María Victoria Caillava pidió tres veces declarar ante la Justicia. Finalmente, la jueza Cristina Pozzer la indagó ayer jueves por la tarde. La exf uncionaria municipal de 9 de julio, detenida bajo prisión preventiva por la sustracción de Loan Danilo Peña, habló durante varias horas. Se declaró inocente y aseguró ser “informante” de la Policía Federal en causas para esclarecer delitos de narcotráfico, una revelación que se rumoreaba alrededor del expediente pero que no tenía confirmación.
Caillava comenzó su relato, como hizo también su marido, el marino retirado Carlos Pérez, contando cómo llegaron al almuerzo. Explicó que fue Laudelina quien la invitó y que llevaron una petaca para compartir. Luego relató que, luego de comer, su marido le dijo de irse:
“Mi esposo a las 14:15 aproximadamente me dice que ese día jugaban un partido de fútbol de River, que quería mirar. Le dije que me espere, que buscaba unas mandarinas y ahí viene Laudelina que recibe un llamado y me avisa que se iba porque el marido le aviso que Loan quiso venir con su papá y no había llegado. Yo me voy y nos vamos para atrás, nos acompañan todos a nuestra camioneta, nos despedimos y nos vamos”, dijo.
En este primer punto surge una duda que puede convertirse en contradicción. En sus declaraciones anteriores, tanto Pérez como Caillava aseguraron que se habían enterado de la desaparición, pero igualmente decidieron irse. Ahora cambiaron su relato y declararon que en realidad no lo sabían. “Le entendí a Laudelina que Loan quería venir con el papá y venía por el callejón no que se había perdido”. siguió.
Luego detalló que, ya en su casa, recibió un llamado de Catalina, la abuela de Loan: “Me dice no aparece el muchachito. Me pregunta: ¿No se habrá subido a tu camioneta? Le digo, imposible porque mi marido siempre cierra con llave, igual revisamos y avisamos que no estaba”.
Caillava explicó el suceso que la llevó a asistir al hospital de 9 de Julio el mismo día de la desaparición, pasadas las 23. “Me comienza a dar tos cuando se me enfría la espalda, y le pedi a mi esposo que me llevé, me comí un caramelo para la tos, fuimos al hospital, me atendió una enfermera me puso una inyección y volvimos a mi domicilio”, siguió.
Con respecto a sus vehículos, en los cuales los perros de la Policía de Corrientes hallaron rastros olfativos de Loan, refirió: “Escucho que los medios comienzan a involucrarnos y le digo a mi marido que me preocupaba que están los vehículos en el galpón abierto. Dicen que lavamos la camioneta y viajamos y no era así. Mi marido llama al comisario a pedir seguridad, porque yo tenía miedo. Nosotros pedimos llevar nuestro vehículo que quede secuestrado para estar más seguro”.
En un tramo de su declaración, Caillava reconoce uno de los rumores que recorrían el expediente: que durante muchos años fue informante de la policía con respecto a la venta de droga en 9 de julio. “Siento que soy la única idiota del pueblo que colabora con la PFA de Goya y Buenos Aires para que se descubra quien vende droga en el pueblo, todos saben pero nadie dice nada”, se lamentó.
Con respecto a la desaparición de Loan, agregó: “No cabe en mi cabeza como se dijo secuestrar a un niño o atropellarlo. Todos los días los únicos niños que suben a mi vehículo son mis nietos, que los llevo a la escuela”.
“Fui perjudicada. Se aprovecharon de las situaciones y todo eso se puede comprobar. Nuestra camioneta no paró en el camino, jamás lo tuvimos a Loan. Estamos encerrados injustamente. Somos inocentes. Personas de bien que aportamos y pagamos todos los impuestos. Pido que tomen los recaudos por mis nietos y mi familia”, agregó.
Caillava aclaró también que su relación con el comisario Maciel. que declarará hoy viernes, era escasa: “No tengo ninguna relación, cuando llego al pueblo y se fue a presentar al colegio y la rectora me llamó y me presentó. No iba frecuentemente a la escuela mandaba agentes a controlar la llegada de los niños”.
Esto último, sin embargo, choca de lleno con muchas evidencias del expediente que señalan el conocimiento que existía entre ambos detenidos.