Desarticularon una fiesta clandestina en Córdoba con 500 personas y secuestraron varias dosis de droga

Se trató de una “after” de una fiesta electrónica. Tras el operativo, cinco personas quedaron detenidas por ser quienes organizaron el evento sin la habilitación correspondiente

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Había más de 500 personas

La Policía de Córdoba desarticuló una fiesta clandestina que se desarrollaba en Córdoba. Había cerca de 500 personas y durante el operativo se secuestraron varias dosis de droga, así como otros elementos que son de consideración para la causa. Hay cinco personas detenidas.

Todo sucedió a primera hora del sábado en Chacra de la Merced, en el marco de las primeras celebraciones por el Día del Amigo. El evento se llamaba “Post Richie Hawtin”, el “after” de una fiesta electrónica que tuvo lugar en el centro de eventos Forja.

De acuerdo con la información a la que pudo acceder el medio local ElDoceTV, la Policía recibió la información de que se realizaría este evento tras una denuncia anónima. De esta manera, se puso en marcha un operativo para desarticularlo.

En consecuencia, una gran cantidad de oficiales se desplegaron sobre el lugar y procedieron a su desalojo, sin antes identificar a todos los presentes. Para esto, controlaron también 40 vehículos con los que habían llegado hasta el lugar. Luego, detuvieron a las personas encargadas de la organización de la fiesta. Así, los cinco organizadores fueron puestos a disposición de la Justicia.

Los trabajos en la zona finalizaron en horas de la tarde. En total, se secuestraron 70 vallas, 16 baños químicos, 6 barras de bebidas, 36 juegos de livings, cinco estufas a gas, equipos de sonido, luces, elementos propios de la estructura, una carpa y un generador. A su vez, incautaron también dosis de marihuana, cocaína y tusi.

En el lugar trabajó la Policía de Córdoba, bajo la supervisión del ministro de Seguridad provincial
En el lugar trabajó la Policía de Córdoba, bajo la supervisión del ministro de Seguridad provincial

El operativo estuvo a cargo de la Dirección General de Seguridad Capital y contó con la colaboración de la Departamental Colón, de la Guardia de Infantería y de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA). Todos ellos estuvieron supervisados por el ministro de Seguridad cordobés, Juan Pablo Quinteros.

Según trascendió, la convocatoria al evento se manejó con gran hermetismo, puesto que la ubicación del lugar fue compartida recién 5.15, es decir apenas 15 minutos antes de que se abrieran las puertas.

Esta no es la primera fiesta clandestina que es clausurada en Córdoba este mes; incluso, parecería ser algo común de cada fin de semana. El 6 de julio se llevó adelante un operativo similar en la zona sur de la capital provincial. En esa oportunidad, había un total de 700 adolescentes. Todos eran menores de edad.

El operativo comenzó en horas de la madrugada en el predio ubicado en la calle Adolfo Ernesto Molina al 200, del barrio Posta de Vargas Anexo. Así, los oficiales desarticularon el evento y dispersaron a los jóvenes.

Unos días antes, ocurrió lo mismo en un predio ubicado en la intersección de las calles Avenida Valparaíso y Agustín Piaggio. En el lugar, se encontraban más de mil menores de edad. En ese sentido, también secuestraron 10 millones de pesos en bebidas alcohólicas.

Ese mismo fin de semana, se desarticularon otros eventos en la ciudad. Por ejemplo, se realizó un procedimiento similar en un lugar que oficialmente tiene habilitación para funcionar como cancha de fútbol 5. Sin embargo, se estaba realizando una fiesta clandestina con más de 400 asistentes. En consecuencia, el lugar fue desalojado. En simultáneo, se realizaron procedimientos en otros siete locales. Algunos de ellos por la falta de medidas de seguridad y exceso de capacidad. Ninguno de ellos contaba con la habilitación necesaria para realizar este tipo de eventos, de acuerdo con la información a la que pudo acceder el medio local La Voz del Interior.

Aunque la mayoría de los procedimientos se llevaron a cabo con total normalidad. El 17 de junio los oficiales desarticularon una fiesta sin habilitación y todo terminó en descontrol. Había cerca de 300 personas y, segundos después de la irrupción de los oficiales, los presentes comenzaron a correr y arrojar piedrazos contra los uniformados. Frente a esto, los oficiales contestaron con armas no letales para controlar la situación.

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