“Gracias por venir”, “Gracias por estar acá”, “Gracias por la cobertura, es realmente muy importante”. Con mínimas diferencias, la frase se repite frente a cada persona que me presento. En la puerta del Tribunal Oral en lo Criminal Número 2 de La Plata, familiares, amigos, amigas de Tehuel de la Torre e integrantes de organizaciones de derechos humanos y transfeministas agradecen que la prensa cuente el juicio por la desaparición del joven trans que el 11 de marzo de 2021 salió de su casa en San Vicente para presentarse a una oferta de trabajo en Alejandro Korn y nunca volvió. Luis Alberto Ramos está acusado de ser coautor de homicidio agravado por odio a la identidad de género. Contar el juicio por una muerte sin cuerpo.
“¿Dónde está Tehuel? es la pregunta que me hago todos los días. ¿Dónde está? Ojalá que Ramos lo diga. Eso va en la cabeza de él. Puede callar. Pero bueno, por lo menos, saber si está en un lugar donde pueda ir… vamos a decir… a buscar sus restos. Sino… queda como que… desaparecido… desaparecido que no sé qué se hizo con el cuerpo”.
Norma Nahuelcurá es la mamá de Tehuel y durante una semana escucha relatos de testigos, preguntas y repreguntas de abogados y abogadas, gente que entra habla y sale bajo juramento de verdad. Cinco días largos con la sonrisa de su hijo grabada en la pechera.
“Fue un impacto muy fuerte ver las fotos y los videos de la sangre que estaba en la pared de la casa de Ramos. Mostraron fotos que yo no había visto, porque no me las habían querido mostrar. Y después mostraron el video en el que se ve a Tehuel pasar por un supermercado chino a una determinada hora como decía la investigación. Eso fue lo peor porque en ese momento ya había visto lo de la sangre… fue muy, muy fuerte para mí. Y el primer día también fue muy emotivo porque es nervioso estar acá. Pero me estoy acostumbrando. Me estoy acostumbrando y sacando fuerzas porque quiero ver todo”.
El viernes, a las 10.44 horas, Flavia Centurión y Cristian González -el equipo letrado de Norma- ocupan sus asientos en el sector izquierdo de la sala A del Tribunal. Solo en ese costado hay una mesa con jarras de café, agua, vasitos térmicos y revolvedores.
A las 11.01, las dos abogadas defensoras de oficio del denunciado hacen su entrada, directo a las sillas de la derecha del salón.
Entre las 11.03 y las 11.10 de la mañana se va conformando el Tribunal: el presidente, Claudio Joaquín Bernard; la vicepresidenta, Silvia Edit Hoerr; y el vocal, Ramiro Fernández Lorenzo. Un trío de jueces de “elegante sport”; sin trajes, corbatas, ni blazers.
A las 11.09 horas, tres uniformados camuflados del servicio penitenciario ingresan esposado al principal imputado: Luis Alberto Ramos. El que llamó a Tehuel ese jueves de marzo de 2021 para ofrecerle trabajar de mozo en un evento. El dueño de la vivienda donde se encontraron restos quemados de la campera rompevientos azul y del jean que Tehuel vestía cuando salió a verlo. El que se fotografió con Tehuel y el segundo imputado, Oscar Montes -que espera su propio juicio por jurado popular-, pasadas las ocho de la noche a pesar de haber declarado que habían estado juntos hasta la tarde. El que no pudo explicar las paredes de su casa manchadas con ADN de Tehuel.
- Norma, ¿qué te pasa cuando lo tenés enfrente a Ramos?
- Nada. Es como que si fuera uno más. Aunque a medida que voy escuchando… tengo ganas como de... no sé. Yo quiero justicia. Y justicia es que tenga una condena fuerte para que no haya más Tehuel. Y condena fuerte es cadena perpetua.
Ramos se acaricia las muñecas cuando le sacan las esposas. Sus abogadas no lo miran. Ramos tampoco las mira, ni mirará a nadie más que al Tribunal durante las casi dos horas de jornada.
Testimonios
“Damos comienzo a una nueva audiencia de debate”, avisa Bernard a las 11.11 de la mañana y le da así pie al fiscal Juan Pablo Caniggia para que inicie la rueda de testimonios.
Durante la primera semana de juicio oral y público ya declararon la mamá y la pareja de Tehuel, la ex pareja de Ramos, personal policial, peritos científicos y civiles que dieron detalles sobre los rastrillajes, allanamientos, y los análisis de laboratorio y estudios realizados.
En la audiencia del viernes se escuchan por ejemplo las conclusiones de dos psicólogos que, a través de entrevistas en profundidad con el círculo íntimo de Tehuel, construyeron un informe victimológico del joven desaparecido.
“Tehuel estaba con preocupaciones económicas”. “Tehuel era tímido”.
Los psicólogos hablan de Tehuel en pasado.
Más tarde, otra psicóloga -parte del equipo de la Dirección de Análisis de la conducta Criminal y Victimología del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires- comparte sus reflexiones luego de dos encuentros de dos horas con Ramos para establecer un perfil.
“Ramos se ha mostrado colaborador en su discurso, intentando agradar todo el tiempo, ubicado en tiempo y espacio. En su contenido, el discurso resulta coherente y lógico. No obstante, nosotros observamos que estas son características manipuladoras. Su intento de agradar es para complacer y convencer y manipular al otro (…) No encontramos un compromiso emocional, afectivo (por parte de Ramos) en la búsqueda de Tehuel. En cambio encontramos autoprotección, en el sentido de que se trataba de justificar solamente. Un discurso exculpatorio. No había presencia de emoción”.
Pasado el mediodía declara Andrea Licolich, compañera de militancia de Tehuel y de Ramos en la localidad de Korn.
“Primero se acercó Luis Ramos al espacio y después trajo a Tehuel y la presentó como una amiga (…) Luis era atento, pero me llegó el rumor de que vendía cocaína y por eso pedí que no lo dejaran estar más en el movimiento (…) Ramos una vez dijo que Tehuel era hermosa y que era un desperdicio de mujer. También solía decir que el varón tenía que estar con la mujer (…) Yo le pregunté a ella y me dijo que para que la tocara un hombre iba a tener que matarla”.
Licolich habla de Tehuel en femenino.
“Tehuel era una persona cerrada”.
Licolich habla de Tehuel en pasado.
Para la abogada Flavia Centurión, los dichos de Andrea Licolich se suman a distintos elementos que sustentan la carátula de homicidio agravado por odio a la identidad de género.
“Nosotros esperamos la condena con el agravante porque estamos convencidos y creemos que hay elementos suficientes, abrumadores desde mi punto de vista, que demuestran que tanto Ramos como Montes mataron a Tehuel y que la motivación fue el odio, esa aversión a la identidad masculina asumida por Tehuel. En el juicio quedó particularmente claro que Ramos es una persona transfóbica, homofóbica y misógina. Y, por otro lado, este caso visibiliza a la vez la realidad de muchas pibas y muchos pibes que están en la situación en la que estaba Tehuel, con una identidad de género que todavía causa rechazo en la sociedad. Tehuel quería laburar, tenía el sueño de comprarse un terreno para su familia, pero no le daban trabajo por su identidad de género. Fue su novia la que contó en este juicio que lo acompañó a dejar un currículum en un supermercado y que le dijeron que no por si se arrepentía de asumirse varón y se embarazaba. La discriminación constante y la vulnerabilidad las y los expone a ser captados por personas como Ramos. Porque nosotros no tenemos dudas de que Ramos se aprovechó de la vulnerabilidad de Tehuel y estableció una amistad para matarlo”.
En la misma línea argumental, Cristian González aprovecha un hueco de la mañana para solicitar al Tribunal la incorporación, aunque extemporánea, del testimonio de una representante de la comunidad trans.
“Es útil e indispensable que una testigo experta trans pueda brindar real testimonio, contar de primera mano lo que es sufrir una vida trans en un modelo patriarcal. Además de contar la experiencia que tiene con personas que sufren y han sufrido lo mismo que Tehuel. Puede contextualizar (…) la sensibilidad no es la misma (…) no se ha escuchado ninguna voz trans en todo el expediente”.
Los tres jueces prometen deliberar sobre la solicitud. Pero, sin mucho preámbulo, para el final de la jornada resolverán rechazar el aporte de la expertise.
Ya afuera de la sala, la abogada querellante explica por qué era valioso que circulara también la palabra de una persona trans.
“Es verdad que el pedido está hecho fuera de término, porque cuando asumimos la causa como equipo jurídico ya habían vencido muchas etapas procesales. Pero es importante que un experto o una experta pueda dar cuenta de lo que vive la comunidad LGBT, pues si bien lo que le pasó a Tehuel es un caso particular hay patrones que atraviesan a toda la comunidad LGBT. La situación de vulnerabilidad, la discriminación, en un contexto en el que vienen creciendo los ataques de odio, especialmente en la provincia de Buenos Aires desde 2020. Homicidios, lesiones gravísimas. Esto es un dato, lo muestran las estadísticas. Entonces, que un experto pueda contextualizar cómo transita la vida una persona trans sin recursos económicos es importante. Eso es la perspectiva de género de la que nosotros hablamos para poder entender”.
Una vez escuchados los seis testigos de la jornada, el fiscal comparte cómo está previsto que continúe el cronograma judicial: las audiencias se retomarán el próximo jueves 25 con las declaraciones de otras ocho personas, y el viernes serían presentados los alegatos.
A las 12.38 horas el presidente Bernard saluda al auditorio y da por finalizada la quinta fecha del juicio oral y público contra Luis Alberto Ramos en la causa Tehuel de la Torre. El juicio por una muerte sin cuerpo.
- ¿Cómo sigue la vida, Norma, después de la desaparición de Tehuel?
- Es difícil. El día a día es muy difícil. Tengo más hijos y nietos. Mi hijo más chico vive conmigo. Me tengo que seguir levantando. Cuidarlo. Cuidar a mis nietos... Pero es muy difícil... Una condena no va a hacerlo más llevadero. No, porque no lo tengo. Ni tampoco... no tengo dónde ir a llorar o a dónde llevarle una flor... ¿entendés?... Eso es más duro… Yo solo pido que me sigan acompañando, como me están acompañando… y que no haya ningún Tehuel más.