Que Macarena Peña está en la mira de la Justicia federal hace tiempo no es un secreto. La prima de Loan, hija de Laudelina, presa por la sustracción del chico, fue parte de la investigación en varios momentos de los últimos 44 días, en donde el menor desaparecido el 13 de junio pasado sigue sin ser encontrado, sin pistas firmes.
Esta vez, se conocieron los resultados de la pericia a su teléfono, realizada por la Policía Federal, incautado en el allanamiento a la casa familiar, semanas atrás. La larga lista de llamados que hizo desde las últimas horas del 12 de junio llama poderosamente la atención en el despacho de la jueza Cristina Pozzer Penzo, a cargo del expediente.
“La lista comienza con llamadas extensas el 12 de junio a las 11 de la noche”, asegura una fuente clave en el caso. Los contactos siguieron el día después, cuando desapareció Loan, en torno al almuerzo en la casa de su abuela Catalina. “Entre las 13:09 y las 14:28 hizo tres llamados de 18 minutos, 20 minutos y 20 minutos respectivamente”, sigue la misma fuente.
Esto choca de frente con el propio testimonio de la joven: “Macarena dice que cuando se perdió Loan estaba durmiendo y la despiertan para que ayude en la búsqueda”, asegura otro investigador.
Hubo otros motivos para sospechar, en otras pericias.
El 19 de junio, seis días después de la desaparición de Loan, Laudelina le pidió a su hija que le enviara a María Victoria Caillava, la funcionaria municipal también presa, todas las fotografías que tenía en su teléfono del día del almuerzo realizado antes de la desaparición.
Macarena lo hizo. A las imágenes enviadas le agregó el texto: “Hola tía Vicky, me dijo mamá que te pase las fotos”. La pregunta surge de la lógica pura: ¿por qué Laudelina le pide a su hija que le mande las fotos del encuentro fatídico a Caillava?
“Por algún motivo, cuando ya se estaba cumpliendo casi una semana de la desaparición, Laudelina estaba interesada en que Caillava tenga todas las fotos del encuentro. Es extraño y no le encontramos una explicación. También es raro que Laudelina le haya pedido a su hija que saque las fotos, teniendo ella un celular para hacerlo”, razona uno de los investigadores.
El término “Tía Vicky”, usado entre los Peña a Caillava, no es una sorpresa entre los investigadores del caso. El teléfono de Melisa Benítez, hija de Laudelina y Antonio Benítez, también preso por el caso, fue incautado en las redadas. El análisis a su agenda reveló que Caillava estaba agendada como “TÍA VICTORIA”.