A poco más de una semana de que Néstor Soto Aguilar, el joven de 21 años detenido por presuntamente haber sido el único responsable del femicidio de Catalina Gutiérrez, la etapa de investigación estaría cerca de llegar a su final. Sin embargo, los investigadores están a la espera de los resultados de las pericias de los celulares de Soto y Gutiérrez, los cuales podrían arrojar un poco de luz sobre la motivación detrás del crimen.
“La causa está agotada”, reconocieron desde la Fiscalía al señalar que lo único que podría suscitar nuevas medidas sería una sorpresa de último momento. Mientras tanto, las autoridades indicaron que el siguiente paso será evaluar la existencia o no de alguna prueba que indicase que hubo premeditación por parte del detenido para cometer el asesinato.
Más allá de los hallazgos que pudieran realizarse en el celular personal de Soto, los investigadores remarcaron que estos no generarían un cambio en la carátula de la causa, la cual anteriormente pasó de ser “homicidio simple” a “homicidio calificado por alevosía y por mediar violencia de género (femicidio)”. Por este motivo, el único acusado podría enfrentarse a una condena a prisión perpetua, según está establecido en el Código Penal.
Al mismo tiempo, el móvil del crimen no ha sido establecido de forma oficial. No obstante, la hipótesis que mayor fuerza tiene para los investigadores apuntaría a que el imputado tenía una “obsesión” con la víctima. “No es que comenzó ahí. Debe haber sido desde mucho tiempo antes”, interpretó una de las fuentes oficiales durante una conversación con el ElDoce.tv. Asimismo, indicaron que lo que ocurrió a Catalina “no es algo aislado”, debido a que había muchos casos de este estilo.
Por otro lado, el fiscal de la causa, José Alberto Mana, apuntó que Soto concretó el asesinato en su casa después de que hubieran discutido. A pesar de que el motivo de la pelea es aún desconocido, destacó que las pruebas que se encontraron en el departamento eran contundentes para establecer que la joven influencer estuvo allí.
Los elementos que fueron reconocidos como pertenencias de la víctima se trataban de un anillo, pelos rubios y ropa húmeda que estaba dentro del lavarropas. Sin embargo, la cámara de seguridad ubicada en el frente del domicilio captó una imagen reveladora: Soto mientras cargaba el cuerpo sin vida de Catalina hasta dejarlo en el asiento trasero del Renault Clio de la mamá de su compañera.
Para los investigadores no quedarían dudas acerca de la autoría del estudiante de arquitectura. No así sobre la forma en la que huyó del descampado ubicado en el barrio Ampliación Kennedy, en donde abandonó el vehículo tras un intento fallido de incendiarlo. Aparentemente, todo apuntaría a que se retiró a pie, pero no han dejado de buscar indicios de la involucración de algún tercero que pudiera haberlo trasladado en un auto.
“Hasta ahora no surge que haya cómplice o alguien que lo haya acompañado”, plantearon sobre la teoría de que el joven podría haber contado con la colaboración de terceras personas para prender fuego el auto. La misma nació de una versión aportada por una vecina del lugar que aseguró haber escuchado como varias personas discutían aproximadamente a la hora de los hechos. También descartaron que este haya llamado a un taxi o un remis.
Por el momento, está previsto que el detenido continúe alojado en el penal de Bouwer, donde fue ubicado de manera provisoria en el sector de enfermería para evitar que tuviera contacto con el resto de la población carcelaria. Sobre él recae una orden de prisión preventiva, no obstante, se desconoce cuándo será dirigido hacia su celda definitiva.
A pesar de los esfuerzos para mantenerlo alejado del resto de los reclusos, el abogado de Soto, Gastón Schöenfeld, denunció que uno de los presos lo amenazó de muerte el martes pasado, cuando se dirigía a atender una videollamada. “Te voy a matar, pichón”, fue la frase que el reo le habría dicho, a la vez que habría intentado intimidarlo porque “se encuentra muy solo”.
“Si bien esto puede suceder de manera habitual, es importante realizar la denuncia correspondiente y poner en conocimiento de las autoridades en virtud de que este es el el inicio de esta causa y, por ende, el inicio de su alojamiento dentro de Bouwer”, comentó el defensor durante un diálogo con Infobae.
Acerca de la situación en la que se encuentra su defendido, Schöenfeld explicó que desde el Servicio Penitenciario “están verificando la posibilidad de alojarlo en un sector donde haya personas con bajo nivel de peligrosidad”. En el interín de que sea reubicado, el detenido recibió dos veces la visita de su mamá, funcionaria municipal en Bariloche, y su padrastro el lunes y el martes pasado.
“No puedo decir que está bien, pero viene mejorando porque también recibe acompañamiento de un asistente social y de una psicóloga dentro del penal, independientemente de que a la madre lo ha visto”, indicó el abogado. Incluso, con el paso de los días Soto le habría llegado a confesar que estaba “muy arrepentido” de haber asesinado a Catalina.