. Con una camioneta Ford lista para cargar el botín, intentaron llevarse 15 trozos de cables subterráneo de alta tensión, de un metro de largo cada uno.

“Llevaban ropa de operarios, pusieron vallas, conos, todo, parecían una cuadrilla de trabajo de verdad”, asegura un investigador clave del caso a Infobae, en un expediente a cargo de la UFI N°9 de la jurisdicción, a cargo de Edgardo Ledesma.

La DDI no los arrestó de casualidad: la investigación en contra de la banda estaba ya en curso, ya que habían ocurrido otros robos similares en la zona en los últimos meses. Entonces, comenzaron los patrullajes. Esta vez, los encontraron en la esquina de San Lorenzo y Pombo. Allí, los cruzaron ayer por la tarde. Al ser interceptados, los falsos operarios incluso dieron el nombre de una empresa que operaba años atrás en el negocio de los cables subterráneos y la fibra óptica. Su cuento, contado entre bolsas de escombros rellenas de tierra, no resistió el más mínimo chequeo.

Así, tras detenerlos, los efectivos de la DDI local les secuestraron los cables robados, seis palas anchas, cuatro picos, un malacate y cuatro teléfonos que podrán ser peritados en busca de más pistas.

Hoy, el robo de cables para revender el metal en su interior, un delito de moda durante la crisis, una marca de la miseria que causó varias muertes en los últimos meses, pasó de ser una actividad para cirujas y desesperados a una posible marca del crimen organizado.

Los trozos de cable robado
Los trozos de cable robado en la camioneta de la banda

El punto de quiebre a nivel de imagen pública para esta modalidad ocurrió en febrero de este año, cuando un hombre de 20 años ingresó en un pozo de la Empresa Provincial de la Energía de Santa Fe en Rosario para robar cables subterráneos de alta tensión y terminó con el 90% de su cuerpo quemado, internado en el Hospital Clemente Álvarez, en un estado sumamente crítico. Fue filmado por transeúntes al salir del pozo, con su cuerpo ennegrecido, temblando, atónito. La imagen es fantasmal, surrealismo delictivo argentino.

En metaleras del conurbano y La Plata, el kilo de cobre se pagaba 7 mil pesos en ese entonces. En CABA, durante todo 2023, según confirmaron fuentes oficiales a este medio, la Policía de la Ciudad arrestó a 500 sospechosos por robar metales. El tema fue preponderante en la cabeza del ahora ex ministro de Seguridad porteño Gustavo Coria, que ordenó investigar el circuito de compra y venta ilegal inspecciones en talleres y metaleras.

En la capital provincial, mientras chicos con antecedentes de robo se trepaban a los postes y entraban en cajas eléctricas para terminar electrocutados o muertos, una falsa cuadrilla también operaba. El miércoles 10 de enero, Alex Leonel Martínez y Ezequiel Campos simularon ser una cuadrilla de reparación a bordo de una Renault Trafic, con ropa de trabajo y chalecos reflectores, un vestuario completo. Intentaron huir al trote en la esquina de 59 y 27 cuando se los llevó una patrulla de la Comisaría 5°. Tenían casi cien metros de cable en el interior de la camioneta.

Hay casos mucho más graves, con camiones enteros. En marzo, Gendarmería capturó en Paso de los Libres, Corrientes un camión con 28 toneladas de cobre que viajaba rumbo a Puerto Iguazú. Había partido supuestamente desde Rosario.

La falsa obra de la
La falsa obra de la banda para robar cables

Dos semanas atrás, la Policía de Santa Fe allanó una chatarrera en esa ciudad. Se encontraron 2.300 kilos de cobre, 300 kilos de aluminio, autopartes de dudosa procedencia, dos armas de fuego, 4.300 euros, 310 mil dólares y 23.800.000 de pesos, con una causa a cargo del fiscal Franco Carbone.

Luegos, el fiscal Carbone ordenó la detención domiciliaria de Ángel Adolfo D. V. (78 años), Luis Eduardo D. V. (74) y Carlos Alberto D. V. (70), quienes figuran –según fuentes policiales– como titulares de la SRL que controla el lugar.

Los policías se sorprendieron de varias cuestiones mientras allanaban. Para empezar, el lugar no tenía pizarra con referencia de precios de compra del kilo de los metales. Además, tenía una cámara tipo domo instalada, parecida a las que utiliza la Municipalidad local.

En medio de las sirenas, llegaron en autos de alta gama los abogados de los aprehendidos, que son de reconocida trayectoria. Incluso, uno de ellos fue juez hasta el año pasado.

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