Leopoldo Martín “Pitito” Martínez, un histórico ladero del jefe de la barrabrava de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte, fue detenido en las últimas horas junto a otros dos sospechosos en la zona sur de Rosario, en un operativo llevado adelante por Gendarmería. Según informó el Ministerio de Seguridad de la Nación, los tres aprehendidos estarían vinculados a un cargamento de 464 kilos de cocaína y dos fusiles que fueron incautados en una Amarok el 1º de julio en la ruta nacional 11, a la altura de San Justo.
De acuerdo a los datos brindados por Gendarmería, las detenciones se hicieron en inmediaciones de Sánchez de Thompson y Abanderado Grandoli, en el barrio Municipal, en la antesala al partido que jugó el viernes por la noche Rosario Central de local ante Sarmiento de Junín. Los sospechosos fueron interceptados en la vía pública mientras se desplazaban en un Fiat Mobi gris, donde se incautaron cuatro celulares y dinero en efectivo.
Junto a “Pitito” Martínez estaba Elías M. y Carlos Andrés S. Todos se encuentran investigados por la Procunar y quedaron a disposición del Juzgado Federal Nº 4 de Rosario.
Sobre Carlos S. se cree en la investigación que sería el enlace directo con los dos detenidos el 1º de julio con los 464 kilos de cocaína en San Justo. Creen que actuó como “campana” o “punta” del cargamento. En Rosario solo se lo conoce a ese hombre por haber sido allanado en 2019 en una causa por una tentativa de homicidio en el barrio Parque Casas, en la zona norte, hecho por el que recuperó la libertad.
A “Pitito” Martínez, por su parte, lo allanaron en julio de 2020 en su domicilio de Villa Manuelita en el marco de una investigación por lavado de activos contra “Pillín” Bracamonte, jefe de la barra brava auriazul. En su casa se hallaron bolsas de transporte de caudales, cartuchos de calibres 20 y 22, indumentaria del club canalla y de la Uocra y un arma calibre .380 con la numeración limada. Producto de ese hallazgo se lo acusó por solo por la tenencia ilegítima del arma de fuego.
Un comunicado publicado por el gobierno nacional indica que esta investigación guarda relación con operativos ocurridos en 2018 y 2020, donde se secuestraron 380 kilos de cocaína y se detuvieron a 40 personas en Argentina y en España. En ese expediente se presume que se traía droga al país a través de aviones que partían de Bolivia, hacían en escala en Paraguay y arrojaban bultos con ladrillos de droga en campos de Santa Fe.
El hallazgo
El 1° de julio Gendarmería Nacional encontró en Santa Fe unos 460 kilos de cocaína, dos fusiles, balas, un sistema GPS y teléfonos satelitales en una camioneta Volkswagen Amarok blanca que viajaba hacia la zona rural del norte de la provincia. Fue interceptada cerca de la ciudad de San Justo, ubicada a 260 kilómetros de Rosario.
Fuentes del caso informaron a Infobae que integrantes del Escuadrón Vial San Justo divisaron la camioneta y la frenaron. Cuando el conductor de la camioneta notó que iba a ser controlado por los gendarmes en el camino, hizo un giro en “u” para eludirlos.
En ese momento, detallaron las fuentes del caso, se realizó un “seguimiento controlado” hasta que lograron detener la marcha de la camioneta. Al revisarla, los efectivos encontraron varios bultos con la droga. Las dos personas que viajaban en el vehículo, el hombre tras el volante y un acompañante, fueron detenidas. El armamento que llevaban demuestra que estaban preparados para defender con fiereza el cargamento millonario.
Los investigadores estiman que la cocaína fue arrojada desde un pequeño avión, en un vuelo clandestino, conocido en la jerga como “TAI”, las siglas de “transporte aéreo ilegal”. Los panes de cocaína incautados tienen una característica que salta a simple vista: un envoltorio de color negro, con la marca “ONE” (único, o uno, en inglés).