Luego de que la Justicia dictara la falta de mérito y ordenara su liberación, Francisco Méndez, el policía reiterado que está involucrado en la causa que investiga la desaparición de Loan Danilo Peña en Corrientes, negó tener algún vínculo con el comisario detenido Walter Maciel. “Con Maciel no tengo nada”, aseguró.
Durante la jornada del viernes, la jueza Cristina Pozzer Penzo resolvió la liberación de Méndez, quien permanecía detenido desde el 17 de julio pasado luego de que Laudelina, tía del menor y una de las imputadas, lo haya señalado como una de las personas que participó en el extraño hallazgo del botín de Loan. Algo que nunca terminó de esclarecerse por completo.
Para Pozzer Penzo no había aún pruebas suficientes para dejarlo detenido, por eso le dictó la falta de mérito. “Considero que la medida cautelar ha devenido en abstracta”, interpretó al señalar que “la pretensión principal de la defensa ha sido satisfecha mediante las medidas ya adoptadas en estos obrados, debiendo disponerse la libertad de Méndez, al dictarse a su favor ante la duda razonable la falta de mérito”, tal como pudo conocer Infobae.
De esta manera, Méndez fue liberado durante la mañana del sábado y, al poco tiempo de salir del penal, se defendió de las acusaciones que recayeron sobre él durante un diálogo con C5N. “Yo no tengo nada, no escondí nada. Yo fui con la verdad a la fiscalía primeramente en forma voluntaria, lo saben todos. No sé qué pasó, no me puedo explicar”, comenzó diciendo el policía retirado.
Al ser consultado por el periodista Adrián Salonia sobre su vinculación con Maciel, el hombre contestó: “Todo lo que quiera decir la gente puede decirlo tienen expresión en libertad, pero yo no me junto con nadie en el pueblo, no comparto un asado con nadie. Mi única vinculación es mi mujer y mis dos hijos”.
La única prueba que la Justicia tenía en contra del policía retirado era la declaración de Laudelina, quien contó que cuando ella llegó al lugar del hallazgo del botín, Méndez ya estaba ahí. “Me dijo que era amigo del comisario y que él avisó que encontró esa huella (porque) estaba revisando el barro”, profundizó en su momento Laudelina.
“No tengo confianza en nadie. Mucho menos en Maciel. Nada, nada, nada. Con Maciel no tengo nada. Que averigüen antes de hablar. Me secuestraron mis teléfonos, abran los teléfonos, yo no tengo nada que esconder”, se defendió Méndez antes de considerarse “inocente”. “Si yo no me considerara inocente, no voy a estar en mi casa”, indicó.
Sobre los días que pasó detenido en una cárcel federal, Méndez contó que la pasó “mal” y precisó que durante cinco días no comió ni se bañó. “No se lo deseo a nadie”, aseguró.
Pese a que fue puesto en libertad, el policía retirado continuará vinculado a la causa. Por esto mismo, se le prohibió salir del país y quedó bajo el monitoreo de la Dirección Nacional de Migraciones. A su vez, al dictar la falta de mérito, Pozzer Penzo solicitó que el Superior Tribunal de Justicia le realice una serie de pericias psicológicas, según lo establecido el artículo 78 del Código Penal Procesal de la Nación.
La declaración de Méndez en la Justicia
Según documentos judiciales a los que accedió Infobae, el hombre declaró ante la Justicia como testigo el pasado 10 de julio. En esa oportunidad, relató cómo fue la secuencia en la que encontró el botín.
“Se me da por cruzar por el monte y me encuentro con un barro. Y le digo: ´Uh, esta pisada no sé si algo me tenga que decir´. Y me encuentro con el rastro de la criatura. Seguí las huellas hasta que, en el medio del barro, se veían las dos patas sin zapatillas. Y entonces pensé: ‘La zapatilla habrá quedado en el barro’”, indicó.
Méndez dijo que no tenía el celular de nadie, sólo el número de la guardia de la Comisaría de 9 de Julio. “Encontré ese teléfono porque lo había agendado. El llamado fue a las dos de la tarde, aproximado. Me atienden y yo digo: ´Dame con tu jefe´. Y me dice: ´Yo soy el jefe, soy el comisario Maciel´. Me dice: ´¿Qué pasó?´. Y yo le digo que encontré algo que podía ser interesante, le digo que encontré huellas y yo ya preservé el lugar”, acotó.
Y siguió: “Yo trabajé años en la Policía, sabía lo que tenía que hacer”. Luego, deslizó que Maciel le pidió: “No llames a nadie, Méndez”. Poco después de esa comunicación, siempre según el policía retirado, llegaron al lugar de las pisadas cuatro mujeres, entre ellas Laudelina y su hija Macarena. Gritaban: “¿Dónde está la zapatilla de Loan?”.