Un grupo de al menos seis delincuentes armados asaltó este último domingo por la noche una vivienda en la localidad de Unquillo, en el Gran Córdoba, sometiendo a los tres residentes y robando varios objetos de valor, informaron las autoridades y las víctimas.
Fue cuando un hombre, su mujer y una sobrina miraban el partido final de la Copa América entre Argentina y Colombia y el perro comenzó a ladrar. De inmediato, uno de los residentes salió al exterior para investigar y fue su sobrina quien vio a un intruso a través de una cámara de seguridad. Ante ello, cerró la puerta principal junto con su tía y conectó la alarma, pero los delincuentes rompieron la ventana con la culata de una pistola y entraron a la casa.
Una vez dentro de la vivienda, los ladrones, todos jóvenes y con el rostro cubierto, ataron a las tres víctimas y las encerraron en un baño no sin antes ordenarles que desactiven la alarma y a partir de allí, comenzar a recoger objetos de valor, como computadoras y celulares, antes de marcharse caminando de manera muy tranquila.
Tras el robo, y según informaron medios locales, las víctimas usaron un sistema de rastreo para localizar una de las computadoras robadas en una casa a unas 10 cuadras de distancia, pero al buscar a la policía, inicialmente no encontraron a nadie. Finalmente, hallaron a seis agentes que les dijeron que no podían actuar sin una orden judicial y solo tomaron la denuncia.
Las víctimas se dirigieron entonces a la casa indicada por el rastreador, donde una mujer les informó que su hijo había sido uno de los ladrones y que parte de lo robado estaba allí. Gracias a la colaboración de esta mujer, las víctimas recuperaron algunos de los objetos robados.
Cabe remarcar que las víctimas ya habían sufrido un robo hace un mes, y otra familia vecina fue asaltada el sábado anterior de la misma manera.
Asaltaron a una familia en Beccar
A mediados del mes de abril pasado y en un hecho policial de características similares, una verdadera pesadilla vivió otra familia de la localidad de Beccar, en el partido bonaerense de San Isidro, cuando una banda de cinco ladrones ingresó a su casa con fines de robo.
Interesados en el dinero que pudieran tener las víctimas dentro de su domicilio, los delincuentes los maniataron y golpearon con violencia, a punto tal que sufrieron heridas en el cuerpo y sus cabezas.
El asalto ocurrió en una vivienda ubicada sobre la calle Juan B. Justo al 400, a metros del cruce con Intendente Becco y en pleno centro comercial.
Al momento del ataque, dentro de la vivienda se encontraban Fernando Petrarca (56) y Mariana Di Fabio, junto a sus hijos Maximiliano (26) y Azul (22). De un momento a otro, se percataron de que cinco ladrones armados, todos a cara descubierta, habían logrado ingresar tras barretear la puerta de entrada.
Con violencia, los delincuentes buscaban dinero y objetos de valor. Y la situación se tornó más extrema cuando las víctimas aseguraron que no tenían efectivo en su poder.
Mientras sufría un violento castigo por parte de los delincuentes, el cual incluyó golpes de puño, culatazos y hasta mordidas en uno de sus brazos, Fernando detectó que los atacantes tenían “acento peruano”.
Al momento de la entradera, Maximiliano, el hijo mayor del matrimonio, se encontraba en su dormitorio. Escuchó ruidos extraños y eso le llamó la atención, pero en un primer momento creyó que su padre, recién operado, estaba cayendo por las escaleras. Al salir ve que lo estaban golpeando pero cuando quiso reaccionar lo estaban apuntando.
La situación era desesperante. Ante cualquier movimiento o palabra que pronunciaran las víctimas, los delincuentes respondían con golpes. "
Luego del violento robo, las víctimas revisaron las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona junto al personal de la DDI de San Isidro, y detectaron que los delincuentes habían estudiado la zona durante las horas previas a concretar la entradera.
Al ser consultado por las pertenencias sustraídas de su hogar, Fernando detalló que los asaltantes se llevaron “cuatro computadoras personales, tres celulares de los cuales dos ya aparecieron, una cámara de fotos marca Nikon, el oro que teníamos de los cumpleaños de 15 de mi hija y de las comuniones, y 2500 dólares”.
Fuentes judiciales consultadas hoy por este medio precisaron que personal de Policía Científica halló cuatro huellas dactilares en el interior de la vivienda, las cuales fueron remitidas al sistema AFIS para su correspondiente identificación.
La investigación del hecho se encuentra en manos de la fiscal Carolina Asprella, del área de investigaciones criminales del Departamento Judicial de San Isidro.