Todas las evidencias contra los detenidos del caso Loan: la heladera y la remera desaparecidas, sangre en el baúl y la testigo que desmiente a Caillava

Se conocieron más detalles del plexo probatorio que tuvieron en consideración los investigadores, más allá de los llamados, el rastro de los perros y la Cámara Gesell a los menores que estaban con el niño cuando desapareció

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Loan tiene 5 años
Loan tiene 5 años

En la causa por la desaparición de Loan Danilo Peña mucho se ha hablado del rastro de los perros que no lo ubicaron fuera del naranjal y la zona de la casa de su abuela; de los llamados entre los sospechosos y de la contundente Cámara Gesell que les hicieron a los otros niños que estaban ese 13 de junio en que desapareció el nene de 5 años en el paraje rural Algarrobal de Corrientes.

Sin embargo, en las últimas horas se conoció qué más evidencias tiene la Justicia contra los siete detenidos por la desaparición de Loan, acusados por la sustracción del menor y por amenazas, en el caso de Caillava y Pérez.

Por ejemplo, la llamativa comunicación del 13 de junio pasado, a las 14.24, entre Laudelina Peña y su marido de 9 minutos en la que, presuntamente, él le avisaba que el nene se perdió; o el torso desnudo de Antonio Benítez cuando se fue intempestivamente del lugar de búsqueda.

A ellos se suma la conservadora misteriosa de los Caillava-Pérez que las autoridades no pudieron hallar, el rastro que reaccionó positivo en el baúl del Ford Ka de la ex funcionaria, más el que se envió a cotejar con el ADN del niño en la Ford Ranger blanca del marino retirado.

María Noguera, madre de Loan Danilo Peña
María Noguera, madre de Loan Danilo Peña

Y la declaración de la testigo que estuvo en el hospital de 9 de Julio la noche en que María Victoria Caillava se fue a hacer atender por un ataque de tos y que dijo que “no tosió”.

Para los investigadores, encabezados por la jueza federal de Goya, Cristina Pozzer Penzo, y los fiscales Mariano de Guzmán, Marcelo Colombo y Alejandra Mangano, son clave los perros para indicar dónde no estuvo Loan y dónde no.

“Los binomios, al registrar la zona comprendida del sector de montes linderos a la casa de la abuela y del posible último lugar de permanencia del niño, pierden el rastro fuera del radio de acción de ese sector”, según se desprende de los cargos que le imputan a los detenidos. Y destacaron que “no dieron indicios” a la hipótesis que pudiera indicar que estaba “ahogado en alguna laguna, pozo o bien enterrado”. O sea, Loan no salió de la zona entre la casa de Catalina y el naranjal.

La perra Chiara durante el rastrillaje realizado este martes (Gentileza: Diario Río Negro)
La perra Chiara durante el rastrillaje realizado este martes (Gentileza: Diario Río Negro)

Así, concluyeron que esto “reforzaría la hipótesis de una sustracción y ocultamiento, ocurrida en la zona cero, cuando los niños que se encontraban junto con él afirmaron haberlo visto por última vez en el naranjal”. Allí, Loan estaba acompañado de Antonio Benítez, Mónica Millapi y Daniel ‘Fierrito’ Ramírez y “no pudieron dar cuenta a las demás personas” sobre lo que habría sucedido con el niño.

Y destacaron: “Esta hipótesis no excluye que el niño hubiera sido víctima de un delito violento en ese mismo lugar, como introdujo Laudelina en su descargo, pero lo que sí confirmaría es que incluso ante este escenario, los adultos allí presentes y aquí imputados se ocuparon de llevarse a Loan de la escena y ocultarlo”.

Hubo búsquedas nocturnas con drones especiales
Hubo búsquedas nocturnas con drones especiales

Y es, en este punto, donde destacan que es llamativo el “curso de acción tomado por cada uno” de los detenidos una vez iniciada la búsqueda. Así, con todo lo anterior: “Refuerzan la hipótesis de una sustracción y ocultamiento”.

Y subrayaron: “Laudelina Peña, en su descargo, sugirió que el niño podría haber sido víctima de un delito violento en el lugar de su desaparición. Sin embargo, las pruebas indican que, independientemente de la naturaleza del posible delito, los adultos imputados se encargaron de llevarse a Loan de la escena y ocultarlo, lo cual complica aún más la situación y refuerza la sospecha de una maniobra para evitar el descubrimiento de la verdad”.

Sigue el Alerta Sofía
Sigue el Alerta Sofía

Las claves contra Benítez

Benítez, tras la desaparición de Loan, “se retiró de la zona cero”. Los datos de su celular impactaron en las antenas de Mantilla a las 15.28, de Gobernador Martínez a las 16.14 y de Yataity a las 15.25, 16.02, 16.10, 17.45, 17.47 y 17.54, según consta en la casua. “Al respecto, José Peña señaló que Antonio se había ido al pueblo, que no sabía por qué y que lo había vuelto a ver esa noche, cuando lo detuvieron”, se explicó.

Un testigo que lo vio a pocos metros del camino de tierra que une la ruta nacional 123 y el domicilio de Catalina, contó que se lo cruzó en la moto: “Me dijo: ‘Esperame que ya vengo, me voy a buscar linterna y cargar nafta’. Estaba sin remera, no sé por qué... Tardó unos veinte a treinta minutos en volver. Cuando regresó, ya estaba vestido, tenía remera”.

Otro testigo que habló con Benítez relató que le contó que “estaban volviendo de tomar naranjas y que, cuando miró hacia atrás, Loan ya no estaba”. Esto se contradice la brindada por los menores de edad en sus cámaras Gesell.

Un tercer testigo recordó que, “en una curva muy cerrada que hay en el paraje, llegando a la casa de Catalina, un poquito antes”, se cruzaron a Benítez. “A él se le para la moto ahí, estaba en cuero y recuerdo bien que llevaba una remera roja envuelta en el brazo”.

“En definitiva, se podría afirmar que Benítez se ausentó al poco tiempo de la desaparición, y en más de una oportunidad, además existen al menos cuatro testigos que se refirieron concretamente a los cambios en su vestimenta, en un principio con el torso desnudo y luego con remeras de color rojo y otro color oscuro, sin que ello encuentre correlato alguno con circunstancias propias de la búsqueda”, destacaron los investigadores.

La camioneta de los Caillava-Pérez
La camioneta de los Caillava-Pérez

Las claves contra Ramírez y Millapi

De los testimonios de Camila Núñez y José Peña salta que, desde el momento en que se conoció la desaparición de Loan, no vieron a Ramírez regresar del naranjal hasta la noche. Lo declarado se corrobora con el informe de su teléfono, que impactaron en antenas del paraje Algarrobal.

“Durante esa tarde, Ramírez mantuvo cuatro comunicaciones con Antonio Benítez a las 15.27, 15.29, 16.35 y 18.05, momentos en los que ambos se habrían retirado de la zona cero”, se destacó en la causa: “Las comunicaciones de Ramírez tanto con Benítez como con otras personas registraron impactos en celdas de Chavarría, Mantilla y Yataity”.

Por otro lado, Mónica Millapi se habría retirado con su hija y sus sobrinos en su Volkswagen Voyage y regresó más tarde a la zona de búsqueda. Un llamado de un policía, de al menos 3 minutos en la madrugada del 14 de junio, llamó la atención de los investigadores.

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Las claves contra Caillava y Pérez

Carlos Pérez y María Victoria Caillava, en un momento posterior a las 14.24 de la desaparición de Loan, se retiraron del domicilio de Catalina porque a las 15 jugaba River Plate y Deportivo Riestra: “Los imputados se habrían alejado de la escena del almuerzo en un segmento temporal preciso, coincidiendo con el momento de la desaparición”, se subrayó en la causa. Fueron los primeros en retirarse del lugar en auto.

“Además, habrían concurrido al almuerzo con una conservadora cuyo contenido no pudo ser determinado por los demás asistentes, y que no fue hallada en los domicilios allanados, tanto en 9 de Julio como en la provincia de Chaco, donde habrían estado al día siguiente, ni en los vehículos secuestrados al momento de la detención”, es el punto que se resaltó. Nada se sabe, aún un mes después, de esa heladera.

También resultó sospechoso que Caillava llamó a la Policía de 9 de Julio, dando aviso de la desaparición del niño, casi una hora y media después de iniciada la búsqueda. Y no llamó a la Comisaría de 9 de Julio, sino a un agente amigo porque “no tenía el número”. Ahí, los investigadores remarcaron: “Lo que resulta llamativo considerando los distintos cargos públicos desempeñados por la imputada”.

Caillava en el hospital
Caillava en el hospital

Pérez y Caillava regresaron a la zona de búsqueda después de las 16. Por lo relatado por Camila, vio “a su tía Laudelina saliendo por el costado de la escuela abandonada y, detrás de ellos, la camioneta Ford Ranger de los imputados”.

José, el hermano de Loan, contó sobre eso: “Cuando entro al camino de tierra para ir a lo de mi abuela, delante mío iba la camioneta Ford Ranger de Victoria Caillava..., pero no fueron para lo de mi abuela sino que pararon antes, en la casa de unos vecinos de apellido González”. Y María, la mamá del nene desaparecido, dijo que ella se bajó en la curva, donde estaba la escuela abandonada, “ni bien observó a Laudelina en el lugar”.

Hay que recordar que la tía de Loan declaró que en ese lugar Caillava le habría dado el botín para que lo plante.

Macarena, la hija de Laudelina Peña
Macarena, la hija de Laudelina Peña

Con la búsqueda todavía en curso y ya cerca de la medianoche, Pérez y Caillava estuvieron en la guardia del Hospital Romero de 9 de Julio. Según una testigo, observó la camioneta del matrimonio estacionada en el playón. “Me la crucé a Victoria saliendo y saludó. Tenía la cara colorada (...). Vi que la enfermera declaró en su momento que tenía una crisis de tos y yo en ningún momento la escuché toser. Yo estuve quince o veinte minutos en el pasillo de la guardia caminando con mi hija en brazos y nunca la escuché toser”.

No menudo es que al día siguiente el matrimonio se ausentó, con la autorización del comisario Walter Maciel, ahora detenido, hacia Chaco a bordo de un Ford Ka.

En los vehículos de Pérez y Caillava, una Ford Ranger blanca y el Ford Ka, se llevaron a cabo pericias de luminol y con canes, “las cuales arrojaron marcas positivas respecto de la presencia del menor”: rastros odoríferos en los asientos traseros; e incluso se obtuvo una muestra biológica de la camioneta de la que se espera el resultado del cotejo de ADN; y el reactivo químico Blue Star Forensic arrojó resultado positivo en un sector situado en la parte interna del baúl del coche.

Las claves contra Maciel

Laudelina, la tía de Loan
Laudelina, la tía de Loan

En cuanto al ex comisario Walter Maciel, para los investigadores “habría asumido un rol relevante” junto a los demás imputados. Para ello, tomaron en cuenta que la PFA secuestró el libro de guardia de la seccional y “se constató que no habría movimientos entre las 14.35 y las 16.15 del día 13 de junio, ya que permaneció en su domicilio particular”.

También se tomó en cuenta que a las 16.15 se “tomó conocimiento que en el Paraje Algarrobal se habría perdido un menor de 5 años”. Y va Maciel junto a cuatro agentes, pese a que el primer llamado dando aviso de la desaparición habría ocurrido 45 minutos antes a otro policía, de apellido Duarte.

“Yo tenía en mi celular la hora que me llamó Duarte, que era a las 15.38. Pero el comisario me dijo que coloque que fue a las 16.15. Le dije que yo tenía el horario que me llamaron y me dijo: ‘Vos hacés lo que te digo’. No sé lo que quería hacer... Me sentí presionado mal, porque no es de mí, yo sabía que estaba haciendo mal. Ese fue el único cambio que me hizo hacer”.

Walter Maciel, el comisario detenido por la desaparición de Loan
Walter Maciel, el comisario detenido por la desaparición de Loan

La presunta alteración en los registros asentados en el libro de guardia de la Comisaría de 9 de Julio se suma a otras pruebas incorporadas a las actuaciones. Sobre el supuesto hallazgo del botín de Loan, Camila y Macarena y Laudelina Peña referirían que en ese momento Maciel se encontraba presente en el lugar, acompañado de un hombre de apellido Méndez, ex policía al que tenía agendado como “informante”.

Ahí estaban las tres familiares de Loan y otra mujer. “El comisario Maciel dijo: ‘Vamos a buscar la zapatilla’; y ahí me arremango, meto la mano en el barro y empiezo de donde salió para atrás. Laudelina y la hija dan la vuelta y, antes de que yo llegue a la zapatilla; vino con un palo y levantó la zapatilla. Laudelina fue, directo a esa pisada, yo todavía buscando y ella ahí levantó la zapatilla y sacó afuera. Ella decía ‘es la zapatilla de mi sobrino’. Y la hija Macarena le decía ‘no es mamá’. Y Laudelina le respondía ‘sí, sí yo le regalé el botín’”.

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